/ miércoles 11 de abril de 2018

Revelar los nombres

Previamente al debate electoral de las candidaturas presidenciales de 2018, que se llevará a cabo el 22 de abril en la CDMX, a mí me gustaría que todos y cada uno de los participantes revelaran los nombres...

Si no de todas y todos los que posiblemente formen su gabinete presidencial, sí de quienes ocupen puestos clave, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Los representantes del PRI, Jose Antonio Meade; del PAN, Ricardo Anaya; y la candidata independiente, Margarita Zavala (más lo que se acumule de acuerdo a la Suprema Corte de Justicia), se muestran sigilosos a este respecto. Sólo AMLO, candidato de Morena, se manifestó en su precampaña acerca de las ocho mujeres y ocho hombres que conformarán su posible gabinete, de ser electo mandatario. En la Secretaría de Hacienda está Carlos Manuel Urzúa, secretario de finanzas del Distrito Federal entre 2000 y 2003.

Federal entre 2000 y 2003. A mi juicio, es fuente de tranquilidad que los candidatos se presenten a debatir después de haber dicho quiénes podrían acompañarlos para cumplir sus promesas de campaña. Esto para librarse de la impresión de que se juega al juego de las sillas”, y dando seguridad sobre la trayectoria pública e historial de los escogidos para despachar en la Secretaría de Gobernación, Relaciones Exteriores y la PGR, que junto con la Presidencia de la República están sometidos a un rígido escrutinio, sobre todo en los centros de poder en Washington

Yo creo que para bien de la república, para tranquilidad de las mexicanas y mexicanos es indispensable poner a consideración pública quienes dirigirán el Gabinete Económico. Por un lado, para demostrar que la economía no será la “sopa” de siempre, ni siquiera con diferentes fichas como se estila en las partidas de domino. Y por el otro, como aval de que se ejerce en estricto apego a las reglas que impone la indispensable transparencia administrativa y republicana.

Durante los últimos 26 años en el gabinete económico de los gobiernos de la república ha aparecido la denominada “familia política”, grupo de eminente integración tecnocrática que tradicionalmente se muestra como los únicos poseedores de la experiencia, eficacia y sabiduría en el quehacer público

El nombramiento del secretario de Hacienda, por tanto, es un claro signo de continuidad de las políticas económicas instrumentadas por Carlos Salinas de Gortari, desde que éste despachaba en la Secretaría de Programación (SPP), durante la presidencia de Miguel de la Madrid. Esto fue debidamente corroborado por Vicente Fox, cuando en su primer mensaje oficial a la nacion advirtió que “Con las variables macroeconómicas no vamos a jugar. Vamos a actuar con plena disciplina(…) Mantendremos la estabilidad macroeconómica porque representa el orden, sin el cual lo ganado se pierde. Pero trabajaremos para convertirla en beneficios tangibles y concretos, en los bolsillos de cada mexicana y cada mexicano

Previamente al debate electoral de las candidaturas presidenciales de 2018, que se llevará a cabo el 22 de abril en la CDMX, a mí me gustaría que todos y cada uno de los participantes revelaran los nombres...

Si no de todas y todos los que posiblemente formen su gabinete presidencial, sí de quienes ocupen puestos clave, por ejemplo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Los representantes del PRI, Jose Antonio Meade; del PAN, Ricardo Anaya; y la candidata independiente, Margarita Zavala (más lo que se acumule de acuerdo a la Suprema Corte de Justicia), se muestran sigilosos a este respecto. Sólo AMLO, candidato de Morena, se manifestó en su precampaña acerca de las ocho mujeres y ocho hombres que conformarán su posible gabinete, de ser electo mandatario. En la Secretaría de Hacienda está Carlos Manuel Urzúa, secretario de finanzas del Distrito Federal entre 2000 y 2003.

Federal entre 2000 y 2003. A mi juicio, es fuente de tranquilidad que los candidatos se presenten a debatir después de haber dicho quiénes podrían acompañarlos para cumplir sus promesas de campaña. Esto para librarse de la impresión de que se juega al juego de las sillas”, y dando seguridad sobre la trayectoria pública e historial de los escogidos para despachar en la Secretaría de Gobernación, Relaciones Exteriores y la PGR, que junto con la Presidencia de la República están sometidos a un rígido escrutinio, sobre todo en los centros de poder en Washington

Yo creo que para bien de la república, para tranquilidad de las mexicanas y mexicanos es indispensable poner a consideración pública quienes dirigirán el Gabinete Económico. Por un lado, para demostrar que la economía no será la “sopa” de siempre, ni siquiera con diferentes fichas como se estila en las partidas de domino. Y por el otro, como aval de que se ejerce en estricto apego a las reglas que impone la indispensable transparencia administrativa y republicana.

Durante los últimos 26 años en el gabinete económico de los gobiernos de la república ha aparecido la denominada “familia política”, grupo de eminente integración tecnocrática que tradicionalmente se muestra como los únicos poseedores de la experiencia, eficacia y sabiduría en el quehacer público

El nombramiento del secretario de Hacienda, por tanto, es un claro signo de continuidad de las políticas económicas instrumentadas por Carlos Salinas de Gortari, desde que éste despachaba en la Secretaría de Programación (SPP), durante la presidencia de Miguel de la Madrid. Esto fue debidamente corroborado por Vicente Fox, cuando en su primer mensaje oficial a la nacion advirtió que “Con las variables macroeconómicas no vamos a jugar. Vamos a actuar con plena disciplina(…) Mantendremos la estabilidad macroeconómica porque representa el orden, sin el cual lo ganado se pierde. Pero trabajaremos para convertirla en beneficios tangibles y concretos, en los bolsillos de cada mexicana y cada mexicano