/ domingo 10 de noviembre de 2019

Solamente tendrás la riqueza que hayas dado


Al Pachuca no le alcanzó para más e igual que Tigres, pudo haber ganado. Tigres a la Liguilla

Continuó la jornada 18, cuando el San Luis en su estadio castigado recibió al Necaxa, en un ambiente más silencioso que el Polo Sur. Y no hablemos de lo frío, con un mínimo de emociones, con una dispar situación en la que vemos a un equipo con buenos jugadores y además, perfectamente dirigido y a otro al que lo primero que se le ve, es la ausencia total de una buena dirección técnica. Es tanta la desarticulación de los potosinos, que la defensa necaxista lo resolvió todo con un mínimo esfuerzo, pues sus oponentes actuaron siempre en forma individual, el conductor negándose a entregar el balón y, luego cuando lo quería entregar se quejaba de no tener a quien.

El Atlético San Luis jugó con: Carlos Rodríguez, Luis Reyes, Mario Luna, Unaí Bilbao, Luis Chávez, Jorge Sánchez, Matías Catalán, Óscar Benítez, Ian González, Camilo Mayada y Nicolás Ibáñez... Y Necaxa puso a: Hugo González, Fernando Meza, Rodrigo Noya, Ricardo Chávez, Kevin Mercado, Christian Calderón, Luis Gallegos, Angulo, Claudio Baeza, Maximiliano Salas y Mauro Quiroga.

En el minuto 32 de juego, el goleador argentino Mauro Quiroga, que dos minutos antes había errado un cabezazo frente a gol, volvía a ser asistido por Kevin Mercado para vencer totalmente a Rodríguez y poner al Necaxa adelante. El juego continuó como lo dije, con un San Luis pecando de inocente como no se puede entender en un equipo de Primera División, mientras que el Necaxa pacientemente buscaba ampliar el marcador, pero administrando notablemente el gasto calórico, teniendo como resultado un juego tedioso, que solo el graderío vacío pudo soportar.

La segunda parte resultó parecida a la primera, el Necaxa no aportaba, seguros de que si no hacían otro gol, el San Luis, menos. Para que tengan una idea de lo flojo de las acciones, les diré que la primera falta del Necaxa le fue marcada en el minuto 86 y su segundo gol fue conseguido por el Chicote Calderón en el minuto 90 + 4. Eso sí, nadie en las tribunas protestó y todo estuvo muy tranquilo, ¿Será que solo así se pueda jugar sin que haya broncas?

Con la esperanza de ver algo distinto, saltamos hasta el Volcán de San Nicolás, en donde los Tigres del Tuca Ferreti recibieron a los Tuzos de Pachuca, a quienes el Morelia les ha dejado poco margen para la calificación. Pero no, parece que la onda fría lo enfrió todo, pues tampoco acá ocurrió algo interesante. Ferreti mandó al campo a: Nahuel Guzmán, Luis “Chaca” Rodríguez, Carlos Salcedo, Hugo Ayala, Jair Díaz, Jesús Dueñas, Guido Pizarro, Rafael Carioca, Javier Aquino, Enner Valencia y André Pierre Gignac.

Reseñar un juego de Tigres es lo más sencillo, pues una vez que lo has hecho, lo vuelves a hacer una y otra vez, 800 toques para atrás hasta que los rivales se duermen de hastío y una vez pasada la media cancha, dan tres toques más y se pierde el balón, para que después, igual que el rey Sísifo, la piedra (balón) se derrumbe desde la cumbre hasta el fondo para volver a empezar.

Pero algo sucedió de pronto, que para la segunda parte, el “Tuca” soltó a sus fieras y... ¡Qué distinto!

Ahora Nahuel Guzmán y Rodrigo Rey desquitaron el sueldo, cuando no era Gignac el que chutaba a gol, era Valencia que cabeceaba, Renato Ibarra desbordaba hasta penetrar al área poniendo a trabajar a sus compañeros, y a la defensiva contraria. ¿Qué ocurriría? Otras veces cuando Tigres ha hecho esto, ha perdido y, hoy pudo haber sucedido también, pero ni Ibarra, ni Cardona, ni Jara estuvieron finos.

Los Tigres al menos acertaban a la portería, pero tanto Rodrigo Rey como sus defensas estuvieron atentos para abortar todos los intentos universitarios. Y que sorprendente es ver lo tolerantes que somos cuando los jugadores se entregan plenos, tanto Tigres como Tuzos han errado esta noche una cantidad enorme de goles, la emoción al ver que realizada la difícil acción, la oportunidad de anotar está ahí, pone en evidencia la parte humana del jugador, que nos lo muestra cómo es un hombre que acierta y que yerra y que sufre cuando ve que su esfuerzo fue inútil. Al terminar el juego, el público de Tigres, que sin importarle nada más, exige a su equipo triunfos aunque estén carentes de belleza y arte, así hoy, los guerreros fueron despedidos con una sonora silbatina. Que distinta actitud la del Volcán, que aplaude al más aburrido de los triunfos, mientras que el Azteca corre a los directores técnicos que siendo campeones, no hacen que sus equipos jueguen al gusto del graderío... Adiós Pachuca... Nos vemos el año que viene.

