/ sábado 9 de marzo de 2019

¿Quién era Fouché?

Ya he contado en anteriores colaboraciones la poderosa influencia que en nuestra generación tuvo la escritura del historiador alemán, Stefan Zweig...

Premio Nobel de Literatura, autor de las biografías de literatos importantes como Hermann Hesse, creador de "El Lobo Estepario" y "Demián", entre otras novelas trascendentes; pero ninguna como "El Lobo Estepario" que impactó tanto a la juventud europea y latinoamericana que después de haber superado con dificultades los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial que implicó la destrucción de media Europa, París incluida, que proyectaba en el horizonte la negra imagen de que el triunfador de ésta irracional conflagración sería Adolfo Hitler. No fue así.

Afortunadamente la historia en sus momentos de mayor crisis recupera la conciencia y pone a funcionar a los mejores hombres con los que cuenta la humanidad para que por encima del desconsuelo en el que pudieran haber caído por la condición humana, llena de envidia, odio, mediocridad, ignorancia y vulgaridad; salgan adelante, tomen las riendas, luchen, triunfen y recuperen para los vencidos la fe que ellos, -los salvadores- nunca han extraviado y que los mantiene con vida y que consiste en la convicción inequívoca de que el bien existe; y de que si el hombre salva una vida, salva el mundo.

Stefan Zweig se adelantó y equivocó el pronóstico sobre lo que Hitler pretendía en el mundo, fue tanto el impacto que le causó a este sensible escritor y a su esposa (otra destacada escritora judía como Stefan) que buscando escapar del holocausto se instalaron en Brasil, donde al enterarse de los horrores como fueron cremados los judíos decidieron por mutuo acuerdo quitarse la vida simultáneamente en un pacto en el cual seguirían unidos en el más allá.

Stefan publicó las vidas de: Sigmund Freud, Napoleón, las dinastías de los Luises, que gobernaron a Francia hasta que la guillotina de la Revolución Francesa los puso en su sitio del cual ya nunca se levantaron. Ejemplo que no siguieron los demás países europeos porque siguen conservando en sus nomenclaturas oficiales las monarquías ociosas y buenas para nada, como lo son las de España, Inglaterra, Suecia y otras más, que llevan una vida en la que no existe preocupación alguna por los vaivenes de la economía mundial en virtud de que lo primero que se incluye en el presupuesto de egresos de éstos países que cargan con monarcas holgazanes, es la voluminosa nómina que gastan en su vida pantagruélica, que a pesar de los excesos caen después víctima de la anorexia, como el caso de la princesa Letizia de España que luce una figura esquelética propia de una adolecente que camina sin rumbo por una calle miserable de Calcuta.

La biografía más valiosa que todos los jóvenes estudiantes de los 70's teníamos como lectura obligatoria era la que Stefan Zweig había escrito sobre José Fouché, Duque de Otranto, jefe de policía de Napoleón en sus etapas de gobierno como estadista y después como emperador. Fouché fue un personaje tan importante en ese proceso social interno en la vida francesa, que su apelativo Fouché, es actualmente utilizado como un ícono del mal, de lo tenebroso, lo oculto, la infidencia y el espionaje.

Fouché todas las mañanas al llegar a su oficina exigía que hubiera un reporte detallado de todo lo que había pasado en la corte que consistía en quien había dormido en la cama de otro o de otra, tratárase de una esposa de algún miembro de la corte o de algún efebo que le proporcionara placer a un funcionario del alto nivel del mando napoleónico: "Sobrevivo gracias a que sé todo lo que me importa y lo que no me importa", ésa era la confesión que le hacía a su esposa, Fouché, cuando llegaba a su casa y calmaba la angustia de su segunda esposa (La Duquesa de Otranto de quien heredó la nobleza) cuando le preguntaba cómo era posible que no le hubieran cortado la cabeza.

En la biografía sobre Fouché, Stefan Zweig describe con una nitidez palmaria "El 18 Brumario", es decir, la fecha exacta en el calendario gregoriano del día en el calendario napoleónico, que el directorio ejecutivo de la Revolución Francesa que gobernaba ese país dió un sorprendente golpe de estado contando con el apoyo popular y del ejército que estaba deslumbrado por las hazañas y capacidades en las diferentes campañas de las guerras de sus generales vencedores.

Ese día fue convocado con carácter de urgencia el consejo de ancianos, para tratar una conspiración de los jacobinos y el consejo tomó el acuerdo por motivos de seguridad de trasladarse a otra ciudad de Francia, pero Napoleón Bonaparte les ganó el parpadeo y al frente del ejército que lo aclamaba, secuestró a la asamblea con el apoyo popular de París.

