/ sábado 10 de agosto de 2019

Si echas mano del día de hoy, dependerás menos del día de mañana

Abrió la jornada 4 del Apertura 2019 de la Liga MX, en el estadio Morelos, con el partido entre el Monarcas Morelia y los Rayados de Monterrey.

Los Monarcas, que iniciaron perdiendo como visitantes, ante los Tigres de la UA de NL 2-4, para volver a caer en su segunda presentación, esta vez ante el Atlas 0-1, para tener una breve recuperación cuando inesperadamente vencieron en el mismísimo Miguel Hidalgo, a los Tuzos de Pachuca 2-1. Cómo poder pronosticar el marcadora un equipo tan incierto como estos Monarcas dirigidos por Javier Torrente, que de no entregar buenas cuentas esta noche, estará desde ya en la lista de los primeros directores técnicos condenados al cadalso.

El caso del Monterrey es distinto. ¡Qué rabia! Es la la realidad de nuestra cotidianidad, el que más tiene se permite lujos que otros no pueden. Perdieron 2-4 ante el América, y sorpresivamente cayeron ante el Atlético San Luis 0-1, para que con una impresionante remontada, superaran un 0-2 ante el León, acabando por derrotarlos 3-2. Diríamos que son muy similares las situaciones de Torrente y de Alonso, pero tenemos que reconocer que a los ricos les sobran recursos para reponerse de sus descuidos de burgués.

Es costumbre en nuestro futbol que los directores técnicos permitan que sus jugadores se arropen con la errónea idea de que es normal perder juegos al inicio de la temporada debido a la “natural” baja de juego a causa de las vacaciones... Pretextos, solo pretextos. Lo que bien se aprende, nunca se olvida, así que las cuestiones técnicas no deben considerarse justificantes y, las físicas son puestas a punto con la pretemporada, no quedando más razón para la improductividad temprana, que la irresponsabilidad. Los puntos perdidos al principio son el mayor lastre al final.

Para este juego, Diego Alonso ha mandado al campo a: Marcelo Barovero, Miguel Layún, Stefan Medina, Nicolás Sánchez, Jesús Gallardo, Dorlan Pabón, Carlos Rodríguez, Celso Ortiz, Rodolfo Pizarro, Maximiliano Meza, Rogelio Funes Mori. Mientras que por Monarcas, Javier Torrente confió en Sebastian Sosa, Chagui Martínez, Gabriel Achiller, Vegas, Velarde, Villafáñez, Rocha, Osuna, Lezcano, Aristeguieta, Flores.

Monarcas han salido a ejercer presión en todoterreno, impidiendo al Monterrey realizar su juego de profundidad, ya que al presionar los morelianos a los que nutren de balones a Pabón y Funes Mori, se anula el juego normal de los Rayados, cortando al mismo tiempo la comunicación de Rodolfo Pizarro con sus atacantes. Aún así, Funes Mori ha tenido dos claras opciones de gol, estrellando un fuerte remate en el larguero y un remate de cabeza en el poste. Por su parte el Morelia ha llegado hasta Barovero,pero éste ha realizado una sensacional parada, ahogando el grito del graderío.

Hoy hemos visto muy claro que Morelia ha reforzado su presión con algo de dureza, alguna exagerada, Osuna sobre Meza recurriendo al faul una y otra vez con el consentimiento del silbante, mientras que el Chagui hacía lo mismo,razón por la que fue amonestado, pero en lugar de cambiar de actitud, repitió la acción jalando la camiseta y asestando un golpe que mandó al suelo al argentino, razón que le valió la segunda amarilla saliendo expulsado. Así, con diez hombresMorelia aguantó hasta la finalización del primer tiempo.

Durante el descanso, un torrencial aguacero impidió que el juego se reanudara, teniendo que esperar más de media hora para que los jugadores regresaran para realizar un nuevo calentamiento,dado que al mantenerse quietos tanto tiempo volvieron a perder el ritmo cardiaco adecuado. Algo está haciendo mal Diego Alonso, pues se veía mejor el equipo cuando jugaban once contra once, ahora no podía distinguirse cuál de los dos era el que estaba en inferioridad numérica.

Lo más cercano que estuvieron de anotar fue cuando nuevamente un balón fue a estrellarse en el larguero, incluso dio la impresión de que se debió al desvío de un jugador purépecha. Era desesperante ver cómo el Monterrey se estrellaba una y otra vez contra la defensa moreliana, hasta que un rechace frontal llega a Miguel Layún que se encontraba en la media luna del área, para que de un zurdazo venciera por fin al uruguayo Sebastián Sosa, esto cuando se jugaba el minuto 95 y en medio del torrencial aguacero que volvió a sentirse. Qué alivio debió sentir Diego Alonso, que junto aTorrente, están en la cuerda floja, pendientes de un hilo para ser despedidos.

