/ miércoles 20 de febrero de 2019

Sé en la soledad, tu propio mundo

Esa gran soledad que se percibe en el graderío, es la cosecha de lo que ha sembrado el Cruz Azul

Cinco juegos de la Copa México han sido programados para este martes 19. En el Marte R. Gómez, Correcaminos vs. Monarcas, En el Victoria de Aguascalientes, Necaxa vs. San Luis, en el Luis Pirata Fuente Veracruz vs. Mineros de Zacatecas, en el Azteca Cruz Azul vs. Alebrijes y Xolos de Tijuana vs. Pachuca. Para hoy miércoles 20, Juárez estará recibiendo al Puebla. Y pienso, ¿a quién le interesan estos juegos? Principalmente me refiero a los seguidores del Cruz Azul, si en la Liga juegan a estadio al 15%, en la Copa es de suponer que jugarán solos.

Una de las exclamaciones más desgarradoras de Jesucristo nos la cuenta el Apóstol Mateo, cuando clamó Jesús con fuerte voz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? El sentimiento de ser abandonado es uno de los sentimientos más agudos que le pueden suceder a cualquier persona. El abandonado sufre porque tiene en altísima estima o amor a quien lo ha abandonado (sus animadores) y, cuando lo es, su sufrimiento se convierte en pánico y desolación. Este pánico es peor aún que el que sufrían los soldados, que al terrible fragor de las murallas golpeadas cundían el temblor y el espanto”.

Cuando ya somos fuertes, nos aferramos irracionalmente a querer gozar de una sensación de seguridad infantil; quisiéramos que nadie nos abandonara; por eso jóvenes y maduros, prefieren recibir las ofensas de la hinchada grosera, padeciendo la brutalidad verbal de sus seguidores, a la soledad sin la brutalidad dicha. Piensan que es mejor padecer abusos de las tribunas, que jugar en solitario. Estos equipos prefieren la brutalidad de sus “partidarios”, que la soledad sin los insultos.

El engaño es mayúsculo: todo jugador humillado, ofendido y maltratado ha sido falsamente abandonado en el corazón de sus seguidores, y una reacción inteligente sería seguir la siguiente sugerencia: “Sé en la soledad tu propio mundo”, o ¿acaso cuando juegas en campo ajeno te acompañan los que están presentes?, claro que no, ellos están con los suyos. Siempre es preferible la soledad, que a la larga nos da la autonomía y fortaleza, que la sumisión que nos envilece. Soportarlo todo con la fantasía de no ser abandonados, es cambiar oro por espejitos.

Se requiere mucha valentía para liberarse de la fantasía de la seguridad. De niños necesitamos sentirnos seguros por la protección de nuestros padres, como del mismo aire para respirar. Pero ya de adultos, pretender gozar de esa seguridad pueril es algo imposible y además innecesario. Lo que sí necesitamos es saber que aunque el mundo no nos parezca tan seguro como cuando nos cuidaba nuestro padre, contamos con los medios para luchar contra las adversidades, y de que sí podemos soportar y prosperar en la soledad. Goethe lo dijo: “La soledad no significa estar solo”.

Cuando empezamos a hacernos cargo de nosotros mismos, haciendo a un lado las relaciones dañinas, humillantes o brutales, desde ese momento comenzamos a descubrir por vez primera en nuestras vidas, nuestras fuerzas, talentos e inagotables recursos emocionales, intelectuales, físicos, etc., Empezar a tomar posesión de nosotros mismos, es iniciar un proceso de nosotros mismos. En esos inicios nos sorprendemos de la maravillosa manera como descubrimos nuestra dignidad y nuestra enorme fortaleza. Después de todo, estamos solos porque no hemos complacido a nuestros seguidores en aquello que esperan de nosotros. No acepto que Caraglio reclame a sus seguidores por el merecido abandono en que se encuentran.

La primera parte del juego de Concachampions entre Saprissa de Costa Rica y Tigres de México ha terminado 0-0, en medio de un dominio absoluto de Tigres, contra la más clara oportunidad de gol por parte de Saprissa, en la que Rubilo, delantero tico erró un remate claro frente a un Nahuel vencido, echando por un lado su remate. Por su parte, Tigres fue esta noche el mismo equipo aburrido que conocemos, y que es la imagen que su entrenador ha escogido para dominar lo suficiente en el futbol mexicano, aprovechando la apatía de los llamados poderosos, que hacen campañas sensacionales en las que incluso terminan encabezando la tabla general, para que después, como ocurrió con el Monterrey, perdiera con Tigres la final en su mismo estadio. Hoy, jugadores super promocionados como Ener Valencia y Nahuel Guzmán han lucido tan chambones como siempre, el primero conduciendo libre hasta las barbas del portero tico, llevando por un lado al chileno Eduardo Vargas, decidiendo concluir él mismo la jugada, regalando prácticamente lo que hubiera sido el primer gol del juego.

Y Guzmán, que en lugar de atacar un centro alto y manso se quedó parado mirando cabecear a un delantero tico desatendido por Torres Nilo, permaneciendo como estatua mirando cómo el balón, por el que pudo haber hecho algo, se fue hasta el fondo para sentenciar el juego.

