/ sábado 9 de febrero de 2019

Poder más grande del universo

El viernes 9 de octubre de 1998 en la sección local de este rotativo se narró la odisea de una joven mujer que dio a luz en plena vía pública...

En la esquina de las calles Héroe de Nacozari y Alameda. Tras de cruzar en una panga el río Pánuco, flaqueó y ya no pudo caminar rumbo al hospital para dar alumbramiento. Almas caritativas hicieron un llamado a la Cruz Roja de Tampico, que acudió inmediatamente y ahí mismo ella recibió atención y se le cortó el cordón umbilical a un varón de dos kilos y medio. Después, se trasladó a la joven madre y su pequeña criatura sanos y salvos al hospital general "Dr. Carlos Canseco", donde ambos se recuperaron satisfactoriamente.

En realidad, no son pocas las historias de personas que han sobrevivido a situaciones extremas. La vida es una aventura.

En 2013, Mathew Allen, un chico australiano de 18 años que sufría de una enfermedad mental cuando desapareció de su casa, fue hallado dos meses después en el bosque en el que se había perdido. Con una extrema delgadez y medio ciego, se considera un milagro que este joven sobreviviera, de tomarse en cuenta la falta de alimento y sitios dónde guarecerse.

Hace ya dos décadas que un joven italiano de 14 años volvió a nacer luego de estar 43 minutos sumergido en el agua con un pie atrapado en una grieta a dos metros de profundidad, sitio del que fue rescatado por los bomberos luego de que sus compañeros de aventura fracasaron en liberarlo. Al menor de nombre Michael ya lo daban por muerto al momento de llegar a la superficie, pero “los socorristas no se rindieron, y tras lograr que el corazón volviera a funcionar lo llevaron en helicóptero al hospital san Raffaele de Milán, donde un equipo médico hizo todo lo posible para salvarlo”.

Lo sorprendente es que Michael no sufrió daños neurológicos luego de recibir la terapia de reanimación cardiotorácica vascular, y su vida es hoy como la de cualquier persona ordinaria.

En junio de 2003, Robert Ward se fracturó la cadera en un accidente donde su coche cayó a lo profundo de un desfiladero y logro sobrevivir seis días en solitario hasta que lo encontraron. Este hombre de nacionalidad estadounidense vivió con una alimentación a base de mantequilla de maní (producto altamente calórico), y usó varios paquetes de salsa para tacos que tenía en el auto. El procurarse calor significó para Ward quemar papeles que estaban en el automóvil, así como derretir nieve para convertirla en agua, y como cobija improvisó la tapicería del techo. Expertos en sobrevivencia hablan con asombro de este hecho.

Aún no existe explicación del por qué los bebés que quedaron sepultados varios días en los escombros por la acción del terremoto de 1985 lograron sobrevivir sin daño aparente. Hoy son mujeres y hombres comunes, que llevan una vida normal.

A los sobrevivientes del avionazo en Los Andes les tomaba casi un día obtener unas cuantas gotas de agua al derretir la nieve con el calor del sol que se reflejaba en un pequeño pedazo de vidrio, líquido que se repartieron en la gélida cárcel que ocuparon por espacio de setenta y dos días y los dejó marcados por tener que alimentarse con carne humana.

De acuerdo a informaciones, Wenceslao Moguel fue un militar sentenciado a muerte durante la Revolución Mexicana y en la pared de fusilamiento recibió ocho tiros más el tiro de gracia. Fue encontrado con vida en medio de otros ajusticiados y lo llevaron a recibir atención médica. Este sujeto vivió hasta 1975 y se dice que apareció en el programa de Ripley.

¿Por qué hay quienes sobreviven en condiciones extremas. ¿Qué les permite seguir vivos? ¿La indeclinable confianza en sus habilidades o la fe en un poder superior? ¿El cuerpo humano goza de la salvaguarda de medios de sobrevivencia de lo que sabemos muy poco, y de igual manera en que hay un escuadrón de células de emergencia que acude en nuestra defensa cuando tenemos alguna herida o sobreviene la fiebre, igualmente existen mecanismos de protección listos para servir a su propósito al momento que lo necesitamos? ¿Qué es lo que echa a andar el engranaje que aferra a la vida a las personas en situaciones al limite? ¿Reacciones químicas y enzimas programadas en el hipotálamo; la aptitud de luchar sin descanso y jamás darse por vencido, una combinación de ambas cosas? ¿Existe algo más? Toda lucha se apoya en la fe, en nuestro carácter, en nuestro ingenio, en nuestra inteligencia, en la decisión de batallar y, en algunas circunstancias, en la persistente confianza de que un milagro inesperado suceda (que llega justo a tiempo). La vida es lo más poderoso que existe en el universo. Siempre encuentra una manera, una forma de seguir, pese a todo. Esto es.

