/ viernes 28 de junio de 2019

Qué susto se llevó el miedo... por nada y el anfitrión se queda afuera

Qué susto se llevó el miedo... por nada y el anfitrión se queda afuera

Gran entrega de los paraguayos que logran así, aunque perdiendo, una retirada digna.

Y cuanto más veo a los jóvenes de la “Roja" española más me sorprendo de la forma en que los clubes españoles trabajan con sus fuerzas básicas: Silvera; Martín Aguirregabiria, Unai Núñez, Jesús Vallejo, Junior Firpo, Fabián Ruiz, Marc Roca, Dani Olmo, Dani Ceballos, Fornals, Oyarzabal iniciaron por España, mientras que los galos lo hicieron con: Paul Bernardoni, Colin Dagba, Hibraima Konate, Dayopcha Upameca, Fode Toure, Lucas Tousar, Matheo Gendousi, Housem Aguar, Jeff Reine, Mateta, Mamnitamo Kone, que cayeron 1 a 4.

Y acá, en nuestro continente, solamente tuvimos un juego, este correspondiente a la Copa América, entre las selecciones de los anfitriones, Brasil, enfrentando a un aparente pichón, Paraguay, y vaya que valió el calificativo de aparente, pues semejante al México vs. Martinica de la Copa de Oro, los pichones se defendieron como gavilanes, sorprendiendo a los maravillosos brasileños, que se desesperaban viendo que sus temidas acometidas en grupo eran abortadas por el bien organizado aparato defensivo ideado por Berisso.

Brasil se paró con Alison Becker, Dani Alves, Thiago Silva, Marquinhos y Felipe Luis, en el medio campo jugó Arthur, Allan (Casemiro cumplió un juego de castigo) y Coutinho, y en el ataque aparecieron Gabriel Jesús, Firminho y Everton. Esto, que en los anteriores juegos apareció como una aplanadora de la que se dijo era el equipo que mejor juego había lucido, ahora no lució desorganizado, lo que ocurrió fue que Paraguay se paró tan bien y sus jugadores se sometieron a la más difícil disciplina, la de la defensa, siendo siempre puntuales en la cobertura, impidiendo que el endemoniado juego brasileño prosperara, lográndolo a costa de un enorme desgaste calórico, que obligaría a Berisso a realizar cambios para reforzar su zaga.

Muy semejante a lo ocurrido en el México-Martinica, en donde el gigante se comería al enano, que finalmente le salió tan escurridizo que cuando se pudo no quiso y cuando quiso ya no se pudo, Brasil miró confiado pasar el tiempo, seguro de que era imposible que Paraguay sostuviera el esfuerzo realizado para contener las constantes acometidas y, para colmo, en una falta cometida a Firmino, justo en el límite del área, evitando que encarara al único jugador que tenía enfrente, el portero, lo que generó tarjeta roja por cortar con falta una clara opción de gol.

El tiro libre se cobró con tiro que pasó desviado. Bruno Valdez entró por Santiago Arzamendia para cubrir el hueco que dejó Balbuena. Brasil insistió una y otra vez por el lado de Everton que, logrando escapar a los contrarios, no conseguía precisión en sus centros, y el potente disparo exhibido en los juegos anteriores hoy le fue secado completamente por sus marcadores. El tiempo transcurría sin que Brasil consiguiera vencer la barrera que Berisso les plantó, entrando Willian, extraordinario jugador que nos tenía acostumbrados a verlo como titular, pero que con Tite solamente ha podido jugar minutos, siendo hoy el jugador que creó las mayores opciones de gol con sus constantes llegadas a fondo, culminadas por remates fallidos de sus compañeros, incluso la acción más clara de gol, estuvo en su botín izquierdo, del que salió un disparo raso desde fuera del área que fue a estrellarse a la base del poste derecho del portero.

Ya en la desesperación, Tite, que tampoco ve con buenos ojos a David Neres que actualmente la está rompiendo en el Ajax, así como tampoco al habilidoso Richarlison, el primero que juega pegado a la banda izquierda y el segundo que se mueve indistintamente por izquierda y derecha, que tuvieron buenas actuaciones en los primeros juegos y, que hoy, cuando Dani Alves ya no era necesario porque no tenía a quién marcar, los dos jugadores mencionados bien podían haber cubierto ese espacio, decidiéndose Tite por Lucas Paqueta que no hizo gran cosa y, por Willian que finalmente se constituyó en el hombre más peligroso, desde una posición que no es la que mejor domina.

Con todo Brasil encima, un buen centro de Everton es rematado con un certero cabezazo a muy corta distancia, apareciendo la figura de Fernández para echar por encima el balón cuando ya todos cantábamos el gol. Y todo continuó igual hasta que el árbitro pitó el final después de haber concedido 7 minutos de tiempo. Paraguay escogió cobrar primero en la tanda de penales, correspondiendo a Gustavo Gómes abrir, para que Alisson desviara el cobro... Vino Willian por Brasil y puso el uno-cero, Almiró emparejó y Marquinhos aumento para Brasil... Bruno Valdez acertó... Coutinho hizo lo propio... Rojas también... Firmino erró empatándose la serie, pero Derlis González erró su tiro para que Gabriel Jesús sentenciara el marcador. Brasil avanza y Paraguay se va a casa.

