/ sábado 7 de diciembre de 2019

Solamente el que carga el morral sabe lo que lleva dentro

¿Por qué Giovani y no Roger?... ¿por qué Guede no liquidó de una vez al América?

Para el mirón es fácil criticar las decisiones de los directores técnicos, pero es necesario estar ahí en el día a día para tomar decisiones. Una de las características del América, es su rapidez corta y larga y, todos sabemos que Giovani ni ahora ni antes, se ha distinguido por su velocidad, ni por poseer un espíritu peleador, facultades que distinguieron a su padre y que él no heredó. Pero después del juego contra Tigres, esta pregunta no cabía y el juego lento de Gio fue bien explotado.

El juego que realizó Monarcas contra el América no estuvo acorde a las relampagueantes jugadas con las que consiguió los dos goles, a mí me queda la idea de que si la segunda parte la hubieran jugado con igual ritmo, no hubiera sido necesario preocuparse por el juego de vuelta, suponiendo que un cuatro cero no sería remontable. Esto lo digo, porque sabemos que no es la primera vez que los cremas se han visto obligados a remontar un marcador que parecía insuperable. Pero solamente los responsables de los equipos saben el por qué de sus decisiones.

Así, los juegos de vuelta de las semifinales nos dirán quiénes serán los que se estén disputando el título de este agonizante Apertura 2019, presentándose una visible ventaja para los caballos negros de la Liguilla, el Necaxa que debe superar una mínima diferencia y, Monarcas que debe evitar que su ventaja de dos goles sea superada. Dos gigantes contra dos enanos recordándonos la conocida leyenda de David y Goliat.

¿Qué pudo haber hecho Guede para transformar en ganador a un equipo perdedor? Los jugadores, como personas reales, han dado cabida en su cerebro a una serie de jugadores imaginarios; estos seres son semejantes a bestias feroces e invencibles, que los mantienen perturbados. Estas bestias “invencibles” que les impiden creer en sus propias capacidades son los verdaderos depredadores de su paz y energía, que crean ansiedad, rabia, resentimiento, miedo, retraimiento, duda permanente. Claro que algunas veces estos resentimientos estarán justificados, no es lo mismo disputarle una final al América, que al Real Madrid; pero la gran mayoría de los casos se trata de sentimientos anidados en una desbocada imaginación.

Por supuesto que el América, el Monterrey y Tigres son peligrosos y difíciles de vencer y por supuesto que hay otros equipos peligrosos, pero también es cierto que, pasamos por días y años y a veces por toda una vida deportiva, horrorizados por sentimientos absolutamente injustificados, que ocasionan que juegos que ya se tenían por ganados, se pierdan inexplicablemente, como ocurría frecuentemente con Monarcas y también con Puebla. Estos son los fantasmas que Pablo Guede ha espantado del estadio Morelos. Conocimiento que debe fortalecer y dar credibilidad al discurso de un buen director técnico.

Difícil encuentro el que realizaron los colchoneros del Cholo Simeone frente al temible Submarino Amarillo, del Villarreal. Juego complicado, ya que ambos equipos cifran su poderío en la cintura, así lo que pudimos ver, fue una lucha sin cuartel pero fuera de ambas áreas. Me llama la atención la efectividad no solamente del juego de Raúl Albiol, sino también del liderazgo conque desde su posición ejerce sobre sus compañeros, ¿Cuánto hace que Albiol salió del Real Madrid? Era titular indiscutible en la selección española y, sorpresa, ahora que vuelvo a verlo cubre una de las centrales del equipo rojo.

Fue tan denso el juego en el medio campo, que las delanteras de ambos equipos se vieron desprovistas de balones para crear situaciones de gol. Con todos los conductos cerrados, Héctor Herrera, que jugó 83 minutos, no pudo encontrar espacios para moverse y poder proyectar a Morata y a Joao Félix, quienes como todos los goleadores, sin parque sus pistolas no disparan. Sin embargo, esos cero a cero que aquí son soporíferos, allá arrebatan el mérito a la belleza que existe en las cercanías de las porterías, para mostrarnos la otra belleza, la del juego defensivo, esa que los conocedores aprecian cuando es premiada (Van Dijk) y que los villamelones protestan porque no se la dieron a Messi, que no sabe defender.

Y nos complacemos viendo como Raúl Albiol se recrea frustrando los embates colchoneros y, no se diga por la otra parte, en donde el genio que origina la efectividad defensiva se encuentra en la banca, el Cholo Simeone, tan parecido en sus conceptos al enorme Marcelo Bielsa y ahí, la belleza de la que hablo, que es subjetiva para los que solo tienen ojos para Messi. Así el tiempo se va agotando mirando como los esfuerzos de dos demonios del ataque como lo son Álvaro Morata y Joao Félix, se ven frustrados por la efectividad del aparato defensivo de los amarillos y, vemos a Herrera salir con la cabeza gacha, luchando por sacudirse la molestia del guerrero que quiere ganarlo todo y, que en ocasiones como esta, se tenga que conformar con la tranquilidad de su conciencia que le dice que ha cumplido.

