/ miércoles 19 de septiembre de 2018

¿Qué se ve cuando se ve cine?

Cuando vemos una película, ¿cómo la vemos?, ¿qué aspectos se aprecian de ella? Quien vea un filme puede tener -y aportar- una opinión sobre la misma.

El cine es el arte más joven (rebasa apenas los cien años), el más caro en su elaboración y el que más puntos de vista genera.

Por ejemplo, cómo enfrentar, en su momento, a una cinta definitoria comoMatrix, la obra fílmica que ha revolucionado el concepto visual del cine contemporáneo. (El escritor argentino Jorge Luis Borges en 1967, al analizar la Metáfora en una conferencia en Harvard, se anticipó al espíritu deMatrix: “…en estos versos: “Desearía ser la noche para mirar tu sueño con mil ojos, percibimos la ternura del amante; sentimos que su deseo es capaz de ver al amante desde muchos puntos de vista a la vez”. Y en eso se basa la cinta actuada por Keanu Reeves: la imagen captada simultáneamente por varias cámaras.

De hecho, cada espectador es un crítico. Pero, ¿qué es la crítica? ¿En qué consiste? La mayor parte de la crítica, desde Aristóteles hasta John Dryden, es una teoría de la literatura. Quien leaPoéticade Aristóteles quizá espere un análisis de la tragedia griega y no la formulación de ciertos principios: el arte como imitación, trama como alma, el héroe trágico en una posición intermedia entre la bondad perfecta y la perversión absoluta. Con ello, el filósofo griego estaba estableciendo categorías y distinciones: la trama simple contra la compleja, las variedades del reconocimiento. Aunque no explicaba un texto ni exploraba sus niveles de significado.

EnDe lo sublime, Longino analizó uno de los poemas de Safo, pero el hálito fue legislativo: cómo lograr lo sublime, cómo no alcanzarlo, cuáles elementos de lo sublime pueden aprenderse, cuáles elementos son innatos. (EnEl arte poético, Horacio también ignora la crítica práctica.)

La crítica descriptiva, la cual está basada en el análisis de una obra literaria es relativamente nueva, empezó en 1688 conUn ensayo de dramáticade Dryden. El tipo de crítico al que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados (que examina un texto línea por línea) empezó con John Crowe Ransom y Robert Penn, quienes enfocaban casi exclusivamente la obra, ignorando el entorno histórico y la biografía del autor.

Las primeras críticas de cine también eran teóricas y reflejaban las premisas básicas de la crítica literaria. Se ha dicho que la crítica de cine se fundamenta en el análisis y rigor literarios. No en balde los mejores críticos cinematográficos son también escritores. En la crítica existe algo más que la expresión de opiniones. Dwight McDonald, quien se dedicó cuarenta años a ejercer la crítica cinematográfica, resume la función de un crítico: 1) juzgar la calidad del filme, 2) probar la calidad del filme, y 3) comparar el filme con otro, dándole su lugar en la historia del cine. Si la filosofía empieza con el asombro, como afirmaba Platón, también sucede así con la crítica cinematográfica (con un sentido de sorpresa de que las imágenes se puedan mover y el deseo de explicar cómo y por qué puede ser una obra de arte esa imagen en movimiento).

Cada espectador de cine tiene una versión heterogénea de la película vista. Oscila desde la general hasta la específica. Cada quien es portador de una opinión. Criticar no es opinar, es analizar –con juicios estéticos- el filme. Alarma leer en los diarios o revistas especializadas algunas “críticas” de películas cuando en realidad son sólo reseñas anémicas, inexactas e incompletas.

Hacer crítica de cine es, antes que nada, un ejercicio de escritura donde la capacidad como espectador cabe en estos versos de Fernando Pessoa: “Lo esencial es saber ver,/ saber ver cuando se ve,/ y no pensar cuando se ve/ ni ver cuando se piensa”. Porque el cine es una ecuación: intelecto y corazón…


Cuando vemos una película, ¿cómo la vemos?, ¿qué aspectos se aprecian de ella? Quien vea un filme puede tener -y aportar- una opinión sobre la misma.

El cine es el arte más joven (rebasa apenas los cien años), el más caro en su elaboración y el que más puntos de vista genera.

Por ejemplo, cómo enfrentar, en su momento, a una cinta definitoria comoMatrix, la obra fílmica que ha revolucionado el concepto visual del cine contemporáneo. (El escritor argentino Jorge Luis Borges en 1967, al analizar la Metáfora en una conferencia en Harvard, se anticipó al espíritu deMatrix: “…en estos versos: “Desearía ser la noche para mirar tu sueño con mil ojos, percibimos la ternura del amante; sentimos que su deseo es capaz de ver al amante desde muchos puntos de vista a la vez”. Y en eso se basa la cinta actuada por Keanu Reeves: la imagen captada simultáneamente por varias cámaras.

De hecho, cada espectador es un crítico. Pero, ¿qué es la crítica? ¿En qué consiste? La mayor parte de la crítica, desde Aristóteles hasta John Dryden, es una teoría de la literatura. Quien leaPoéticade Aristóteles quizá espere un análisis de la tragedia griega y no la formulación de ciertos principios: el arte como imitación, trama como alma, el héroe trágico en una posición intermedia entre la bondad perfecta y la perversión absoluta. Con ello, el filósofo griego estaba estableciendo categorías y distinciones: la trama simple contra la compleja, las variedades del reconocimiento. Aunque no explicaba un texto ni exploraba sus niveles de significado.

EnDe lo sublime, Longino analizó uno de los poemas de Safo, pero el hálito fue legislativo: cómo lograr lo sublime, cómo no alcanzarlo, cuáles elementos de lo sublime pueden aprenderse, cuáles elementos son innatos. (EnEl arte poético, Horacio también ignora la crítica práctica.)

La crítica descriptiva, la cual está basada en el análisis de una obra literaria es relativamente nueva, empezó en 1688 conUn ensayo de dramáticade Dryden. El tipo de crítico al que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados (que examina un texto línea por línea) empezó con John Crowe Ransom y Robert Penn, quienes enfocaban casi exclusivamente la obra, ignorando el entorno histórico y la biografía del autor.

Las primeras críticas de cine también eran teóricas y reflejaban las premisas básicas de la crítica literaria. Se ha dicho que la crítica de cine se fundamenta en el análisis y rigor literarios. No en balde los mejores críticos cinematográficos son también escritores. En la crítica existe algo más que la expresión de opiniones. Dwight McDonald, quien se dedicó cuarenta años a ejercer la crítica cinematográfica, resume la función de un crítico: 1) juzgar la calidad del filme, 2) probar la calidad del filme, y 3) comparar el filme con otro, dándole su lugar en la historia del cine. Si la filosofía empieza con el asombro, como afirmaba Platón, también sucede así con la crítica cinematográfica (con un sentido de sorpresa de que las imágenes se puedan mover y el deseo de explicar cómo y por qué puede ser una obra de arte esa imagen en movimiento).

Cada espectador de cine tiene una versión heterogénea de la película vista. Oscila desde la general hasta la específica. Cada quien es portador de una opinión. Criticar no es opinar, es analizar –con juicios estéticos- el filme. Alarma leer en los diarios o revistas especializadas algunas “críticas” de películas cuando en realidad son sólo reseñas anémicas, inexactas e incompletas.

Hacer crítica de cine es, antes que nada, un ejercicio de escritura donde la capacidad como espectador cabe en estos versos de Fernando Pessoa: “Lo esencial es saber ver,/ saber ver cuando se ve,/ y no pensar cuando se ve/ ni ver cuando se piensa”. Porque el cine es una ecuación: intelecto y corazón…