/ sábado 20 de abril de 2019

Realidad superior

Realidad superior

Observadores sostienen que los momentos de espiritualidad pueden ser identificados por intermedio de un escaneo de imágenes para mapear cerebros.

Ahora es factible localizar la región donde se dan estas manifestaciones. Por tanto, la “realidad superior” descrita por místicos y religiosos podría ser real, tan cierta como una fotografía que pueda ser vista.

Está comprobado que en los instantes más intensos de oración y meditación el flujo sanguíneo se reduce considerablmeente en el lóbulo parietal izquierdo, región que se encarga de trazar la frontera entre el yo físico y el resto de la existencia. ¿Será este descubrimiento una posible entrada instantánea a la trascendencia mística? Y más aún ¿por intermedio de la creación de fármacos se podrán estimular zonas del cerebro donde se cree está la base biológica de la religión?

Hipotéticamente, la intensa espiritualidad a la que acceden personas místicas o religiosas gracias a la oracion y meditacion, pudieran ser experimentados instantáneamente por quien así lo quiera, con solo tomar una sustancia determinada. Pero ¿Tiene mayor validez o mérito lograr un estado de iluminacion mística al ingerir una píldora, que la aventura de vivir una serie de experiencias que moldean la existencia? Los valores representados por la urgencia del futuro y la rapidez que caracteriza a nuestra cultura tecnológica nos ponen ante un auténtico reto.

La costumbre de equiparar lo rápido con lo mejor al parecer afecta ya a valores como la posibilidad de lograr una percepcion instantánea de una “realidad superior” por intermedio de una ayuda química.

NOTA DEL DÍA – A mi entender, Semana Santa es la oportunidad de convivir con nuestros seres queridos. Es el momento para reconectarnos con nuestros sentimientos y los amigos. Pese a la brevedad de la existencia, usualmente tenemos el tiempo suficiente para lograr lo que queremos, siempre y cuando sepamos aprovechar cada instante. El secreto está en dejar que la Madre Naturaleza sea el antídoto contra el mundo altamente tecnificado y programado. Entre las actividades que se me ocurren para esta semana, sobre todo para la gente joven, se encuentran la lectura de libros inspiradores; reunirse en grupo para entrevistarse con los diputados y los aspirantes a estos cargos, para exponerles los problemas que existen y alternativas de solución; organizar una visita a un asilo de ancianos y llevarles pastel y refrescos; emplearse en centros turísticos como meseros, acomodadores de automóviles, etc, etc, etc; dedicarse a observar a quienes acuden a mirar al lagarto de la laguna del Carpintero; perdonar a la gente que nos ha hecho daño, y demostrar cariño y dedicarles tiempo a las personas que amamos.

Realidad superior

Observadores sostienen que los momentos de espiritualidad pueden ser identificados por intermedio de un escaneo de imágenes para mapear cerebros.

Ahora es factible localizar la región donde se dan estas manifestaciones. Por tanto, la “realidad superior” descrita por místicos y religiosos podría ser real, tan cierta como una fotografía que pueda ser vista.

Está comprobado que en los instantes más intensos de oración y meditación el flujo sanguíneo se reduce considerablmeente en el lóbulo parietal izquierdo, región que se encarga de trazar la frontera entre el yo físico y el resto de la existencia. ¿Será este descubrimiento una posible entrada instantánea a la trascendencia mística? Y más aún ¿por intermedio de la creación de fármacos se podrán estimular zonas del cerebro donde se cree está la base biológica de la religión?

Hipotéticamente, la intensa espiritualidad a la que acceden personas místicas o religiosas gracias a la oracion y meditacion, pudieran ser experimentados instantáneamente por quien así lo quiera, con solo tomar una sustancia determinada. Pero ¿Tiene mayor validez o mérito lograr un estado de iluminacion mística al ingerir una píldora, que la aventura de vivir una serie de experiencias que moldean la existencia? Los valores representados por la urgencia del futuro y la rapidez que caracteriza a nuestra cultura tecnológica nos ponen ante un auténtico reto.

La costumbre de equiparar lo rápido con lo mejor al parecer afecta ya a valores como la posibilidad de lograr una percepcion instantánea de una “realidad superior” por intermedio de una ayuda química.

NOTA DEL DÍA – A mi entender, Semana Santa es la oportunidad de convivir con nuestros seres queridos. Es el momento para reconectarnos con nuestros sentimientos y los amigos. Pese a la brevedad de la existencia, usualmente tenemos el tiempo suficiente para lograr lo que queremos, siempre y cuando sepamos aprovechar cada instante. El secreto está en dejar que la Madre Naturaleza sea el antídoto contra el mundo altamente tecnificado y programado. Entre las actividades que se me ocurren para esta semana, sobre todo para la gente joven, se encuentran la lectura de libros inspiradores; reunirse en grupo para entrevistarse con los diputados y los aspirantes a estos cargos, para exponerles los problemas que existen y alternativas de solución; organizar una visita a un asilo de ancianos y llevarles pastel y refrescos; emplearse en centros turísticos como meseros, acomodadores de automóviles, etc, etc, etc; dedicarse a observar a quienes acuden a mirar al lagarto de la laguna del Carpintero; perdonar a la gente que nos ha hecho daño, y demostrar cariño y dedicarles tiempo a las personas que amamos.