/ domingo 8 de noviembre de 2020

Paradigmas | ¡Una amiga como Rosario!

En 2017 quedó documentada la Estafa Maestra. Una investigación periodística que destapó la cloaca política en la que el Gobierno federal utilizó 186 compañías para desviar siete mil 670 millones de pesos de contratos que violaron la Ley General de Adquisiciones que fueron reportados en las Cuentas Públicas correspondientes a 2013 y 2014, pero entregados a empresas fantasma.

Ejercicios de corrupción desde sexenios atrás están documentados, aunque sin el mayor interés de castigo hacia los implicados. La Estafa Maestra representa una afrenta para el pueblo mexicano que cada vez más se hundía en la pobreza, viendo cómo las millonadas iban de mano en mano sin que se aplicaran correctivos para las zonas de mayor desventaja socioeconómica en el país.

¡Y para colmo y vergüenza!, también instituciones educativas de nivel superior fueron cómplices del megafraude. De ellas 20 Universidades y un Instituto Superior, el de Comalcalco. El secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, de inmediato salió a pedir sancionar a las personas y no a los centros educativos. A los directivos moral retorcida, delincuentes de cuello blanco que se prestaron a la triangulación.

Una gran parte del dinero desviado era para programas sociales -a cargo de Rosario Robles Berlanga- tal vez para Oaxaca, Chiapas y/o Guerrero, la región con mayor número de pobres. Un estudio de la UNICEF de 2015 arrojó a Chiapas con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) menor del país, con la Esperanza de Vida de 73 años, contrastada con Nuevo León, la más alta que llega a los 77. Y de los otros dos parámetros, ni para qué les menciono, salud y el Producto Interno Bruto (PIB). Chiapas, Oaxaca, Guerrero, solo han existido para el saqueo o para enmarcar frases discriminadoras como la de Jorge Castañeda Gutman, exsecretario de Relaciones Exterioress quien dijo que Putla era “un pueblo horroroso y arrabalero”.

El dinero que debiera estar invertido en México hoy se sabe, fue detectado en parte como inversiones en España y Panamá.

Emilio Zebadúa González, el exoficial mayor de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pieza clave en la Estafa Maestra, hace unos días ofreció informar sobre la actuación de Peña Nieto y Robles Berlanga para desviar dinero a las campañas electorales del PRI, a cambio de solicitar el criterio de oportunidad.

Estimados lectores, ¡ay, quién tuviera una amiga como doña Rosario! Discreta, agradecida, retribuida, sin rencores. Ha dicho que no hablará contra antiguos compañeros de gabinete, para obtener beneficios personales. Infiero: prefiere pagar condena en la cárcel que ver a sus “amigos” tras las rejas.

Seguramente, todavía en sus complacidos oídos retumben aquellas animosas palabras del expresidente Enrique Peña Nieto (2013), cuando en el arranque de aquella simulada Cruzada Contra el Hambre, precisamente en Chiapas, le dijo: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar”.

Un juez federal del Estado de México con sede en el penal del Altiplano esta semana libró una nueva orden de aprehensión en contra de la economista egresada de la UNAM, quien se encuentra desde el año pasado recluida en el penal de Santa Martha Acatitla. Ahora, la incondicional cómplice ¿seguirá escuchando el “canto de las sirenas”? Usted, ¿qué opina?

lupitarico@hotmail.com

En 2017 quedó documentada la Estafa Maestra. Una investigación periodística que destapó la cloaca política en la que el Gobierno federal utilizó 186 compañías para desviar siete mil 670 millones de pesos de contratos que violaron la Ley General de Adquisiciones que fueron reportados en las Cuentas Públicas correspondientes a 2013 y 2014, pero entregados a empresas fantasma.

Ejercicios de corrupción desde sexenios atrás están documentados, aunque sin el mayor interés de castigo hacia los implicados. La Estafa Maestra representa una afrenta para el pueblo mexicano que cada vez más se hundía en la pobreza, viendo cómo las millonadas iban de mano en mano sin que se aplicaran correctivos para las zonas de mayor desventaja socioeconómica en el país.

¡Y para colmo y vergüenza!, también instituciones educativas de nivel superior fueron cómplices del megafraude. De ellas 20 Universidades y un Instituto Superior, el de Comalcalco. El secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, de inmediato salió a pedir sancionar a las personas y no a los centros educativos. A los directivos moral retorcida, delincuentes de cuello blanco que se prestaron a la triangulación.

Una gran parte del dinero desviado era para programas sociales -a cargo de Rosario Robles Berlanga- tal vez para Oaxaca, Chiapas y/o Guerrero, la región con mayor número de pobres. Un estudio de la UNICEF de 2015 arrojó a Chiapas con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) menor del país, con la Esperanza de Vida de 73 años, contrastada con Nuevo León, la más alta que llega a los 77. Y de los otros dos parámetros, ni para qué les menciono, salud y el Producto Interno Bruto (PIB). Chiapas, Oaxaca, Guerrero, solo han existido para el saqueo o para enmarcar frases discriminadoras como la de Jorge Castañeda Gutman, exsecretario de Relaciones Exterioress quien dijo que Putla era “un pueblo horroroso y arrabalero”.

El dinero que debiera estar invertido en México hoy se sabe, fue detectado en parte como inversiones en España y Panamá.

Emilio Zebadúa González, el exoficial mayor de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pieza clave en la Estafa Maestra, hace unos días ofreció informar sobre la actuación de Peña Nieto y Robles Berlanga para desviar dinero a las campañas electorales del PRI, a cambio de solicitar el criterio de oportunidad.

Estimados lectores, ¡ay, quién tuviera una amiga como doña Rosario! Discreta, agradecida, retribuida, sin rencores. Ha dicho que no hablará contra antiguos compañeros de gabinete, para obtener beneficios personales. Infiero: prefiere pagar condena en la cárcel que ver a sus “amigos” tras las rejas.

Seguramente, todavía en sus complacidos oídos retumben aquellas animosas palabras del expresidente Enrique Peña Nieto (2013), cuando en el arranque de aquella simulada Cruzada Contra el Hambre, precisamente en Chiapas, le dijo: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar”.

Un juez federal del Estado de México con sede en el penal del Altiplano esta semana libró una nueva orden de aprehensión en contra de la economista egresada de la UNAM, quien se encuentra desde el año pasado recluida en el penal de Santa Martha Acatitla. Ahora, la incondicional cómplice ¿seguirá escuchando el “canto de las sirenas”? Usted, ¿qué opina?

lupitarico@hotmail.com