/ miércoles 28 de marzo de 2018

Revolución genética

Los descubrimientos científicos y tecnológicos nos aproximan cada vez más al mundo “fantástico” del escritor George Orwell, que podría ser real, mucho más de lo que se imagina.

Orwell plasmó un escenario apocalíptico en su célebre libro 1984, en el que analizó los dilemas de vivir en una sociedad de estratos definidos y bajo el feroz control del Big Brother o Gran Hermano.

Hermano. El pensamiento de Orwell está a punto de ser real actualmente. Hoy es posible entrar en lo más íntimo de la vida a nivel celular, o sea, la síntesis y obtención artificial de organismos vivientes. Y ahora mismo no hay obstáculos técnicos para comenzar a experimentar con seres humanos.

La ingeniería genética es lo más parecido a una revolución silenciosa. El sugerir que es técnicamente posible combinar los genes de un pez y una res para obtener jugosos filetes de carne sin colesterol, y mejorar su sabor y aspecto, basta para desatar una serie de debates de índole moral, ético, religioso, sociológico y filosófico.

Entre los múltiples perfiles del Genoma Humano ( experimento que abarca el desarrollo de un gran Mapa Genético), se enumera que cada quien podría elegir el sexo, color de ojos, y otras características de su prole, sería posible bloquear los genes causantes de graves enfermedades, sería factible erradicar padecimientos hereditarios, además de suscitarse un salto cualitativo en el diseño de fármacos y medicamentos hechos “a la carta”.

Parece ciencia ficción, pero en un futuro lejano, aunque no demasiado, será posible determinar ---gracias a una simple molécula de ribozima— la antigüedad de la vida en la tierra y reproducir organismos que existieron hace millones de años.

Hay quienes juzgan que es ambientalmente erróneo y peligroso la utilización del genoma Humano. Grupos naturalistas aseguran que el consumo de alimentos producidos con esta tecnología puede ser fuente de una indescifrable contaminacion biológica y mutaciones en las personas.

mail: danchgar@hotmail.com

Los descubrimientos científicos y tecnológicos nos aproximan cada vez más al mundo “fantástico” del escritor George Orwell, que podría ser real, mucho más de lo que se imagina.

Orwell plasmó un escenario apocalíptico en su célebre libro 1984, en el que analizó los dilemas de vivir en una sociedad de estratos definidos y bajo el feroz control del Big Brother o Gran Hermano.

Hermano. El pensamiento de Orwell está a punto de ser real actualmente. Hoy es posible entrar en lo más íntimo de la vida a nivel celular, o sea, la síntesis y obtención artificial de organismos vivientes. Y ahora mismo no hay obstáculos técnicos para comenzar a experimentar con seres humanos.

La ingeniería genética es lo más parecido a una revolución silenciosa. El sugerir que es técnicamente posible combinar los genes de un pez y una res para obtener jugosos filetes de carne sin colesterol, y mejorar su sabor y aspecto, basta para desatar una serie de debates de índole moral, ético, religioso, sociológico y filosófico.

Entre los múltiples perfiles del Genoma Humano ( experimento que abarca el desarrollo de un gran Mapa Genético), se enumera que cada quien podría elegir el sexo, color de ojos, y otras características de su prole, sería posible bloquear los genes causantes de graves enfermedades, sería factible erradicar padecimientos hereditarios, además de suscitarse un salto cualitativo en el diseño de fármacos y medicamentos hechos “a la carta”.

Parece ciencia ficción, pero en un futuro lejano, aunque no demasiado, será posible determinar ---gracias a una simple molécula de ribozima— la antigüedad de la vida en la tierra y reproducir organismos que existieron hace millones de años.

Hay quienes juzgan que es ambientalmente erróneo y peligroso la utilización del genoma Humano. Grupos naturalistas aseguran que el consumo de alimentos producidos con esta tecnología puede ser fuente de una indescifrable contaminacion biológica y mutaciones en las personas.

mail: danchgar@hotmail.com