/ jueves 17 de enero de 2019

Soy Don Corleone

Hace 16 años en este mes murió Marlon Brando.

Preceptores de grandes actores como Elia Kazan definieron a Marlon Brando como el único actor que podría ser considerado un genio. Es muy conocida la anécdota que personalizó Al Pacino, cuando su asistente le preguntaba por qué razón estaba tan nervioso durante la filmación de la película El Padrino, respondiendo Al Pacino ¿no te das cuenta que estoy trabajando con Dios?.

Marlon Brando es indiscutiblemente el mejor actor del siglo XX, este actor que desde muy joven manifestó una franca bisexualidad de la cual no se apenaba y que logró corregir según sus biógrafos cuando ya era un símbolo consagrado con una dosis elevada de sexo diario en la que tenía que compartir esta práctica con diferentes mujeres en un día.

Nació en un pueblo de Nebraska llamado Omaha en 1924, bajo el signo de Aries; siguió desde un principio la necesidad de expresar la emotividad en el teatro. En esta búsqueda se contacta con Stella Adler, discípula directa del maestro Stanislavski, el creador del "método", que en Nueva York popularizó Lee Strasberg (del que salieron gente como Pacino, Robert De Niro, Sean Penn) y que desempeñó el papel del mafioso judío en la película El Padrino III que quiere asesinar a Michael Corleone en la isla cubana, quien lo contacta con Elia Kazan, quien ve en Marlon Brando al Stanley Kowalski idóneo para llevar a la puesta en escena la obra monumental de Tennessee Williams "Un Tranvía Llamado Deseo", obra clásica donde se plantea un caso de infidelidad del esposo con otro hombre. Esta obra de teatro convierte a Marlon Brando en el icono sexual del momento quien es inmediatamente llamado por Hollywood, quien contrata a Marlon que, incapaz para rechazar el dinero que le ofrecen, acepta convertirse en una estrella que por momentos a lo largo de su vida pareció apagarse.

"Nido de ratas" es la película en la que Brando demuestra una parte del genio que llevaba adentro y que por momentos lo convierte en el niño terrible de la industria cinematográfica. Nuestra generación conoce a Marlon Brando cuando interpreta bajo la dirección de Bernardo Bertolucci "El Último Tango de París", actuación que le valió el reconocimiento de la crítica europea interpretando a un viudo que no puede olvidar el cadáver de su esposa y que mitiga su dolor relacionándose con una jovencita francesa que resulta al final ser más fuerte y manipuladora que el personaje de Marlon Brando.

Pero la posteridad recordará a Marlon Brando por la interpretación que hace de Vito Corleone, donde nace "El Don", el Godfather. Esta película basada en la novela de Mario Puzzo causó en la sociedad mexicana un impacto tal que climatizó, como dirían los sociólogos, el crimen con la vida diaria. Es decir, convalidó una vida criminal con la realidad natural y diaria en que vivimos. Recuerdo cómo en las oficinas de algunos ejecutivos de la iniciativa privada existían pósters donde aparecía el padrino vestido elegantemente diciéndole a su consejero "Hazle una oferta que no pueda rechazar".

Todos los grupos de poder, financieros y políticos, vivían la fiebre de una nefasta organización como era la mafia italiana que actuaba en los suburbios al principio y después en las cumbres sociales de los Estados Unidos. Era común entre los porros de la Universidad llamar a sus colaboradores "Familia" y decirle al más cercano "tú eres tataglia", y calificar al enemigo como Barzini. Así estaban las cosas. Daba la impresión que el oficio de críminal era un oficio recomendable. Allí empezó la decadencia que actualmente vivimos.

La película que interpreta Marlon Brando en donde desempeña el papel de Don Corleone, es sin duda alguna un ensayo sociológico de cómo y para qué existe la mafia. La mafia surge como un mecanismo de protección. El "homo mafia" encarna la amenaza y la protección por medio de la amenaza. La película lo enseña con la siguiente escena: entra Don Vito en un negocio y pide hablar con el dueño y en un tono delicado y con calidez le informa que ha decidido protegerlo. El empresario o comerciante se pregunta sorprendido ¿protegerme de qué? Corleone se retira silencioso y al día siguiente el negocio al que había acudido a vender protección aparece destruido. El comerciante entiende, abre un nuevo negocio y paga religiosamente la cuota a la mafia.

La mafia también está entendida como la unidad familiar, es una organización que ha jurado estar unida, y que la integran no tan solo los parientes, sino aquellos que hagan el juramento y que acepten las órdenes del padrino. Es una especie de estrategia paralela al Estado, sin llegar a involucrarse en el principio en los órganos de autoridad. Ahora en estos tiempos en algunos países, -Panamá e Italia- con Noriega y Berlusconi se han encontrado características propias de que estos dos políticos dirigían un estado mafioso, es decir no un Estado penetrado por la mafia, sino un Estado en donde los mafiosos tienen el poder público.

En el Estado mafioso el padrino controla el poder judicial, el poder económico, la policía y la clase política. El padrino se instala en la cumbre del poder estamental y el país se convierte en el botín de la nueva familia. Así ha sucedido en algunos países lamentablemente en donde políticos mafiosos saquean en forma abusiva a la población.

Siendo más deleznables que Don Corleone, porque no tienen un ápice de la "ética" con que Don Vito manejaba sus relaciones, en virtud de que él protegía a su familia, y en el Estado mafioso se enriquecen empobreciendo a la familia.