El viernes 9 de octubre de 1998 en la sección local de este rotativo se narró la odisea de una joven mujer que dio a luz en plena vía pública...

En la esquina de las calles Héroe de Nacozari y Alameda. Tras de cruzar en una panga el río Pánuco, flaqueó y ya no pudo caminar rumbo al hospital para dar alumbramiento. Almas caritativas hicieron un llamado a la Cruz Roja de Tampico, que acudió inmediatamente y ahí mismo ella recibió atención y se le cortó el cordón umbilical a un varón de dos kilos y medio. Después, se trasladó a la joven madre y su pequeña criatura sanos y salvos al hospital general "Dr. Carlos Canseco", donde ambos se recuperaron satisfactoriamente.

En realidad, no son pocas las historias de personas que han sobrevivido a situaciones extremas. La vida es una aventura.

En 2013, Mathew Allen, un chico australiano de 18 años que sufría de una enfermedad mental cuando desapareció de su casa, fue hallado dos meses después en el bosque en el que se había perdido. Con una extrema delgadez y medio ciego, se considera un milagro que este joven sobreviviera, de tomarse en cuenta la falta de alimento y sitios dónde guarecerse.

Hace ya dos décadas que un joven italiano de 14 años volvió a nacer luego de estar 43 minutos sumergido en el agua con un pie atrapado en una grieta a dos metros de profundidad, sitio del que fue rescatado por los bomberos luego de que sus compañeros de aventura fracasaron en liberarlo. Al menor de nombre Michael ya lo daban por muerto al momento de llegar a la superficie, pero “los socorristas no se rindieron, y tras lograr que el corazón volviera a funcionar lo llevaron en helicóptero al hospital san Raffaele de Milán, donde un equipo médico hizo todo lo posible para salvarlo”.

Lo sorprendente es que Michael no sufrió daños neurológicos luego de recibir la terapia de reanimación cardiotorácica vascular, y su vida es hoy como la de cualquier persona ordinaria.

En junio de 2003, Robert Ward se fracturó la cadera en un accidente donde su coche cayó a lo profundo de un desfiladero y logro sobrevivir seis días en solitario hasta que lo encontraron. Este hombre de nacionalidad estadounidense vivió con una alimentación a base de mantequilla de maní (producto altamente calórico), y usó varios paquetes de salsa para tacos que tenía en el auto. El procurarse calor significó para Ward quemar papeles que estaban en el automóvil, así como derretir nieve para convertirla en agua, y como cobija improvisó la tapicería del techo. Expertos en sobrevivencia hablan con asombro de este hecho.

Aún no existe explicación del por qué los bebés que quedaron sepultados varios días en los escombros por la acción del terremoto de 1985 lograron sobrevivir sin daño aparente. Hoy son mujeres y hombres comunes, que llevan una vida normal.

A los sobrevivientes del avionazo en Los Andes les tomaba casi un día obtener unas cuantas gotas de agua al derretir la nieve con el calor del sol que se reflejaba en un pequeño pedazo de vidrio, líquido que se repartieron en la gélida cárcel que ocuparon por espacio de setenta y dos días y los dejó marcados por tener que alimentarse con carne humana.

De acuerdo a informaciones, Wenceslao Moguel fue un militar sentenciado a muerte durante la Revolución Mexicana y en la pared de fusilamiento recibió ocho tiros más el tiro de gracia. Fue encontrado con vida en medio de otros ajusticiados y lo llevaron a recibir atención médica. Este sujeto vivió hasta 1975 y se dice que apareció en el programa de Ripley.

¿Por qué hay quienes sobreviven en condiciones extremas. ¿Qué les permite seguir vivos? ¿La indeclinable confianza en sus habilidades o la fe en un poder superior? ¿El cuerpo humano goza de la salvaguarda de medios de sobrevivencia de lo que sabemos muy poco, y de igual manera en que hay un escuadrón de células de emergencia que acude en nuestra defensa cuando tenemos alguna herida o sobreviene la fiebre, igualmente existen mecanismos de protección listos para servir a su propósito al momento que lo necesitamos? ¿Qué es lo que echa a andar el engranaje que aferra a la vida a las personas en situaciones al limite? ¿Reacciones químicas y enzimas programadas en el hipotálamo; la aptitud de luchar sin descanso y jamás darse por vencido, una combinación de ambas cosas? ¿Existe algo más? Toda lucha se apoya en la fe, en nuestro carácter, en nuestro ingenio, en nuestra inteligencia, en la decisión de batallar y, en algunas circunstancias, en la persistente confianza de que un milagro inesperado suceda (que llega justo a tiempo). La vida es lo más poderoso que existe en el universo. Siempre encuentra una manera, una forma de seguir, pese a todo. Esto es.