/ lunes 12 de febrero de 2018

Si un jugador piensa que no tiene responsabilidades, es que no las ha descubierto

Cerró la jornada sexta del torneo Clausura 2018 de la Liga MX, con algunos sucesos poco comunes, como lo es el caso de Tijuana que apenas hoy perdió su primer partido, recibiendo también su primer gol despues de cinco fechas de mantener invicta su meta y, el otro, algo inédito, que cuando por primera vez en la historia de la Liga Mexicana se dé el enfrentamiento de dos jugadores franceses, los goles anotados en el juego, hayan sido obra de ellos mismos, Andre Gignac por Tigres y, Jeremy Ménes por América.

En Toluca, un enfrentamiento que siempre ha despertado expectación, se llevó a cabo cuando los diablos demonios de Toluca, recibieron a los, en ese momento líderes del torneo, rayados de Monterrey que figuraban como unánimes favoritos para ganar el partido. Todo indicaba que los pronósticos acertarían al marcador, pero, a los 24 minutos de juego, uno de los consentidos de los comentaristas televisivos, volvió a hacer gala de un comportamiento pueril que lo desubica de lo que está ocurriendo.

En la primera parte se suscitó una acción futbolera, en la que portero y delantero van en pos del balón y, que al no perderlo de vista, no se enteran del inminente choque al que se han expuesto. Cae el portero y cae el delantero, el choque ha sido fuerte y obviamente, ha producido un dolor que se refleja en los rostros de los dos jugadores. El futbol es un deporte de contacto, y este tipo de acciones son harto comunes en los partidos, siendo en algunos casos de severas consecuencias que sin embargo, no deben ser penalizadas porque no son intencionales.

Pero al árbitro, de mentalidad más aniñada que la de Avilés Hurtado, tomó muy en serio aquella falsa creencia de que el portero es intocable y, no solo marcó falta en contra del Monterrey, sino que injustamente amonestó al jugador colombiano. Hasta aquí tenemos al juez central como al villano del juego, cuyo error, ya había sido elevado a un aviso a Aviles para que no incurriera en una falta grave. Pero el niño cumbiambero, hoy consentido de los comentaristas, como no hace mucho lo era Zambueza, al igual que este, cometió una falta que sí era de tarjeta amarilla, precisamente sobre el ex-jugador crema, para que el árbitro le mostrara la segunda tarjeta, que injusta o no, el jugador rayado sabía que debería evitar.

Hace más de diez años que Monterrey no vence a Toluca en la Bombonera y, si hoy aparecía como favorito, no es justo que uno de sus jugadores, chifladito por los lisonjeros que no lo bajan de maravilla, haya echado por la borda el buen trabajo de Mohamed, con su acción infantil que está seguro le será perdonada. Vean ustedes, cuando este hombre anota un gol, se hace más ruido que cuando lo hacen Messi o Cristiano Ronaldo, pero nunca hay una observación para el mismo, cuando como ahora, su equipo pierde el liderato y lo invicto producto de un extraordinario trabajo. Ojalá que la crítica hiciera un reconocimiento a los 10 rayados que supieron mantener el cero a cero sin dejar de atacar como si estuvieran completos, y que ya vean a ese jugador irresponsable como a un adulto y no como a un niño pepenche al que se le perdona todo, hasta que falle penaltis.

Cuarenta y dos minutos tardó Toluca para poder vencer a Hugo González, cuando Medina, quien había ofrecido un formidable partido tanto defendiendo como atacando, resbaló en su área cuando encaraba a un contrario, yéndose al suelo de espalda con tan mala suerte, que al hacerlo sacó de balance a Montes que le había hecho cobertura, así, el colombiano Borja, solitario, tuvo tiempo para sacar un preciso centro que fue rematado a boca jarro por Canelo para poner el uno a cero. Luego, al minuto 72, el jovencito Vega, un una acción que pareció copia al carbón de la anterior, hizo bueno otro extraordinario servicio del mismo Borja, para vencer por segunda ocasión a González. En ambos goles, al salir Montes a hacer cobertura, obligó a Bazanta a salir del centro, dejando a Vangionni con dos jugadores para marcar, por eso tanto Canelo como Vega aparecieron completamente solos en el momento de los goles. Toluca gana finalmente su primer juego como local y Monterrey pierde lo invicto y el liderato, todo por el descuido del niño Aviles, para los comentaristas, el mejor jugador de la Liga.

Y cerró la jornada cuando en el Pirata Fuente, el Veracruz, urgido de puntos, no fue capaz de vencer al Pachuca, que con gol de Erick Gutiérrez, los venció uno a cero. Juego bastante ríspido, con un muy mal arbitraje, que permitió todo. Los abrazos en las áreas cuando se lanzaba un tiro de esquina, eran tan descaradas que aquello parecía más lucha libre que futbol, pero díganme en qué juego no fue el arbitraje la mala nota, esto junto a la idea de suspender el descenso, son los aspectos más preocupantes del actual futbol mexicano. Nos alegra un poco, el saber que mientras tanto, los mexicanos en Europa están entregando buenos resultados... Algo es algo.

