En días recientes el Presidente de la República adelantó diversos nombres de quienes podrían ser dignos sucesores en el cargo que hoy detenta, sin embargo, pese al anuncio explícito de los más conspicuos personajes de su gabinete, existe una ausencia que ha calado y pese a no ser considerado por el Presidente ha estado más presente precisamente por este hecho: Ricardo Monreal.
Todos conocemos las dotes políticas del zacatecano que lo ha hecho cumplir con las tareas que le ha asignado el Presidente mismo, por eso resulta extraño que el Presidente no le vea la talla de sucesor.
El Presidente llegado el momento deberá tomar en consideración qué personaje le garantiza a Morena la ratificación del triunfo en la Presidencia de México, hoy por hoy existe solo un par de figuras que por su perfil y posibilidad de lograr acuerdos y ampliar la coalición política de Morena podrían cumplir con tal propósito.
Si bien, según algunas voces dicen Ricardo Monreal no es del agrado del Presidente, también es un hecho que al adelantar los nombres de sus posibles sucesores ha desencadenado el proceso de transmisión de poder y que en este hecho múltiples fuerzas y circunstancias cobrarán vida propia más allá de las que pueda oponer el Presidente si es el caso.
En tales circunstancias bajo ningún concepto encapricharse con una candidata o candidato sería una oposición so pena de correr el riesgo de volver al poder a los peores enemigos del Presidente López Obrador.
Si de momento pareciera que Monreal la tiene perdida frente a Sheinbaum o Ebrard, esto puede cambiar dramáticamente y si con su buen olfato el zacatecano sabe detectar esta situación sabrá esperar y soportar el fuego amigo que busca descarrilarlo, ya lo intentaron en 2018 y resistió, la pregunta es qué tanto podrá soportarlo en esta ocasión.
Regeneración.
