/ lunes 24 de septiembre de 2018

Solemos perdonar a los que nos aburren, pero no perdonamos a los que aburrimos.

Que al América lo ayudo el arbitro. ¡AH! Maldita paranoia mexicana.


Nuevamente la lluvia dio al traste con un juego. El terreno de juego del estadio León había quedado listo para jugar waterpolo o para esquiar, cuando el árbitro decidió parar las acciones hasta que la lluvia terminara. Se habían jugado hasta entonces, 73 minutos, los esforzados empleados del estadio, buscaron por todos los medios dejar el terreno en condiciones de juego sin riesgos, lo cual no fue posible, sin embargo al cesar la lluvia, el juego se reanudó.

Que puedo contarles que no imaginen ustedes, futbol no hubo pero afortunadamente lesionados tampoco. Hace mucho, escuché al Tuca Ferreti decir que, cuando el campo está imposibilitado por la humedad, la mejor jugada es, no conducir, sino lanzar el balón hacia el campo contrario y correr rápido para evitar que regrese, buscando que el juego se realice en terreno ajeno y, eso fue lo que hicieron los Lobos. Un centro que en buenas condiciones, sería fácil, ahora se le escapó de las manos a Cota y casi acaba el balón dentro de la portería.

Estaba visto que el juego aéreo sería harto complicado para los dos arqueros, sin embargo, a tres minutos del final, otro centro sobre la meta leonesa, pero ahora del lado contrario, pica en el suelo antes de llegar a las manos de Cota, que en medio de un compañero y un rival, trata de atraparlo con las manos cuando lo procedente era proceder como un defensa y romper hacia adelante. Fue hasta que el balón se escapó de sus manos, cuando reparó en su error, lo cual fue demasiado tarde, pues al intentar agarrarlo, impidió que su defensor despejara, así, ni uno ni otro alejaron el peligro, quedando el balón muerto, para que Ramos, agradecido por el regalo, lo incrustara para sentenciar el partido. Mala suerte para Ambrís en su debut, ya que el León había creado mayores opciones de gol, errándolas todas por el mal estado del terreno.

Que diferencia. El estadio de chivas lucía hermoso con su pasto libre de humedad, las condiciones del terrenos se prestaban para una gran demostración por parte del Guadalajara y del Querétaro. Siendo característica de los dos equipos la mala realización, el balón iva y venía de una puerta a la otra, sin que los porteros se inmutaran por ello. Sorprende ver jugar tan bien al Guadalajara y que no logre concretar sus multiples llegadas. Por parte de Querétaro, sabemos bien que si no es Sanvezzo, ningún otro logra ser contundente.

Así las cosas, ver a veintidós jugadores corre y corre como si las porterías no simbolizan nada para ellos, llega aburrir a los mirones, así, que nos fuimos haciendo a la idea de que aquello terminaría en un aburrido cero cero, peeeero. En una de tantas llegadas al área queretana, el conductor del balón Alan Pulido es jaloneado del cuello por Romo, decretándose la pena máxima que cobra el mismo Pulido para vencer a Volpi. Y así, como pensamos que el juego terminaría en ceros, ahora creímos que el uno cero para chivas prevalecería, peeeero, ahora es Cervantes el que golpea a Corral par que se decrete otro penal, ahora en favor de Querétaro. Sanvezzo se encarga de lanzar y anota su sexto gol de la campaña. Uno a uno que deja a los equipos igual que como estaban.

Mas tarde, en la bella Torreón, el Santos y el Veracruz se enfrascaron en un sorpresivo emocionante encuentro, en donde la sorpresa fue el Veracruz, que de sapo feo, se convirtió en principe encantado, dándole un susto enorme a los laguneros, que estuvieron a punto de perder el partido, cuando el “Puma” Chavez, solitario frente al marco, recogió un balón que rechazó Orozco, pegándole tan sobrado, tan seguro de no errarlo, que lo estrelló en el poste, que era el único obstáculo que tenía. Santos se había puesto arriba, cundo al minuto 84, Jonathan Rodríguez volvió a sorprendernos con una de sus brillantes jugadas, que son alhardes de habilidad y rapidez, para hacer vibrar el estadio Corona.

El balón iva de una a otra portería, aunque más frecuentemente a la de Santos, en donde el Polaco se había convertido en una imparable amenaza, que no paró hasta conseguir anotar, haciéndolo igual que el uruguayo Rodríguez, con una jugada de lujo, prendiendo de “taquito” un difícil balón, en una acción tan relampagueante como un flash. Punto a favor del señor Kuri, quien aseguró que el chileno Juvenal Olmos sacaría al buey de la barranca y, el Tiburón que hoy hemos visto, es totalmente distinto del anterior, destacando el orden mostrado y la entrega de cada uno de sus jugadores, que hoy salieron así: Gallese, Noya, Rivas, Pagnoni, Cartagena, Ruiz, Luna, Chávez, Carrasco, Prieto y Menendez, mientras que Santos lo hizo con: Orozco, Abella, Nervo, Doria, Angulo, Isijara, Martínez, Vázquez, Lozano, Rivas, Furch, Rodríguez... Uno a uno en un excelente partido y grata noticia ver a este nuevo Veracruz.

