/ domingo 25 de marzo de 2018

Pascua, tiempo de vida nueva

En el sentido cristiano, el Espíritu permanece ligado a las directrices trazadas por Jesús en la Última Cena respecto del pan y el vino, que al transformarse en su cuerpo y en su sangre, dieron fundamento a la práctica del alimento espiritual.

En dicha celebración, el Sacramento de la Comunión, que quiere decir común unión, no estaba separado de la comida, por ello permite que entre los cristianos esta experiencia se renueve a diario y se comparta en la mesa con los demás.

Jesús, como lo hiciera Buda, dispuso de su vida con el fin de mostrar la blandura, la indefensión, el ahogo del ser humano. A diferencia de los budistas, muchos cristianos creen que Jesús pasó por ese cáliz para enmendar los pecados. Ante este criterio, el profundo mensaje de la Pascua que significa PASO, porque se pasa de la muerte a la vida, podría no difundir a plenitud la hondura de sus enseñanzas…

En un marco sociológico, Jesús mezcló caridad y compasión al realizar varios milagros relacionados con los alimentos. Uno de ellos fue convertir unas cuantas hogazas de pan y unos cuantos peces, en comida suficiente para alimentar a miles. En el seno de la comunidad perduran su energía evangélica y sus actos, como arquetipos cristianos de servicio que hoy siguen siendo tema universal. Porque apartados de éste que muchos han llamado “mito religioso”, los investigadores debaten en cientos de libros la existencia histórica de Cristo, sin contar con que los legos siguen discerniendo al margen de lo científico en miles de publicaciones, sobre la figura del profeta judío que es venerado por casi 2 mil millones de personas en el mundo…

El domingo siguiente a la primera Luna llena de Primavera, los cristianos conmemoran la Pascua, fiesta regida justamente por la edad siempre cambiante de la Luna. Los misterios de la hermosa blanca Luna en duermevela... Leamos a Unamuno: Mientras la tierra sueña solitaria, vela la blanca luna; vela el Hombre desde su cruz, mientras los hombres sueñan; vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco como la luna de la noche negra; vela el Hombre que dio toda su sangre porque las gentes sepan que son hombres.

El nombre de Pascua Florida viene de la costumbre de consagrar los hogares con agua bendita, que se recoge en recipientes adornados con flores. Y al no coincidir el plenilunio anterior al equinoccio de Primavera con tiempo fijo de nuestro calendario, la fiesta de la Pascua y todas las que se relacionan a ésta varían de fecha. Dicha celebración cuyo tema es la LIBERTAD, recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y utiliza en forma simbólica el alimento como búsqueda de sentido. La Ultima Cena cristiana –comida ritual de Pascua– es una historia de comunión, de recordación tangible de hechos históricos que celebra la salida judía de Egipto, que define y da vida a estos valores. La ceremonia incluye alimentos definidos que contribuyen a dar significación al relato, como son las ramas de perejil y otros cultivos del tiempo nuevo, humedecidos en agua salada para figurar el lloro de los esclavos judíos...

Siempre ha sido bueno tener presente que el ritual, tan fácil de añadir a lo cotidiano, es uno de los principales aderezos de la comida que otorga una profunda sensación de orden y sentido. Momentos en que lo físico y lo intelectual interactúan influyéndose debido a que, desde el instante mismo en que nacemos, las dos fuerzas vitales, respiración y alimentación, sostienen la vida. Y al regularse exaltan el espíritu y modelan la relación con el entorno. Recuérdese si no, que en los grandes tratados, y aun al margen de ellos, las tradiciones sapienciales ofrecen las directrices para dar al cuerpo y al espíritu mayor armonía, fortaleciéndose dichas prácticas con la glorificación de estas dos fuerzas interdependientes.

Hace dos mil años Jesús salió del desierto y muchos meditaron su predicación. Al esparcir su epístola de amor, inscribió en el imaginario colectivo el profundo misterio de la Resurrección, del fluir con la vida. Su palabra perdura y se sigue extendiendo a todos los pueblos como una invitación a la esperanza...

La Pascua cristiana incorpora al Éxodo del pueblo de Israel, las celebraciones de pastores y agricultores loando el renacimiento en las crías, en el verdeo de los campos, en el silbo de los pájaros. Esplendor de la Primavera que hace florecer las semillas y granar los frutos. Tiempo de Pascua. Tiempo de Vida Nueva...