Hasta pronto amigo.


Al Pachuca no le alcanzó para más e igual que Tigres, pudo haber ganado. Tigres a la Liguilla

Continuó la jornada 18, cuando el San Luis en su estadio castigado recibió al Necaxa, en un ambiente más silencioso que el Polo Sur. Y no hablemos de lo frío, con un mínimo de emociones, con una dispar situación en la que vemos a un equipo con buenos jugadores y además, perfectamente dirigido y a otro al que lo primero que se le ve, es la ausencia total de una buena dirección técnica. Es tanta la desarticulación de los potosinos, que la defensa necaxista lo resolvió todo con un mínimo esfuerzo, pues sus oponentes actuaron siempre en forma individual, el conductor negándose a entregar el balón y, luego cuando lo quería entregar se quejaba de no tener a quien.

El Atlético San Luis jugó con: Carlos Rodríguez, Luis Reyes, Mario Luna, Unaí Bilbao, Luis Chávez, Jorge Sánchez, Matías Catalán, Óscar Benítez, Ian González, Camilo Mayada y Nicolás Ibáñez... Y Necaxa puso a: Hugo González, Fernando Meza, Rodrigo Noya, Ricardo Chávez, Kevin Mercado, Christian Calderón, Luis Gallegos, Angulo, Claudio Baeza, Maximiliano Salas y Mauro Quiroga.

En el minuto 32 de juego, el goleador argentino Mauro Quiroga, que dos minutos antes había errado un cabezazo frente a gol, volvía a ser asistido por Kevin Mercado para vencer totalmente a Rodríguez y poner al Necaxa adelante. El juego continuó como lo dije, con un San Luis pecando de inocente como no se puede entender en un equipo de Primera División, mientras que el Necaxa pacientemente buscaba ampliar el marcador, pero administrando notablemente el gasto calórico, teniendo como resultado un juego tedioso, que solo el graderío vacío pudo soportar.

La segunda parte resultó parecida a la primera, el Necaxa no aportaba, seguros de que si no hacían otro gol, el San Luis, menos. Para que tengan una idea de lo flojo de las acciones, les diré que la primera falta del Necaxa le fue marcada en el minuto 86 y su segundo gol fue conseguido por el Chicote Calderón en el minuto 90 + 4. Eso sí, nadie en las tribunas protestó y todo estuvo muy tranquilo, ¿Será que solo así se pueda jugar sin que haya broncas?

Con la esperanza de ver algo distinto, saltamos hasta el Volcán de San Nicolás, en donde los Tigres del Tuca Ferreti recibieron a los Tuzos de Pachuca, a quienes el Morelia les ha dejado poco margen para la calificación. Pero no, parece que la onda fría lo enfrió todo, pues tampoco acá ocurrió algo interesante. Ferreti mandó al campo a: Nahuel Guzmán, Luis “Chaca” Rodríguez, Carlos Salcedo, Hugo Ayala, Jair Díaz, Jesús Dueñas, Guido Pizarro, Rafael Carioca, Javier Aquino, Enner Valencia y André Pierre Gignac.

Reseñar un juego de Tigres es lo más sencillo, pues una vez que lo has hecho, lo vuelves a hacer una y otra vez, 800 toques para atrás hasta que los rivales se duermen de hastío y una vez pasada la media cancha, dan tres toques más y se pierde el balón, para que después, igual que el rey Sísifo, la piedra (balón) se derrumbe desde la cumbre hasta el fondo para volver a empezar.

Pero algo sucedió de pronto, que para la segunda parte, el “Tuca” soltó a sus fieras y... ¡Qué distinto!

Ahora Nahuel Guzmán y Rodrigo Rey desquitaron el sueldo, cuando no era Gignac el que chutaba a gol, era Valencia que cabeceaba, Renato Ibarra desbordaba hasta penetrar al área poniendo a trabajar a sus compañeros, y a la defensiva contraria. ¿Qué ocurriría? Otras veces cuando Tigres ha hecho esto, ha perdido y, hoy pudo haber sucedido también, pero ni Ibarra, ni Cardona, ni Jara estuvieron finos.

Los Tigres al menos acertaban a la portería, pero tanto Rodrigo Rey como sus defensas estuvieron atentos para abortar todos los intentos universitarios. Y que sorprendente es ver lo tolerantes que somos cuando los jugadores se entregan plenos, tanto Tigres como Tuzos han errado esta noche una cantidad enorme de goles, la emoción al ver que realizada la difícil acción, la oportunidad de anotar está ahí, pone en evidencia la parte humana del jugador, que nos lo muestra cómo es un hombre que acierta y que yerra y que sufre cuando ve que su esfuerzo fue inútil. Al terminar el juego, el público de Tigres, que sin importarle nada más, exige a su equipo triunfos aunque estén carentes de belleza y arte, así hoy, los guerreros fueron despedidos con una sonora silbatina. Que distinta actitud la del Volcán, que aplaude al más aburrido de los triunfos, mientras que el Azteca corre a los directores técnicos que siendo campeones, no hacen que sus equipos jueguen al gusto del graderío... Adiós Pachuca... Nos vemos el año que viene.

Hasta pronto amigo.