/ lunes 2 de septiembre de 2019

Seguro que puede ser feliz el que ha aprendido a perder

Jornada 8 de sorpresas y dolorosas derrotas para los “poderosos”, que lo más que lograron fue empatar.

Más parejos, imposible... esta era la oportunidad de ganar. Si Cruz Azul no le gana a las Chivas, ¿a quién le va a poder ganar?... Y si Chivas no le gana al Cruz Azul, ¿a quién le va a ganar? Así que el resultado no pudo haber sido más justo... Todo se resume a una larga carrera de Orbelín sin perder el balón, para asistir al Cabecita Rodríguez, quien empeinó certero para poner uno a cero en favor del Cruz Azul. Más adelante, en el minuto 41, Ponce cobra un tiro libre con un disparo potente y preciso que libra a la barrera para irse a incrustar justo entre el larguero y el poste izquierdo de Corona, un golazo que anima al graderío, y eso fue todo.

Al cerrar la jornada 8, los Pumas de la UNAM recibieron a los Diablos demonios del bigotón LaVolpe, y en un juego cerrado en el que los protagonistas se reservaron las emociones para los minutos de compensación. La primera parte refleja el temor de los directores técnicos de ambos equipos, cuyos presupuestos ya han sido superados, siendo casi imperdonable una nueva derrota, lo que ocasiona juegos como este, en el que no se juega mal, pero es claro que se juega a no perder, de ahí la tardanza en llegar de los goles.

La primera anotación llegó al minuto 55, cuando Vigón recibió un balón justo en la media luna del área de los Diablos y los dos defensas centrales salieron prestos a marcarle el alto, desentendiéndose de Carlos González, a quien Vigón encontró fácilmente, para dejarlo solo frente a Talavera, que nada pudo hacer ante el violento fusilamiento. Lo que siguió después fue una copia del primer tiempo, pero ahora con mucha más precaución por parte de Pumas, lo que nos dio la seguridad de que el juego estaba sentenciado, llegando así hasta el final.

El árbitro concedió tres minutos de reposición y al 91 Gigliotti igualó el marcador con un gol con la cabeza, solo que al 93, estando a punto del silbatazo final, Bryan Mendoza remató a los Diablos enviándolos al infierno, 2-1 para los Pumas que vuelve al Toluca a la oscuridad de los últimos lugares. Los equipos formaron: Pumas con Saldívar, Mozo, Freire, Quintana, Angulo, Cabrera, Iniestra, Malcorra, Vigón, Barrera y González, mientras que el Toluca lo hizo con Talavera, Tobio, Maidana, Chala, Hernández, Da Silva, Rigonato, Mancuello, Ríos, Pardo y Gigliotti.

Y por la tarde, Querétaro, los líderes, jugando con Gil Alcalá en la puerta, George Corral, Jair Pereira, Alexis Pérez, Escoboza, Jaime Gómez, Jordan Sierra, Luis Romo, Aboagye, Ake Loba y Fabián Castillo, mientras que Puebla lo hizo con Nicolás Vikonis, Néstor Vidrio, Maximiliano Perg, Dany Arreola, Bryan Angulo, Jesús Zavala, Omar Fernández, Pablo González, Lucas Cavallini, Cristian Marrugo y Diego Abella.

Al minuto 30 de juego, Fabián Castillo adelantó a los Gallos, dando la impresión de que con el táctico de su parte, el Puebla ya no sería obstáculo, pero ocurrió lo de siempre, Juan Reinoso, nuevo director técnico camotero, ingresó al Chavo Alustiza y el Puebla fue otro. Sin embargo no en balde Querétaro está en las alturas, la pelea continuó muy cerrada, y cuando se coreaba la victoria queretana, Pablo González saca tremendo riflazo de larga distancia para meter el balón en el sitio al que el buen portero Alcalá no llegó, para igualar el juego sin que hubiera tiempo para nada más.

Y de Querétaro dimos tremendo salto para llegar hasta Juárez, en donde los Bravos recibieron a los Rayados de Monterrey cuya alineación fue con Marcelo Barovero, Miguel Layún, Estefan Medina, Nicolás Sánchez, Jesús Gallardo, Dorlan Pabón, Carlos Rodríguez... Y Juárez lo hizo con Vázquez, Jiménez, Lacerda, Velázquez, Acosta, Esquivel, Intriago, Fernández, Santos, Sagal y Lezcano... Monterrey, sin la presencia de Pizarro quien entró hasta la segunda parte como una medida de seguridad, para protegerlo de una molestia, notándose la falta de profundidad, ahora que Dorlan Pabón, Avilés Hurtado y Rogelio Funes Mori han mostrdo una notable baja de juego.

Ya lo he venido diciendo que tanto el Monterrey como el América se han mostrado muy frágiles defensivamente, siendo en este juego muy notoria la facilidad con que los Bravos recorrían la media cancha para terminar todos sus avances con una definición hasta que, como dice el dicho, "tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe", siendo en esta ocasión Lezcano quien se encargó de ponerle número a la casa, número que no se extendió gracias a la buena actuación de Barovero que, como de costumbre, se convirtió en factor para que Monterrey no fuera goleado.