Hasta pronto amigo.

Esa gran soledad que se percibe en el graderío, es la cosecha de lo que ha sembrado el Cruz Azul

Cinco juegos de la Copa México han sido programados para este martes 19. En el Marte R. Gómez, Correcaminos vs. Monarcas, En el Victoria de Aguascalientes, Necaxa vs. San Luis, en el Luis Pirata Fuente Veracruz vs. Mineros de Zacatecas, en el Azteca Cruz Azul vs. Alebrijes y Xolos de Tijuana vs. Pachuca. Para hoy miércoles 20, Juárez estará recibiendo al Puebla. Y pienso, ¿a quién le interesan estos juegos? Principalmente me refiero a los seguidores del Cruz Azul, si en la Liga juegan a estadio al 15%, en la Copa es de suponer que jugarán solos.

Una de las exclamaciones más desgarradoras de Jesucristo nos la cuenta el Apóstol Mateo, cuando clamó Jesús con fuerte voz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? El sentimiento de ser abandonado es uno de los sentimientos más agudos que le pueden suceder a cualquier persona. El abandonado sufre porque tiene en altísima estima o amor a quien lo ha abandonado (sus animadores) y, cuando lo es, su sufrimiento se convierte en pánico y desolación. Este pánico es peor aún que el que sufrían los soldados, que al terrible fragor de las murallas golpeadas cundían el temblor y el espanto”.

Cuando ya somos fuertes, nos aferramos irracionalmente a querer gozar de una sensación de seguridad infantil; quisiéramos que nadie nos abandonara; por eso jóvenes y maduros, prefieren recibir las ofensas de la hinchada grosera, padeciendo la brutalidad verbal de sus seguidores, a la soledad sin la brutalidad dicha. Piensan que es mejor padecer abusos de las tribunas, que jugar en solitario. Estos equipos prefieren la brutalidad de sus “partidarios”, que la soledad sin los insultos.

El engaño es mayúsculo: todo jugador humillado, ofendido y maltratado ha sido falsamente abandonado en el corazón de sus seguidores, y una reacción inteligente sería seguir la siguiente sugerencia: “Sé en la soledad tu propio mundo”, o ¿acaso cuando juegas en campo ajeno te acompañan los que están presentes?, claro que no, ellos están con los suyos. Siempre es preferible la soledad, que a la larga nos da la autonomía y fortaleza, que la sumisión que nos envilece. Soportarlo todo con la fantasía de no ser abandonados, es cambiar oro por espejitos.

Se requiere mucha valentía para liberarse de la fantasía de la seguridad. De niños necesitamos sentirnos seguros por la protección de nuestros padres, como del mismo aire para respirar. Pero ya de adultos, pretender gozar de esa seguridad pueril es algo imposible y además innecesario. Lo que sí necesitamos es saber que aunque el mundo no nos parezca tan seguro como cuando nos cuidaba nuestro padre, contamos con los medios para luchar contra las adversidades, y de que sí podemos soportar y prosperar en la soledad. Goethe lo dijo: “La soledad no significa estar solo”.

Cuando empezamos a hacernos cargo de nosotros mismos, haciendo a un lado las relaciones dañinas, humillantes o brutales, desde ese momento comenzamos a descubrir por vez primera en nuestras vidas, nuestras fuerzas, talentos e inagotables recursos emocionales, intelectuales, físicos, etc., Empezar a tomar posesión de nosotros mismos, es iniciar un proceso de nosotros mismos. En esos inicios nos sorprendemos de la maravillosa manera como descubrimos nuestra dignidad y nuestra enorme fortaleza. Después de todo, estamos solos porque no hemos complacido a nuestros seguidores en aquello que esperan de nosotros. No acepto que Caraglio reclame a sus seguidores por el merecido abandono en que se encuentran.

La primera parte del juego de Concachampions entre Saprissa de Costa Rica y Tigres de México ha terminado 0-0, en medio de un dominio absoluto de Tigres, contra la más clara oportunidad de gol por parte de Saprissa, en la que Rubilo, delantero tico erró un remate claro frente a un Nahuel vencido, echando por un lado su remate. Por su parte, Tigres fue esta noche el mismo equipo aburrido que conocemos, y que es la imagen que su entrenador ha escogido para dominar lo suficiente en el futbol mexicano, aprovechando la apatía de los llamados poderosos, que hacen campañas sensacionales en las que incluso terminan encabezando la tabla general, para que después, como ocurrió con el Monterrey, perdiera con Tigres la final en su mismo estadio. Hoy, jugadores super promocionados como Ener Valencia y Nahuel Guzmán han lucido tan chambones como siempre, el primero conduciendo libre hasta las barbas del portero tico, llevando por un lado al chileno Eduardo Vargas, decidiendo concluir él mismo la jugada, regalando prácticamente lo que hubiera sido el primer gol del juego.

Y Guzmán, que en lugar de atacar un centro alto y manso se quedó parado mirando cabecear a un delantero tico desatendido por Torres Nilo, permaneciendo como estatua mirando cómo el balón, por el que pudo haber hecho algo, se fue hasta el fondo para sentenciar el juego.

Hasta pronto amigo.