Aprovechando las intrigas y las divisiones de competencia entre los aparatos legislativo y ejecutivo del estado consiguió que los diputados franceses nombraran cónsules de Francia provisionales a Sieyes y a él mismo.

De este modo se preparó la reforma constitucional y se tomaron las medidas para asegurar el órden social en el país; en ése órden Napoleón Bonaparte aumentó su popularidad y gracias a sus continuas apariciones públicas donde era llamado "El Salvador de la Patria" pese a que existían tres cónsules por orden alfabético. Napoleón consumó el golpe de estado. Por lo tanto el 18 Brumario es el símbolo permanente de lo que significa un golpe de estado.

Carlos Marx, fundado en ésta experiencia escribió su obra titulada "El 18 Brumario de Luis Bonaparte", relacionando el momento histórico con el concepto de "Cesarismo", entendido esto último como la enorme e innecesaria parafernalia de lujo y poder en que se hundieron los Cesares y perdieron el poder en Roma. José Fouché, a quien Stefan Zweig denomino en su biografía como el genio tenebroso murió en su cama de una enfermedad natural, rodeado de lujos e influencia que siempre conservo, mientras que los hombres a los que sirvió y que después se convirtieron en sus enemigos como Napoleón, Robespierre, Murat, Danton, y los enciclopedistas Francés cayeron o víctimas de la traición, o murieron en las frías masmorras de las cárceles francesas de aquella época.

COMO DATO: Muy pronto en Tampico terminaremos definitivamente con el tema de la basura que durante el trienio pasado alcanzó niveles alarmantes en el centro de la ciudad. El presidente municipal Chucho Nader tiene como plan central de su mandato resolver de forma definitiva la basura que los tampiqueños arrojamos en las calles y que en estos días se levanta para irse a un sitio especializado para recibir este tipo de desechos en Altamira, Tamaulipas.

Chucho Nader tiene como proyecto fundamental de su mandato construir la central de transferencia de basura que consiste en un sistema moderno para limpiar la ciudad y depositar los desechos de una forma más impecable sin que vaya dejando un tiradero como actualmente sucede en su traslado a los terrenos de Altamira. Muy pronto daremos a conocer los avances que en esta materia el Ayuntamiento de Tampico pondrá en servicio para sus habitantes.

e-mail.- notario177@msn.com


Ya he contado en anteriores colaboraciones la poderosa influencia que en nuestra generación tuvo la escritura del historiador alemán, Stefan Zweig...

Premio Nobel de Literatura, autor de las biografías de literatos importantes como Hermann Hesse, creador de "El Lobo Estepario" y "Demián", entre otras novelas trascendentes; pero ninguna como "El Lobo Estepario" que impactó tanto a la juventud europea y latinoamericana que después de haber superado con dificultades los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial que implicó la destrucción de media Europa, París incluida, que proyectaba en el horizonte la negra imagen de que el triunfador de ésta irracional conflagración sería Adolfo Hitler. No fue así.

Afortunadamente la historia en sus momentos de mayor crisis recupera la conciencia y pone a funcionar a los mejores hombres con los que cuenta la humanidad para que por encima del desconsuelo en el que pudieran haber caído por la condición humana, llena de envidia, odio, mediocridad, ignorancia y vulgaridad; salgan adelante, tomen las riendas, luchen, triunfen y recuperen para los vencidos la fe que ellos, -los salvadores- nunca han extraviado y que los mantiene con vida y que consiste en la convicción inequívoca de que el bien existe; y de que si el hombre salva una vida, salva el mundo.

Stefan Zweig se adelantó y equivocó el pronóstico sobre lo que Hitler pretendía en el mundo, fue tanto el impacto que le causó a este sensible escritor y a su esposa (otra destacada escritora judía como Stefan) que buscando escapar del holocausto se instalaron en Brasil, donde al enterarse de los horrores como fueron cremados los judíos decidieron por mutuo acuerdo quitarse la vida simultáneamente en un pacto en el cual seguirían unidos en el más allá.

Stefan publicó las vidas de: Sigmund Freud, Napoleón, las dinastías de los Luises, que gobernaron a Francia hasta que la guillotina de la Revolución Francesa los puso en su sitio del cual ya nunca se levantaron. Ejemplo que no siguieron los demás países europeos porque siguen conservando en sus nomenclaturas oficiales las monarquías ociosas y buenas para nada, como lo son las de España, Inglaterra, Suecia y otras más, que llevan una vida en la que no existe preocupación alguna por los vaivenes de la economía mundial en virtud de que lo primero que se incluye en el presupuesto de egresos de éstos países que cargan con monarcas holgazanes, es la voluminosa nómina que gastan en su vida pantagruélica, que a pesar de los excesos caen después víctima de la anorexia, como el caso de la princesa Letizia de España que luce una figura esquelética propia de una adolecente que camina sin rumbo por una calle miserable de Calcuta.

