En todas partes del mundo la prensa amarillista suele distorsionar la realidad
Karim Benzemá, ariete de los merengues del Real Madrid, debía ser marginado de la selección francesa, ahora campeona del mundo, porque incomodaba a un político importante, pero para evitar mezclar política con deporte, se distorsionó la noticia de un suceso familiar en el que un matrimonio era chantajeado por Balbuena, un jugador de la selección gala, en manos de quien calló un video porno que decidió editar el mencionado matrimonio que lleva estrecha amistad con Karim, al cual le hicieron saber del chantaje. Karim, amigo de Balbuena, pidió al matrimonio aquel, le permitieran negociar con el chantajista para que entregara el comprometedor video, seguro de que lo lograría. Pero aquello se hizo público y como suele suceder, el perjudicado siempre es el que intenta meter paz. Todo se distorsionó y, ahora aparecía una nueva versión, en la que se involucraba a una menor de edad, etc., etc.,
Movilizados por el Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia, el delantero Rachid Mekhloufi y 31 futbolistas argelinos más, renunciaron a los equipos franceses en los que jugaban para formar una “selección nacional” que impulsara e hiciera visible a escala internacional la batalla por la independencia de su país. Esto ocurría en 1958. Arribi, entrenador del Avignon Football 84 y Kermali, atacante del Olympique Lyonnais, sin aviso previo le caen a Rachid Meckhloufi, el prodigio de 21 años del As Saint-Etienne. Rachid era equivalente al Mbappé actual. El joven atcante, admirador de sus dos visitantes desde que era niño, oriundos todos de la ciudad argelina de Sétif.
Haciéndole saber al joven, que su visita no era para hablar de futbol, le revelan que pertenecen al Frente de Liberación Nacional de Argelia, al que el gobierno frncés considera terrorista, “contempla su participación en una misión de la más alta importancia”. Pasamos por ti el domingo despues de tu partido contra el Beziers, se acabó tu carrera en Francia, te espera otra mucho más noble. A las once de la noche, el grupo alcanza en Lausana a otros dos conspiradores, Said Brahimi, atacante del Toulouse Football Club y, a Mohamed Boumezrag, futbolista retirado y cerebro de todo el operativo.
En Roma los esperan los demás integrantes del complot, Hammadi Khaldi, Abderrahmane Boubekeur, Abdelaziz Ben Tifour, Amar Rouai, Kadour Bekhloufi y Mustafaitouni, quienes también se escabulleron de sus clubes para responder a la convocatoria del FLN. Mientras festejaban el éxito de la primera parte de su epopeya en el tren nocturno. La noticia de la desaparición coordinada de nueve célebres futbolistas argelinos sacude todas las redacciones de los periódicos franceses. El escándalo se torna mayor con la llegada de los fugitivos a Túnez.
Decenas de reporteros galos toman por asalto al hotel Majestic, en donde se encuentran los jugadores, improvisándose una rueda de prensa. Un miembro del Gobierno Provisional Revolucionario Argelino anuncia oficialmente la creación del Equipo Nacional de Futbol de Argelia. Los jugadores son presentados como patriotas dispuestos a sacrificarlo todo por su país. Provocador, Kaci agrega: Nuestro equipo de futbol va a jugar un papel capital en la eclosión de una identidad nacional argelina.
En un comunicado, la Federación francesa de Futbol condena a los once independentistas, los contratos de los jugadores son rotos por sus clubes, los hijos eméritos de Francia, modelos de integración, se convierten en “viles traidores”, “musulmanes felones” y “terroristas”, “ayer franceses, hoy, fellaghas”... Fellagha -chusma, criminal- es una palabra árabe, sumamente insultante, que periodistas y políticos galos usan para referirse a los guerrilleros independentistas argelinos, restando cualquier carácter ideológico a su lucha... Karim Mostafa Benzemá, de origen argelino, fue separado de la selección francesa por cuestiones políticas, de las cuales ni Deschamps pudo siquiera opinar nada. Finalmente, la selección francesa se coronó sin Karim, pero estoy seguro de que con él los galos hubieran lucido más convincentes, como lo fueron los galos de Zinedine Zidane.
Se está haciendo costumbre que la indisciplina de los jugadores eche por tierra el espectáculo al ser expulsados. Son varios ya los partidos en los que muy temprano se echa a perder el juego por la salida de un jugador. Esto acaba con el equilibrio de fuerzas, al inclinarse la balanza en favor del que cuenta con ventaja numérica, más en esta ocasión en la que es de suponer que Cruz Azul cuenta con una mucho mejor plantilla que el Zacatepec. Simplemente la diferente categoría en que se desenvuelve, marca favorita a la Máquina. Esto desmerece al espectáculo, pues ahora que podemos disfrutar de unos mejorados cementeros, el árbitro o los jugadores tiran por la borda el espectáculo. Esto resta mérito a la buena marcha de la Máquina, que a diez contrarios de la categoría inferior apenas logró anotarles dos goles y, uno de ellos en el límite del tiempo.
Hasta pronto amigo.