Hasta pronto amigo.

Raúl J. Nava Gutiérrez.

Cerró la jornada sexta del torneo Clausura 2018 de la Liga MX, con algunos sucesos poco comunes, como lo es el caso de Tijuana que apenas hoy perdió su primer partido, recibiendo también su primer gol despues de cinco fechas de mantener invicta su meta y, el otro, algo inédito, que cuando por primera vez en la historia de la Liga Mexicana se dé el enfrentamiento de dos jugadores franceses, los goles anotados en el juego, hayan sido obra de ellos mismos, Andre Gignac por Tigres y, Jeremy Ménes por América.

En Toluca, un enfrentamiento que siempre ha despertado expectación, se llevó a cabo cuando los diablos demonios de Toluca, recibieron a los, en ese momento líderes del torneo, rayados de Monterrey que figuraban como unánimes favoritos para ganar el partido. Todo indicaba que los pronósticos acertarían al marcador, pero, a los 24 minutos de juego, uno de los consentidos de los comentaristas televisivos, volvió a hacer gala de un comportamiento pueril que lo desubica de lo que está ocurriendo.

En la primera parte se suscitó una acción futbolera, en la que portero y delantero van en pos del balón y, que al no perderlo de vista, no se enteran del inminente choque al que se han expuesto. Cae el portero y cae el delantero, el choque ha sido fuerte y obviamente, ha producido un dolor que se refleja en los rostros de los dos jugadores. El futbol es un deporte de contacto, y este tipo de acciones son harto comunes en los partidos, siendo en algunos casos de severas consecuencias que sin embargo, no deben ser penalizadas porque no son intencionales.

Pero al árbitro, de mentalidad más aniñada que la de Avilés Hurtado, tomó muy en serio aquella falsa creencia de que el portero es intocable y, no solo marcó falta en contra del Monterrey, sino que injustamente amonestó al jugador colombiano. Hasta aquí tenemos al juez central como al villano del juego, cuyo error, ya había sido elevado a un aviso a Aviles para que no incurriera en una falta grave. Pero el niño cumbiambero, hoy consentido de los comentaristas, como no hace mucho lo era Zambueza, al igual que este, cometió una falta que sí era de tarjeta amarilla, precisamente sobre el ex-jugador crema, para que el árbitro le mostrara la segunda tarjeta, que injusta o no, el jugador rayado sabía que debería evitar.

Hace más de diez años que Monterrey no vence a Toluca en la Bombonera y, si hoy aparecía como favorito, no es justo que uno de sus jugadores, chifladito por los lisonjeros que no lo bajan de maravilla, haya echado por la borda el buen trabajo de Mohamed, con su acción infantil que está seguro le será perdonada. Vean ustedes, cuando este hombre anota un gol, se hace más ruido que cuando lo hacen Messi o Cristiano Ronaldo, pero nunca hay una observación para el mismo, cuando como ahora, su equipo pierde el liderato y lo invicto producto de un extraordinario trabajo. Ojalá que la crítica hiciera un reconocimiento a los 10 rayados que supieron mantener el cero a cero sin dejar de atacar como si estuvieran completos, y que ya vean a ese jugador irresponsable como a un adulto y no como a un niño pepenche al que se le perdona todo, hasta que falle penaltis.

Cuarenta y dos minutos tardó Toluca para poder vencer a Hugo González, cuando Medina, quien había ofrecido un formidable partido tanto defendiendo como atacando, resbaló en su área cuando encaraba a un contrario, yéndose al suelo de espalda con tan mala suerte, que al hacerlo sacó de balance a Montes que le había hecho cobertura, así, el colombiano Borja, solitario, tuvo tiempo para sacar un preciso centro que fue rematado a boca jarro por Canelo para poner el uno a cero. Luego, al minuto 72, el jovencito Vega, un una acción que pareció copia al carbón de la anterior, hizo bueno otro extraordinario servicio del mismo Borja, para vencer por segunda ocasión a González. En ambos goles, al salir Montes a hacer cobertura, obligó a Bazanta a salir del centro, dejando a Vangionni con dos jugadores para marcar, por eso tanto Canelo como Vega aparecieron completamente solos en el momento de los goles. Toluca gana finalmente su primer juego como local y Monterrey pierde lo invicto y el liderato, todo por el descuido del niño Aviles, para los comentaristas, el mejor jugador de la Liga.

Y cerró la jornada cuando en el Pirata Fuente, el Veracruz, urgido de puntos, no fue capaz de vencer al Pachuca, que con gol de Erick Gutiérrez, los venció uno a cero. Juego bastante ríspido, con un muy mal arbitraje, que permitió todo. Los abrazos en las áreas cuando se lanzaba un tiro de esquina, eran tan descaradas que aquello parecía más lucha libre que futbol, pero díganme en qué juego no fue el arbitraje la mala nota, esto junto a la idea de suspender el descenso, son los aspectos más preocupantes del actual futbol mexicano. Nos alegra un poco, el saber que mientras tanto, los mexicanos en Europa están entregando buenos resultados... Algo es algo.

Hasta pronto amigo.

Raúl J. Nava Gutiérrez.