Hasta pronto amigo.

¿Por qué Giovani y no Roger?... ¿por qué Guede no liquidó de una vez al América?

Para el mirón es fácil criticar las decisiones de los directores técnicos, pero es necesario estar ahí en el día a día para tomar decisiones. Una de las características del América, es su rapidez corta y larga y, todos sabemos que Giovani ni ahora ni antes, se ha distinguido por su velocidad, ni por poseer un espíritu peleador, facultades que distinguieron a su padre y que él no heredó. Pero después del juego contra Tigres, esta pregunta no cabía y el juego lento de Gio fue bien explotado.

El juego que realizó Monarcas contra el América no estuvo acorde a las relampagueantes jugadas con las que consiguió los dos goles, a mí me queda la idea de que si la segunda parte la hubieran jugado con igual ritmo, no hubiera sido necesario preocuparse por el juego de vuelta, suponiendo que un cuatro cero no sería remontable. Esto lo digo, porque sabemos que no es la primera vez que los cremas se han visto obligados a remontar un marcador que parecía insuperable. Pero solamente los responsables de los equipos saben el por qué de sus decisiones.

Así, los juegos de vuelta de las semifinales nos dirán quiénes serán los que se estén disputando el título de este agonizante Apertura 2019, presentándose una visible ventaja para los caballos negros de la Liguilla, el Necaxa que debe superar una mínima diferencia y, Monarcas que debe evitar que su ventaja de dos goles sea superada. Dos gigantes contra dos enanos recordándonos la conocida leyenda de David y Goliat.

¿Qué pudo haber hecho Guede para transformar en ganador a un equipo perdedor? Los jugadores, como personas reales, han dado cabida en su cerebro a una serie de jugadores imaginarios; estos seres son semejantes a bestias feroces e invencibles, que los mantienen perturbados. Estas bestias “invencibles” que les impiden creer en sus propias capacidades son los verdaderos depredadores de su paz y energía, que crean ansiedad, rabia, resentimiento, miedo, retraimiento, duda permanente. Claro que algunas veces estos resentimientos estarán justificados, no es lo mismo disputarle una final al América, que al Real Madrid; pero la gran mayoría de los casos se trata de sentimientos anidados en una desbocada imaginación.

Por supuesto que el América, el Monterrey y Tigres son peligrosos y difíciles de vencer y por supuesto que hay otros equipos peligrosos, pero también es cierto que, pasamos por días y años y a veces por toda una vida deportiva, horrorizados por sentimientos absolutamente injustificados, que ocasionan que juegos que ya se tenían por ganados, se pierdan inexplicablemente, como ocurría frecuentemente con Monarcas y también con Puebla. Estos son los fantasmas que Pablo Guede ha espantado del estadio Morelos. Conocimiento que debe fortalecer y dar credibilidad al discurso de un buen director técnico.

Difícil encuentro el que realizaron los colchoneros del Cholo Simeone frente al temible Submarino Amarillo, del Villarreal. Juego complicado, ya que ambos equipos cifran su poderío en la cintura, así lo que pudimos ver, fue una lucha sin cuartel pero fuera de ambas áreas. Me llama la atención la efectividad no solamente del juego de Raúl Albiol, sino también del liderazgo conque desde su posición ejerce sobre sus compañeros, ¿Cuánto hace que Albiol salió del Real Madrid? Era titular indiscutible en la selección española y, sorpresa, ahora que vuelvo a verlo cubre una de las centrales del equipo rojo.

Fue tan denso el juego en el medio campo, que las delanteras de ambos equipos se vieron desprovistas de balones para crear situaciones de gol. Con todos los conductos cerrados, Héctor Herrera, que jugó 83 minutos, no pudo encontrar espacios para moverse y poder proyectar a Morata y a Joao Félix, quienes como todos los goleadores, sin parque sus pistolas no disparan. Sin embargo, esos cero a cero que aquí son soporíferos, allá arrebatan el mérito a la belleza que existe en las cercanías de las porterías, para mostrarnos la otra belleza, la del juego defensivo, esa que los conocedores aprecian cuando es premiada (Van Dijk) y que los villamelones protestan porque no se la dieron a Messi, que no sabe defender.

Y nos complacemos viendo como Raúl Albiol se recrea frustrando los embates colchoneros y, no se diga por la otra parte, en donde el genio que origina la efectividad defensiva se encuentra en la banca, el Cholo Simeone, tan parecido en sus conceptos al enorme Marcelo Bielsa y ahí, la belleza de la que hablo, que es subjetiva para los que solo tienen ojos para Messi. Así el tiempo se va agotando mirando como los esfuerzos de dos demonios del ataque como lo son Álvaro Morata y Joao Félix, se ven frustrados por la efectividad del aparato defensivo de los amarillos y, vemos a Herrera salir con la cabeza gacha, luchando por sacudirse la molestia del guerrero que quiere ganarlo todo y, que en ocasiones como esta, se tenga que conformar con la tranquilidad de su conciencia que le dice que ha cumplido.

Hasta pronto amigo.