Hasta pronto amigo.

Abrió la jornada 4 del Apertura 2019 de la Liga MX, en el estadio Morelos, con el partido entre el Monarcas Morelia y los Rayados de Monterrey.

Los Monarcas, que iniciaron perdiendo como visitantes, ante los Tigres de la UA de NL 2-4, para volver a caer en su segunda presentación, esta vez ante el Atlas 0-1, para tener una breve recuperación cuando inesperadamente vencieron en el mismísimo Miguel Hidalgo, a los Tuzos de Pachuca 2-1. Cómo poder pronosticar el marcadora un equipo tan incierto como estos Monarcas dirigidos por Javier Torrente, que de no entregar buenas cuentas esta noche, estará desde ya en la lista de los primeros directores técnicos condenados al cadalso.

El caso del Monterrey es distinto. ¡Qué rabia! Es la la realidad de nuestra cotidianidad, el que más tiene se permite lujos que otros no pueden. Perdieron 2-4 ante el América, y sorpresivamente cayeron ante el Atlético San Luis 0-1, para que con una impresionante remontada, superaran un 0-2 ante el León, acabando por derrotarlos 3-2. Diríamos que son muy similares las situaciones de Torrente y de Alonso, pero tenemos que reconocer que a los ricos les sobran recursos para reponerse de sus descuidos de burgués.

Es costumbre en nuestro futbol que los directores técnicos permitan que sus jugadores se arropen con la errónea idea de que es normal perder juegos al inicio de la temporada debido a la “natural” baja de juego a causa de las vacaciones... Pretextos, solo pretextos. Lo que bien se aprende, nunca se olvida, así que las cuestiones técnicas no deben considerarse justificantes y, las físicas son puestas a punto con la pretemporada, no quedando más razón para la improductividad temprana, que la irresponsabilidad. Los puntos perdidos al principio son el mayor lastre al final.

Para este juego, Diego Alonso ha mandado al campo a: Marcelo Barovero, Miguel Layún, Stefan Medina, Nicolás Sánchez, Jesús Gallardo, Dorlan Pabón, Carlos Rodríguez, Celso Ortiz, Rodolfo Pizarro, Maximiliano Meza, Rogelio Funes Mori. Mientras que por Monarcas, Javier Torrente confió en Sebastian Sosa, Chagui Martínez, Gabriel Achiller, Vegas, Velarde, Villafáñez, Rocha, Osuna, Lezcano, Aristeguieta, Flores.

Monarcas han salido a ejercer presión en todoterreno, impidiendo al Monterrey realizar su juego de profundidad, ya que al presionar los morelianos a los que nutren de balones a Pabón y Funes Mori, se anula el juego normal de los Rayados, cortando al mismo tiempo la comunicación de Rodolfo Pizarro con sus atacantes. Aún así, Funes Mori ha tenido dos claras opciones de gol, estrellando un fuerte remate en el larguero y un remate de cabeza en el poste. Por su parte el Morelia ha llegado hasta Barovero,pero éste ha realizado una sensacional parada, ahogando el grito del graderío.

Hoy hemos visto muy claro que Morelia ha reforzado su presión con algo de dureza, alguna exagerada, Osuna sobre Meza recurriendo al faul una y otra vez con el consentimiento del silbante, mientras que el Chagui hacía lo mismo,razón por la que fue amonestado, pero en lugar de cambiar de actitud, repitió la acción jalando la camiseta y asestando un golpe que mandó al suelo al argentino, razón que le valió la segunda amarilla saliendo expulsado. Así, con diez hombresMorelia aguantó hasta la finalización del primer tiempo.

Durante el descanso, un torrencial aguacero impidió que el juego se reanudara, teniendo que esperar más de media hora para que los jugadores regresaran para realizar un nuevo calentamiento,dado que al mantenerse quietos tanto tiempo volvieron a perder el ritmo cardiaco adecuado. Algo está haciendo mal Diego Alonso, pues se veía mejor el equipo cuando jugaban once contra once, ahora no podía distinguirse cuál de los dos era el que estaba en inferioridad numérica.

Lo más cercano que estuvieron de anotar fue cuando nuevamente un balón fue a estrellarse en el larguero, incluso dio la impresión de que se debió al desvío de un jugador purépecha. Era desesperante ver cómo el Monterrey se estrellaba una y otra vez contra la defensa moreliana, hasta que un rechace frontal llega a Miguel Layún que se encontraba en la media luna del área, para que de un zurdazo venciera por fin al uruguayo Sebastián Sosa, esto cuando se jugaba el minuto 95 y en medio del torrencial aguacero que volvió a sentirse. Qué alivio debió sentir Diego Alonso, que junto aTorrente, están en la cuerda floja, pendientes de un hilo para ser despedidos.

Hasta pronto amigo.