/ viernes 16 de febrero de 2018

Pequeños vampiros chupasangre

Su lucha incluye graves obstáculos no solo para las autoridades sino para la población en general. Por lo mismo, en nuestra zona geográfica continúan los trabajos de descacharrizacion y fumigación en espacios públicos para controlar al mosco transmisor del dengue, zika y chikungunya, y proteger a miles de personas.

El dengue es transmitido por un mosquito del género Aedes aegypti, y se puede presentar de tres formas clínicas: fiebre por dengue, fiebre hemorrágica por dengue y síndrome de choque por dengue.

Los zancudos están sanos al nacer, pero para vivir necesitan sangre para alimentarse, y si se alimentan de una persona enferma, estos diminutos perversos se infectan y transmiten por intermedio de su picadura el virus a la población expuesta.

Para evitar la proliferación del diminuto enemigo es necesario tomar medidas oportunas. Entre otras, desalojar el agua acumulada en recipientes, instalar mosquiteros, utilizar repelentes de insectos,cubrir bien las ventanas de las habitaciones y no dejarlas abiertas.

En los años cincuenta se detectaron especímenes de mosquitos inmunes al DDT. Lo que significa que sustancias que sirven para combatirlos con el tiempo los fortalecen. ¿Nos encontramos a merced de estos pequeños asesinos? No, por supuesto. Aunque la batalla es continua y nunca se puede cantar victoria.

Se declara que gracias a los adelantos en ingeniería genética, los mosquitos finalmente podrían dejar de ser parte del problema para convertirse en parte de la solución. Ahora mismo se determina la forma de aumentar la resistencia de su sistema inmunológico para hacerlos más resistentes a los parásitos que transmiten a los humanos. Además, se estudia la creación de mosquitos mutantes que produzcan en su saliva una vacuna contra los padecimientos que transmiten con cada piquete. Esto suena a película de ciencia ficción. Pero es verdadero.

Una de las muchas dificultades a vencer es que los mosquitos forman una familia muy amplia, con muchas subfamilias, géneros y especies. Existen alrededor de cien especies diferentes de zancudos que genéticamente necesitan ser alterados; cosa a la que se oponen ambientalistas que consideran radicales estos procedimientos.

Otra opción es borrar del mapa de una vez por todas a los “pequeños vampiros” chupasangre, dándoles “una sopa de su propio chocolate” al desarrollar una vacuna para humanos que mate a cada mosquito que pique a un huésped vacunado.

Mientras la solución aparece, es indispensable seguir con las jornadas de fumigación intensiva, reforzar los programas de “descacharrización” y evitar que el dengue y otras enfermedades se propaguen sin control.


Su lucha incluye graves obstáculos no solo para las autoridades sino para la población en general. Por lo mismo, en nuestra zona geográfica continúan los trabajos de descacharrizacion y fumigación en espacios públicos para controlar al mosco transmisor del dengue, zika y chikungunya, y proteger a miles de personas.

El dengue es transmitido por un mosquito del género Aedes aegypti, y se puede presentar de tres formas clínicas: fiebre por dengue, fiebre hemorrágica por dengue y síndrome de choque por dengue.

Los zancudos están sanos al nacer, pero para vivir necesitan sangre para alimentarse, y si se alimentan de una persona enferma, estos diminutos perversos se infectan y transmiten por intermedio de su picadura el virus a la población expuesta.

Para evitar la proliferación del diminuto enemigo es necesario tomar medidas oportunas. Entre otras, desalojar el agua acumulada en recipientes, instalar mosquiteros, utilizar repelentes de insectos,cubrir bien las ventanas de las habitaciones y no dejarlas abiertas.

En los años cincuenta se detectaron especímenes de mosquitos inmunes al DDT. Lo que significa que sustancias que sirven para combatirlos con el tiempo los fortalecen. ¿Nos encontramos a merced de estos pequeños asesinos? No, por supuesto. Aunque la batalla es continua y nunca se puede cantar victoria.

Se declara que gracias a los adelantos en ingeniería genética, los mosquitos finalmente podrían dejar de ser parte del problema para convertirse en parte de la solución. Ahora mismo se determina la forma de aumentar la resistencia de su sistema inmunológico para hacerlos más resistentes a los parásitos que transmiten a los humanos. Además, se estudia la creación de mosquitos mutantes que produzcan en su saliva una vacuna contra los padecimientos que transmiten con cada piquete. Esto suena a película de ciencia ficción. Pero es verdadero.

Una de las muchas dificultades a vencer es que los mosquitos forman una familia muy amplia, con muchas subfamilias, géneros y especies. Existen alrededor de cien especies diferentes de zancudos que genéticamente necesitan ser alterados; cosa a la que se oponen ambientalistas que consideran radicales estos procedimientos.

Otra opción es borrar del mapa de una vez por todas a los “pequeños vampiros” chupasangre, dándoles “una sopa de su propio chocolate” al desarrollar una vacuna para humanos que mate a cada mosquito que pique a un huésped vacunado.

Mientras la solución aparece, es indispensable seguir con las jornadas de fumigación intensiva, reforzar los programas de “descacharrización” y evitar que el dengue y otras enfermedades se propaguen sin control.