Hasta pronto amigo.

Qué susto se llevó el miedo... por nada y el anfitrión se queda afuera

Gran entrega de los paraguayos que logran así, aunque perdiendo, una retirada digna.

Y cuanto más veo a los jóvenes de la “Roja" española más me sorprendo de la forma en que los clubes españoles trabajan con sus fuerzas básicas: Silvera; Martín Aguirregabiria, Unai Núñez, Jesús Vallejo, Junior Firpo, Fabián Ruiz, Marc Roca, Dani Olmo, Dani Ceballos, Fornals, Oyarzabal iniciaron por España, mientras que los galos lo hicieron con: Paul Bernardoni, Colin Dagba, Hibraima Konate, Dayopcha Upameca, Fode Toure, Lucas Tousar, Matheo Gendousi, Housem Aguar, Jeff Reine, Mateta, Mamnitamo Kone, que cayeron 1 a 4.

Y acá, en nuestro continente, solamente tuvimos un juego, este correspondiente a la Copa América, entre las selecciones de los anfitriones, Brasil, enfrentando a un aparente pichón, Paraguay, y vaya que valió el calificativo de aparente, pues semejante al México vs. Martinica de la Copa de Oro, los pichones se defendieron como gavilanes, sorprendiendo a los maravillosos brasileños, que se desesperaban viendo que sus temidas acometidas en grupo eran abortadas por el bien organizado aparato defensivo ideado por Berisso.

Brasil se paró con Alison Becker, Dani Alves, Thiago Silva, Marquinhos y Felipe Luis, en el medio campo jugó Arthur, Allan (Casemiro cumplió un juego de castigo) y Coutinho, y en el ataque aparecieron Gabriel Jesús, Firminho y Everton. Esto, que en los anteriores juegos apareció como una aplanadora de la que se dijo era el equipo que mejor juego había lucido, ahora no lució desorganizado, lo que ocurrió fue que Paraguay se paró tan bien y sus jugadores se sometieron a la más difícil disciplina, la de la defensa, siendo siempre puntuales en la cobertura, impidiendo que el endemoniado juego brasileño prosperara, lográndolo a costa de un enorme desgaste calórico, que obligaría a Berisso a realizar cambios para reforzar su zaga.

Muy semejante a lo ocurrido en el México-Martinica, en donde el gigante se comería al enano, que finalmente le salió tan escurridizo que cuando se pudo no quiso y cuando quiso ya no se pudo, Brasil miró confiado pasar el tiempo, seguro de que era imposible que Paraguay sostuviera el esfuerzo realizado para contener las constantes acometidas y, para colmo, en una falta cometida a Firmino, justo en el límite del área, evitando que encarara al único jugador que tenía enfrente, el portero, lo que generó tarjeta roja por cortar con falta una clara opción de gol.

El tiro libre se cobró con tiro que pasó desviado. Bruno Valdez entró por Santiago Arzamendia para cubrir el hueco que dejó Balbuena. Brasil insistió una y otra vez por el lado de Everton que, logrando escapar a los contrarios, no conseguía precisión en sus centros, y el potente disparo exhibido en los juegos anteriores hoy le fue secado completamente por sus marcadores. El tiempo transcurría sin que Brasil consiguiera vencer la barrera que Berisso les plantó, entrando Willian, extraordinario jugador que nos tenía acostumbrados a verlo como titular, pero que con Tite solamente ha podido jugar minutos, siendo hoy el jugador que creó las mayores opciones de gol con sus constantes llegadas a fondo, culminadas por remates fallidos de sus compañeros, incluso la acción más clara de gol, estuvo en su botín izquierdo, del que salió un disparo raso desde fuera del área que fue a estrellarse a la base del poste derecho del portero.

Ya en la desesperación, Tite, que tampoco ve con buenos ojos a David Neres que actualmente la está rompiendo en el Ajax, así como tampoco al habilidoso Richarlison, el primero que juega pegado a la banda izquierda y el segundo que se mueve indistintamente por izquierda y derecha, que tuvieron buenas actuaciones en los primeros juegos y, que hoy, cuando Dani Alves ya no era necesario porque no tenía a quién marcar, los dos jugadores mencionados bien podían haber cubierto ese espacio, decidiéndose Tite por Lucas Paqueta que no hizo gran cosa y, por Willian que finalmente se constituyó en el hombre más peligroso, desde una posición que no es la que mejor domina.

Con todo Brasil encima, un buen centro de Everton es rematado con un certero cabezazo a muy corta distancia, apareciendo la figura de Fernández para echar por encima el balón cuando ya todos cantábamos el gol. Y todo continuó igual hasta que el árbitro pitó el final después de haber concedido 7 minutos de tiempo. Paraguay escogió cobrar primero en la tanda de penales, correspondiendo a Gustavo Gómes abrir, para que Alisson desviara el cobro... Vino Willian por Brasil y puso el uno-cero, Almiró emparejó y Marquinhos aumento para Brasil... Bruno Valdez acertó... Coutinho hizo lo propio... Rojas también... Firmino erró empatándose la serie, pero Derlis González erró su tiro para que Gabriel Jesús sentenciara el marcador. Brasil avanza y Paraguay se va a casa.

Hasta pronto amigo.