/ sábado 5 de marzo de 2022

Tampico hermoso | Doña Cecilia

Nuestro vecino, Ciudad Madero, no siempre ha sido una hermosa playa como su principal atractivo. Su historia se remonta a mucho tiempo antes de lo que ahora es Tampico, cuando los altamirenses vinieron a repoblar Tampico, Madero ya tenía más de 20 años establecida en la zona que llevó su nombre “Paso de Doña Cecilia” cerca de Árbol Grande, nombre que se tomó de un frondoso y viejo higuerón que estaba en la parada del ferrocarril.

No fue sino hasta en mayo de 1924 cuando el profesor Candelario Garza Cantú siendo Gobernador Interino decretó el reconocimiento de Doña Cecilia como municipio libre, con la denominación en Madero en honor del prócer.

Fueron muchas las empresas y los hombres que lucharon antes y después. Entre ellas podemos mencionar la labor y la perseverancia del Ing. Luis Hidalgo y Castro, quien concibió la idea de fundar una casa de estudios que permitiera a los jóvenes de la región recibir una formación profesional, sin tener que emigrar a otras ciudades.

La historia es muy larga, concretando en los tiempos de Miguel Alemán Valdés se autorizan la creación del instituto y en justo reconocimiento a su labor la superioridad otorgó al Ing. Luis Hidalgo y Castro el cargo de director.

Unidos pues en un fin común, los maderenses de diversas razas, credos e ideolgías, conscientes del progreso, lograron lo que hoy conocemos como Ciudad Madero.

Nuestro vecino, Ciudad Madero, no siempre ha sido una hermosa playa como su principal atractivo. Su historia se remonta a mucho tiempo antes de lo que ahora es Tampico, cuando los altamirenses vinieron a repoblar Tampico, Madero ya tenía más de 20 años establecida en la zona que llevó su nombre “Paso de Doña Cecilia” cerca de Árbol Grande, nombre que se tomó de un frondoso y viejo higuerón que estaba en la parada del ferrocarril.

No fue sino hasta en mayo de 1924 cuando el profesor Candelario Garza Cantú siendo Gobernador Interino decretó el reconocimiento de Doña Cecilia como municipio libre, con la denominación en Madero en honor del prócer.

Fueron muchas las empresas y los hombres que lucharon antes y después. Entre ellas podemos mencionar la labor y la perseverancia del Ing. Luis Hidalgo y Castro, quien concibió la idea de fundar una casa de estudios que permitiera a los jóvenes de la región recibir una formación profesional, sin tener que emigrar a otras ciudades.

La historia es muy larga, concretando en los tiempos de Miguel Alemán Valdés se autorizan la creación del instituto y en justo reconocimiento a su labor la superioridad otorgó al Ing. Luis Hidalgo y Castro el cargo de director.

Unidos pues en un fin común, los maderenses de diversas razas, credos e ideolgías, conscientes del progreso, lograron lo que hoy conocemos como Ciudad Madero.