Hasta pronto amigo.

Jornada 8 de sorpresas y dolorosas derrotas para los “poderosos”, que lo más que lograron fue empatar.

Más parejos, imposible... esta era la oportunidad de ganar. Si Cruz Azul no le gana a las Chivas, ¿a quién le va a poder ganar?... Y si Chivas no le gana al Cruz Azul, ¿a quién le va a ganar? Así que el resultado no pudo haber sido más justo... Todo se resume a una larga carrera de Orbelín sin perder el balón, para asistir al Cabecita Rodríguez, quien empeinó certero para poner uno a cero en favor del Cruz Azul. Más adelante, en el minuto 41, Ponce cobra un tiro libre con un disparo potente y preciso que libra a la barrera para irse a incrustar justo entre el larguero y el poste izquierdo de Corona, un golazo que anima al graderío, y eso fue todo.

Al cerrar la jornada 8, los Pumas de la UNAM recibieron a los Diablos demonios del bigotón LaVolpe, y en un juego cerrado en el que los protagonistas se reservaron las emociones para los minutos de compensación. La primera parte refleja el temor de los directores técnicos de ambos equipos, cuyos presupuestos ya han sido superados, siendo casi imperdonable una nueva derrota, lo que ocasiona juegos como este, en el que no se juega mal, pero es claro que se juega a no perder, de ahí la tardanza en llegar de los goles.

La primera anotación llegó al minuto 55, cuando Vigón recibió un balón justo en la media luna del área de los Diablos y los dos defensas centrales salieron prestos a marcarle el alto, desentendiéndose de Carlos González, a quien Vigón encontró fácilmente, para dejarlo solo frente a Talavera, que nada pudo hacer ante el violento fusilamiento. Lo que siguió después fue una copia del primer tiempo, pero ahora con mucha más precaución por parte de Pumas, lo que nos dio la seguridad de que el juego estaba sentenciado, llegando así hasta el final.

El árbitro concedió tres minutos de reposición y al 91 Gigliotti igualó el marcador con un gol con la cabeza, solo que al 93, estando a punto del silbatazo final, Bryan Mendoza remató a los Diablos enviándolos al infierno, 2-1 para los Pumas que vuelve al Toluca a la oscuridad de los últimos lugares. Los equipos formaron: Pumas con Saldívar, Mozo, Freire, Quintana, Angulo, Cabrera, Iniestra, Malcorra, Vigón, Barrera y González, mientras que el Toluca lo hizo con Talavera, Tobio, Maidana, Chala, Hernández, Da Silva, Rigonato, Mancuello, Ríos, Pardo y Gigliotti.

Y por la tarde, Querétaro, los líderes, jugando con Gil Alcalá en la puerta, George Corral, Jair Pereira, Alexis Pérez, Escoboza, Jaime Gómez, Jordan Sierra, Luis Romo, Aboagye, Ake Loba y Fabián Castillo, mientras que Puebla lo hizo con Nicolás Vikonis, Néstor Vidrio, Maximiliano Perg, Dany Arreola, Bryan Angulo, Jesús Zavala, Omar Fernández, Pablo González, Lucas Cavallini, Cristian Marrugo y Diego Abella.

Al minuto 30 de juego, Fabián Castillo adelantó a los Gallos, dando la impresión de que con el táctico de su parte, el Puebla ya no sería obstáculo, pero ocurrió lo de siempre, Juan Reinoso, nuevo director técnico camotero, ingresó al Chavo Alustiza y el Puebla fue otro. Sin embargo no en balde Querétaro está en las alturas, la pelea continuó muy cerrada, y cuando se coreaba la victoria queretana, Pablo González saca tremendo riflazo de larga distancia para meter el balón en el sitio al que el buen portero Alcalá no llegó, para igualar el juego sin que hubiera tiempo para nada más.

Y de Querétaro dimos tremendo salto para llegar hasta Juárez, en donde los Bravos recibieron a los Rayados de Monterrey cuya alineación fue con Marcelo Barovero, Miguel Layún, Estefan Medina, Nicolás Sánchez, Jesús Gallardo, Dorlan Pabón, Carlos Rodríguez... Y Juárez lo hizo con Vázquez, Jiménez, Lacerda, Velázquez, Acosta, Esquivel, Intriago, Fernández, Santos, Sagal y Lezcano... Monterrey, sin la presencia de Pizarro quien entró hasta la segunda parte como una medida de seguridad, para protegerlo de una molestia, notándose la falta de profundidad, ahora que Dorlan Pabón, Avilés Hurtado y Rogelio Funes Mori han mostrdo una notable baja de juego.

Ya lo he venido diciendo que tanto el Monterrey como el América se han mostrado muy frágiles defensivamente, siendo en este juego muy notoria la facilidad con que los Bravos recorrían la media cancha para terminar todos sus avances con una definición hasta que, como dice el dicho, "tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe", siendo en esta ocasión Lezcano quien se encargó de ponerle número a la casa, número que no se extendió gracias a la buena actuación de Barovero que, como de costumbre, se convirtió en factor para que Monterrey no fuera goleado.

Hasta pronto amigo.