/ miércoles 20 de junio de 2018

Protagónicos femeninos después de los 70

Actualmente en cartelera se exhibe Cuando ellas quieren, filme estelarizado por actrices septuagenarias y, en el caso de Jane Fonda, octogenaria.

Y celebramos eso los cinéfilos porque son aristas de enorme experiencia y solvencia histriónica Si excluimos el caso extraordinario de Jessica Tandy, quien a los ochenta años recibió el Óscar por Conduciendo a la señora Daisy es infrecuente que haya buenos guiones para actrices que han sobre pasado los setenta años. Es el caso de la actriz inglesa Judi Dench, la cual en años recientes ha sido identificada como M, la jefa del espía 007 James Bond.

Con una trayectoria impresionante en el teatro (abundantemente shakespeareano), Judi Dench empero ha tenido roles muy marcados en cuanto a la calidad y explanación de su histrionismo: Té con Mussolini/ 1999, Chocolate/ 2000, Iris/ 2001 y Mrs. Henderson presenta/ 2005.

En 2006 Judi Dench demostró que en una película un actor o actriz puede estar por encima (cosa insólita) del mismo director. En Escándalo (Notes on a scandal), producción inglesa dirigida por Richard Eyre, la historia de la veterana maestra de secundaria Bárbara (Dench) que vive sola y ha desarrollado una forma perversa de conseguir amistades, el suspenso alcanza un nivel de eficacia digna incluso del mejor Polanski.

El guión escrito por Patrick Marber, acorde a la novela de Zoë Heller, transpira a ratos un aire maldito que, estupendamente matizado por la música de Philip Glass, concatena magistralmente los elementos de un filme que crispa los nervios no por su batahola de estridentismos en la edición o la narración, sino por la experimentada actuación de Judi Dench.

La profesora de arte Sheba Hart (Cate Blanchett), colega de Barbara, mantiene un romance con su alumno Steven (Andrew Simpson), de apenas 15 años. Bárbara descubre el secreto y con ello logra la confianza de Sheba y algo más: introducirse a su círculo familiar (un marido rutinario, una hija adolescente y un hijo con Síndrome de Down).

Escándalo es un filme bien estructurado, con solvencia narrativa debido a la pericia de Patrick Marber (responsable de la pieza teatral, y posterior guión, Llevados por el deseo/ 2004, de Mike Nichols) quien supo darle a la película varias vueltas de tuerca, inyectándole a la historia renovados aires de suspenso, misterio y afirmación en la psicología de la perversa Bárbara y la inestable Sheba.

Narrada con una puntual voz en off (la de Bárbara, quien lleva un diario personal), Escándalo es una mirada hacia personajes solitarios que no han sabido establecer relaciones sociales y afectivas duraderas, confiables (de allí que una de las premisas buriladas y aceptables del filme sea la de buscar el alma gemela).

El director Richard Eyre (quien ya había dirigido a Judi Dech en Iris), logra con Escándalo un filme extrañamente intimista (no en la concepción formal o estética sino más bien en la atmósfera de soledad) en especial en el personaje de Bárbara, la cual deposita en su gato tanto afecto que la muerte de éste desata el momento climático de la cinta.

Aunque el segmento final del filme está resuelto con aparente prisa, las interrogantes sobre la perversidad de Bárbara se hacen mayúsculas y acaban por estremecer en la escena final…

Actualmente en cartelera se exhibe Cuando ellas quieren, filme estelarizado por actrices septuagenarias y, en el caso de Jane Fonda, octogenaria.

Y celebramos eso los cinéfilos porque son aristas de enorme experiencia y solvencia histriónica Si excluimos el caso extraordinario de Jessica Tandy, quien a los ochenta años recibió el Óscar por Conduciendo a la señora Daisy es infrecuente que haya buenos guiones para actrices que han sobre pasado los setenta años. Es el caso de la actriz inglesa Judi Dench, la cual en años recientes ha sido identificada como M, la jefa del espía 007 James Bond.

Con una trayectoria impresionante en el teatro (abundantemente shakespeareano), Judi Dench empero ha tenido roles muy marcados en cuanto a la calidad y explanación de su histrionismo: Té con Mussolini/ 1999, Chocolate/ 2000, Iris/ 2001 y Mrs. Henderson presenta/ 2005.

En 2006 Judi Dench demostró que en una película un actor o actriz puede estar por encima (cosa insólita) del mismo director. En Escándalo (Notes on a scandal), producción inglesa dirigida por Richard Eyre, la historia de la veterana maestra de secundaria Bárbara (Dench) que vive sola y ha desarrollado una forma perversa de conseguir amistades, el suspenso alcanza un nivel de eficacia digna incluso del mejor Polanski.

El guión escrito por Patrick Marber, acorde a la novela de Zoë Heller, transpira a ratos un aire maldito que, estupendamente matizado por la música de Philip Glass, concatena magistralmente los elementos de un filme que crispa los nervios no por su batahola de estridentismos en la edición o la narración, sino por la experimentada actuación de Judi Dench.

La profesora de arte Sheba Hart (Cate Blanchett), colega de Barbara, mantiene un romance con su alumno Steven (Andrew Simpson), de apenas 15 años. Bárbara descubre el secreto y con ello logra la confianza de Sheba y algo más: introducirse a su círculo familiar (un marido rutinario, una hija adolescente y un hijo con Síndrome de Down).

Escándalo es un filme bien estructurado, con solvencia narrativa debido a la pericia de Patrick Marber (responsable de la pieza teatral, y posterior guión, Llevados por el deseo/ 2004, de Mike Nichols) quien supo darle a la película varias vueltas de tuerca, inyectándole a la historia renovados aires de suspenso, misterio y afirmación en la psicología de la perversa Bárbara y la inestable Sheba.

Narrada con una puntual voz en off (la de Bárbara, quien lleva un diario personal), Escándalo es una mirada hacia personajes solitarios que no han sabido establecer relaciones sociales y afectivas duraderas, confiables (de allí que una de las premisas buriladas y aceptables del filme sea la de buscar el alma gemela).

El director Richard Eyre (quien ya había dirigido a Judi Dech en Iris), logra con Escándalo un filme extrañamente intimista (no en la concepción formal o estética sino más bien en la atmósfera de soledad) en especial en el personaje de Bárbara, la cual deposita en su gato tanto afecto que la muerte de éste desata el momento climático de la cinta.

Aunque el segmento final del filme está resuelto con aparente prisa, las interrogantes sobre la perversidad de Bárbara se hacen mayúsculas y acaban por estremecer en la escena final…