Hasta pronto amigo.

Que al América lo ayudo el arbitro. ¡AH! Maldita paranoia mexicana.


Nuevamente la lluvia dio al traste con un juego. El terreno de juego del estadio León había quedado listo para jugar waterpolo o para esquiar, cuando el árbitro decidió parar las acciones hasta que la lluvia terminara. Se habían jugado hasta entonces, 73 minutos, los esforzados empleados del estadio, buscaron por todos los medios dejar el terreno en condiciones de juego sin riesgos, lo cual no fue posible, sin embargo al cesar la lluvia, el juego se reanudó.

Que puedo contarles que no imaginen ustedes, futbol no hubo pero afortunadamente lesionados tampoco. Hace mucho, escuché al Tuca Ferreti decir que, cuando el campo está imposibilitado por la humedad, la mejor jugada es, no conducir, sino lanzar el balón hacia el campo contrario y correr rápido para evitar que regrese, buscando que el juego se realice en terreno ajeno y, eso fue lo que hicieron los Lobos. Un centro que en buenas condiciones, sería fácil, ahora se le escapó de las manos a Cota y casi acaba el balón dentro de la portería.

Estaba visto que el juego aéreo sería harto complicado para los dos arqueros, sin embargo, a tres minutos del final, otro centro sobre la meta leonesa, pero ahora del lado contrario, pica en el suelo antes de llegar a las manos de Cota, que en medio de un compañero y un rival, trata de atraparlo con las manos cuando lo procedente era proceder como un defensa y romper hacia adelante. Fue hasta que el balón se escapó de sus manos, cuando reparó en su error, lo cual fue demasiado tarde, pues al intentar agarrarlo, impidió que su defensor despejara, así, ni uno ni otro alejaron el peligro, quedando el balón muerto, para que Ramos, agradecido por el regalo, lo incrustara para sentenciar el partido. Mala suerte para Ambrís en su debut, ya que el León había creado mayores opciones de gol, errándolas todas por el mal estado del terreno.

Que diferencia. El estadio de chivas lucía hermoso con su pasto libre de humedad, las condiciones del terrenos se prestaban para una gran demostración por parte del Guadalajara y del Querétaro. Siendo característica de los dos equipos la mala realización, el balón iva y venía de una puerta a la otra, sin que los porteros se inmutaran por ello. Sorprende ver jugar tan bien al Guadalajara y que no logre concretar sus multiples llegadas. Por parte de Querétaro, sabemos bien que si no es Sanvezzo, ningún otro logra ser contundente.

Así las cosas, ver a veintidós jugadores corre y corre como si las porterías no simbolizan nada para ellos, llega aburrir a los mirones, así, que nos fuimos haciendo a la idea de que aquello terminaría en un aburrido cero cero, peeeero. En una de tantas llegadas al área queretana, el conductor del balón Alan Pulido es jaloneado del cuello por Romo, decretándose la pena máxima que cobra el mismo Pulido para vencer a Volpi. Y así, como pensamos que el juego terminaría en ceros, ahora creímos que el uno cero para chivas prevalecería, peeeero, ahora es Cervantes el que golpea a Corral par que se decrete otro penal, ahora en favor de Querétaro. Sanvezzo se encarga de lanzar y anota su sexto gol de la campaña. Uno a uno que deja a los equipos igual que como estaban.

Mas tarde, en la bella Torreón, el Santos y el Veracruz se enfrascaron en un sorpresivo emocionante encuentro, en donde la sorpresa fue el Veracruz, que de sapo feo, se convirtió en principe encantado, dándole un susto enorme a los laguneros, que estuvieron a punto de perder el partido, cuando el “Puma” Chavez, solitario frente al marco, recogió un balón que rechazó Orozco, pegándole tan sobrado, tan seguro de no errarlo, que lo estrelló en el poste, que era el único obstáculo que tenía. Santos se había puesto arriba, cundo al minuto 84, Jonathan Rodríguez volvió a sorprendernos con una de sus brillantes jugadas, que son alhardes de habilidad y rapidez, para hacer vibrar el estadio Corona.

El balón iva de una a otra portería, aunque más frecuentemente a la de Santos, en donde el Polaco se había convertido en una imparable amenaza, que no paró hasta conseguir anotar, haciéndolo igual que el uruguayo Rodríguez, con una jugada de lujo, prendiendo de “taquito” un difícil balón, en una acción tan relampagueante como un flash. Punto a favor del señor Kuri, quien aseguró que el chileno Juvenal Olmos sacaría al buey de la barranca y, el Tiburón que hoy hemos visto, es totalmente distinto del anterior, destacando el orden mostrado y la entrega de cada uno de sus jugadores, que hoy salieron así: Gallese, Noya, Rivas, Pagnoni, Cartagena, Ruiz, Luna, Chávez, Carrasco, Prieto y Menendez, mientras que Santos lo hizo con: Orozco, Abella, Nervo, Doria, Angulo, Isijara, Martínez, Vázquez, Lozano, Rivas, Furch, Rodríguez... Uno a uno en un excelente partido y grata noticia ver a este nuevo Veracruz.

Hasta pronto amigo.