En el sentido cristiano, el Espíritu permanece ligado a las directrices trazadas por Jesús en la Última Cena respecto del pan y el vino, que al transformarse en su cuerpo y en su sangre, dieron fundamento a la práctica del alimento espiritual.

En dicha celebración, el Sacramento de la Comunión, que quiere decir común unión, no estaba separado de la comida, por ello permite que entre los cristianos esta experiencia se renueve a diario y se comparta en la mesa con los demás.

Jesús, como lo hiciera Buda, dispuso de su vida con el fin de mostrar la blandura, la indefensión, el ahogo del ser humano. A diferencia de los budistas, muchos cristianos creen que Jesús pasó por ese cáliz para enmendar los pecados. Ante este criterio, el profundo mensaje de la Pascua que significa PASO, porque se pasa de la muerte a la vida, podría no difundir a plenitud la hondura de sus enseñanzas…

En un marco sociológico, Jesús mezcló caridad y compasión al realizar varios milagros relacionados con los alimentos. Uno de ellos fue convertir unas cuantas hogazas de pan y unos cuantos peces, en comida suficiente para alimentar a miles. En el seno de la comunidad perduran su energía evangélica y sus actos, como arquetipos cristianos de servicio que hoy siguen siendo tema universal. Porque apartados de éste que muchos han llamado “mito religioso”, los investigadores debaten en cientos de libros la existencia histórica de Cristo, sin contar con que los legos siguen discerniendo al margen de lo científico en miles de publicaciones, sobre la figura del profeta judío que es venerado por casi 2 mil millones de personas en el mundo…

El domingo siguiente a la primera Luna llena de Primavera, los cristianos conmemoran la Pascua, fiesta regida justamente por la edad siempre cambiante de la Luna. Los misterios de la hermosa blanca Luna en duermevela... Leamos a Unamuno: Mientras la tierra sueña solitaria, vela la blanca luna; vela el Hombre desde su cruz, mientras los hombres sueñan; vela el Hombre sin sangre, el Hombre blanco como la luna de la noche negra; vela el Hombre que dio toda su sangre porque las gentes sepan que son hombres.

El nombre de Pascua Florida viene de la costumbre de consagrar los hogares con agua bendita, que se recoge en recipientes adornados con flores. Y al no coincidir el plenilunio anterior al equinoccio de Primavera con tiempo fijo de nuestro calendario, la fiesta de la Pascua y todas las que se relacionan a ésta varían de fecha. Dicha celebración cuyo tema es la LIBERTAD, recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y utiliza en forma simbólica el alimento como búsqueda de sentido. La Ultima Cena cristiana –comida ritual de Pascua– es una historia de comunión, de recordación tangible de hechos históricos que celebra la salida judía de Egipto, que define y da vida a estos valores. La ceremonia incluye alimentos definidos que contribuyen a dar significación al relato, como son las ramas de perejil y otros cultivos del tiempo nuevo, humedecidos en agua salada para figurar el lloro de los esclavos judíos...

Siempre ha sido bueno tener presente que el ritual, tan fácil de añadir a lo cotidiano, es uno de los principales aderezos de la comida que otorga una profunda sensación de orden y sentido. Momentos en que lo físico y lo intelectual interactúan influyéndose debido a que, desde el instante mismo en que nacemos, las dos fuerzas vitales, respiración y alimentación, sostienen la vida. Y al regularse exaltan el espíritu y modelan la relación con el entorno. Recuérdese si no, que en los grandes tratados, y aun al margen de ellos, las tradiciones sapienciales ofrecen las directrices para dar al cuerpo y al espíritu mayor armonía, fortaleciéndose dichas prácticas con la glorificación de estas dos fuerzas interdependientes.

Hace dos mil años Jesús salió del desierto y muchos meditaron su predicación. Al esparcir su epístola de amor, inscribió en el imaginario colectivo el profundo misterio de la Resurrección, del fluir con la vida. Su palabra perdura y se sigue extendiendo a todos los pueblos como una invitación a la esperanza...

La Pascua cristiana incorpora al Éxodo del pueblo de Israel, las celebraciones de pastores y agricultores loando el renacimiento en las crías, en el verdeo de los campos, en el silbo de los pájaros. Esplendor de la Primavera que hace florecer las semillas y granar los frutos. Tiempo de Pascua. Tiempo de Vida Nueva...