La biografía más valiosa que todos los jóvenes estudiantes de los 70's teníamos como lectura obligatoria era la que Stefan Zweig había escrito sobre José Fouché, Duque de Otranto, jefe de policía de Napoleón en sus etapas de gobierno como estadista y después como emperador. Fouché fue un personaje tan importante en ese proceso social interno en la vida francesa, que su apelativo Fouché, es actualmente utilizado como un ícono del mal, de lo tenebroso, lo oculto, la infidencia y el espionaje.

Fouché todas las mañanas al llegar a su oficina exigía que hubiera un reporte detallado de todo lo que había pasado en la corte que consistía en quien había dormido en la cama de otro o de otra, tratárase de una esposa de algún miembro de la corte o de algún efebo que le proporcionara placer a un funcionario del alto nivel del mando napoleónico: "Sobrevivo gracias a que sé todo lo que me importa y lo que no me importa", ésa era la confesión que le hacía a su esposa, Fouché, cuando llegaba a su casa y calmaba la angustia de su segunda esposa (La Duquesa de Otranto de quien heredó la nobleza) cuando le preguntaba cómo era posible que no le hubieran cortado la cabeza.

En la biografía sobre Fouché, Stefan Zweig describe con una nitidez palmaria "El 18 Brumario", es decir, la fecha exacta en el calendario gregoriano del día en el calendario napoleónico, que el directorio ejecutivo de la Revolución Francesa que gobernaba ese país dió un sorprendente golpe de estado contando con el apoyo popular y del ejército que estaba deslumbrado por las hazañas y capacidades en las diferentes campañas de las guerras de sus generales vencedores.

Ese día fue convocado con carácter de urgencia el consejo de ancianos, para tratar una conspiración de los jacobinos y el consejo tomó el acuerdo por motivos de seguridad de trasladarse a otra ciudad de Francia, pero Napoleón Bonaparte les ganó el parpadeo y al frente del ejército que lo aclamaba, secuestró a la asamblea con el apoyo popular de París.

Aprovechando las intrigas y las divisiones de competencia entre los aparatos legislativo y ejecutivo del estado consiguió que los diputados franceses nombraran cónsules de Francia provisionales a Sieyes y a él mismo.

De este modo se preparó la reforma constitucional y se tomaron las medidas para asegurar el órden social en el país; en ése órden Napoleón Bonaparte aumentó su popularidad y gracias a sus continuas apariciones públicas donde era llamado "El Salvador de la Patria" pese a que existían tres cónsules por orden alfabético. Napoleón consumó el golpe de estado. Por lo tanto el 18 Brumario es el símbolo permanente de lo que significa un golpe de estado.

Carlos Marx, fundado en ésta experiencia escribió su obra titulada "El 18 Brumario de Luis Bonaparte", relacionando el momento histórico con el concepto de "Cesarismo", entendido esto último como la enorme e innecesaria parafernalia de lujo y poder en que se hundieron los Cesares y perdieron el poder en Roma. José Fouché, a quien Stefan Zweig denomino en su biografía como el genio tenebroso murió en su cama de una enfermedad natural, rodeado de lujos e influencia que siempre conservo, mientras que los hombres a los que sirvió y que después se convirtieron en sus enemigos como Napoleón, Robespierre, Murat, Danton, y los enciclopedistas Francés cayeron o víctimas de la traición, o murieron en las frías masmorras de las cárceles francesas de aquella época.

COMO DATO: Muy pronto en Tampico terminaremos definitivamente con el tema de la basura que durante el trienio pasado alcanzó niveles alarmantes en el centro de la ciudad. El presidente municipal Chucho Nader tiene como plan central de su mandato resolver de forma definitiva la basura que los tampiqueños arrojamos en las calles y que en estos días se levanta para irse a un sitio especializado para recibir este tipo de desechos en Altamira, Tamaulipas.

Chucho Nader tiene como proyecto fundamental de su mandato construir la central de transferencia de basura que consiste en un sistema moderno para limpiar la ciudad y depositar los desechos de una forma más impecable sin que vaya dejando un tiradero como actualmente sucede en su traslado a los terrenos de Altamira. Muy pronto daremos a conocer los avances que en esta materia el Ayuntamiento de Tampico pondrá en servicio para sus habitantes.

e-mail.- notario177@msn.com