Hace 16 años en este mes murió Marlon Brando.

Preceptores de grandes actores como Elia Kazan definieron a Marlon Brando como el único actor que podría ser considerado un genio. Es muy conocida la anécdota que personalizó Al Pacino, cuando su asistente le preguntaba por qué razón estaba tan nervioso durante la filmación de la película El Padrino, respondiendo Al Pacino ¿no te das cuenta que estoy trabajando con Dios?.

Marlon Brando es indiscutiblemente el mejor actor del siglo XX, este actor que desde muy joven manifestó una franca bisexualidad de la cual no se apenaba y que logró corregir según sus biógrafos cuando ya era un símbolo consagrado con una dosis elevada de sexo diario en la que tenía que compartir esta práctica con diferentes mujeres en un día.

Nació en un pueblo de Nebraska llamado Omaha en 1924, bajo el signo de Aries; siguió desde un principio la necesidad de expresar la emotividad en el teatro. En esta búsqueda se contacta con Stella Adler, discípula directa del maestro Stanislavski, el creador del "método", que en Nueva York popularizó Lee Strasberg (del que salieron gente como Pacino, Robert De Niro, Sean Penn) y que desempeñó el papel del mafioso judío en la película El Padrino III que quiere asesinar a Michael Corleone en la isla cubana, quien lo contacta con Elia Kazan, quien ve en Marlon Brando al Stanley Kowalski idóneo para llevar a la puesta en escena la obra monumental de Tennessee Williams "Un Tranvía Llamado Deseo", obra clásica donde se plantea un caso de infidelidad del esposo con otro hombre. Esta obra de teatro convierte a Marlon Brando en el icono sexual del momento quien es inmediatamente llamado por Hollywood, quien contrata a Marlon que, incapaz para rechazar el dinero que le ofrecen, acepta convertirse en una estrella que por momentos a lo largo de su vida pareció apagarse.

"Nido de ratas" es la película en la que Brando demuestra una parte del genio que llevaba adentro y que por momentos lo convierte en el niño terrible de la industria cinematográfica. Nuestra generación conoce a Marlon Brando cuando interpreta bajo la dirección de Bernardo Bertolucci "El Último Tango de París", actuación que le valió el reconocimiento de la crítica europea interpretando a un viudo que no puede olvidar el cadáver de su esposa y que mitiga su dolor relacionándose con una jovencita francesa que resulta al final ser más fuerte y manipuladora que el personaje de Marlon Brando.

Pero la posteridad recordará a Marlon Brando por la interpretación que hace de Vito Corleone, donde nace "El Don", el Godfather. Esta película basada en la novela de Mario Puzzo causó en la sociedad mexicana un impacto tal que climatizó, como dirían los sociólogos, el crimen con la vida diaria. Es decir, convalidó una vida criminal con la realidad natural y diaria en que vivimos. Recuerdo cómo en las oficinas de algunos ejecutivos de la iniciativa privada existían pósters donde aparecía el padrino vestido elegantemente diciéndole a su consejero "Hazle una oferta que no pueda rechazar".

Todos los grupos de poder, financieros y políticos, vivían la fiebre de una nefasta organización como era la mafia italiana que actuaba en los suburbios al principio y después en las cumbres sociales de los Estados Unidos. Era común entre los porros de la Universidad llamar a sus colaboradores "Familia" y decirle al más cercano "tú eres tataglia", y calificar al enemigo como Barzini. Así estaban las cosas. Daba la impresión que el oficio de críminal era un oficio recomendable. Allí empezó la decadencia que actualmente vivimos.

La película que interpreta Marlon Brando en donde desempeña el papel de Don Corleone, es sin duda alguna un ensayo sociológico de cómo y para qué existe la mafia. La mafia surge como un mecanismo de protección. El "homo mafia" encarna la amenaza y la protección por medio de la amenaza. La película lo enseña con la siguiente escena: entra Don Vito en un negocio y pide hablar con el dueño y en un tono delicado y con calidez le informa que ha decidido protegerlo. El empresario o comerciante se pregunta sorprendido ¿protegerme de qué? Corleone se retira silencioso y al día siguiente el negocio al que había acudido a vender protección aparece destruido. El comerciante entiende, abre un nuevo negocio y paga religiosamente la cuota a la mafia.

La mafia también está entendida como la unidad familiar, es una organización que ha jurado estar unida, y que la integran no tan solo los parientes, sino aquellos que hagan el juramento y que acepten las órdenes del padrino. Es una especie de estrategia paralela al Estado, sin llegar a involucrarse en el principio en los órganos de autoridad. Ahora en estos tiempos en algunos países, -Panamá e Italia- con Noriega y Berlusconi se han encontrado características propias de que estos dos políticos dirigían un estado mafioso, es decir no un Estado penetrado por la mafia, sino un Estado en donde los mafiosos tienen el poder público.

En el Estado mafioso el padrino controla el poder judicial, el poder económico, la policía y la clase política. El padrino se instala en la cumbre del poder estamental y el país se convierte en el botín de la nueva familia. Así ha sucedido en algunos países lamentablemente en donde políticos mafiosos saquean en forma abusiva a la población.

Siendo más deleznables que Don Corleone, porque no tienen un ápice de la "ética" con que Don Vito manejaba sus relaciones, en virtud de que él protegía a su familia, y en el Estado mafioso se enriquecen empobreciendo a la familia.