/ sábado 22 de enero de 2022

Tampico hermoso | "El Canseco"

Regresando de la Oficina de Catastro en el Palacio Municipal, subí por Altamira desde la calle Colón y vinieron los recuerdos, la calle de las Florerías, la calle Altomonte, la de Artesanos donde mucho tiempo atrás del Sol de Tampico, se encontraba el cine Politeama y finalmente la esquina de Altamira y Amargura (dulzura) que llevaba directamente al Barrio de la Unión lugar de placeres inconfesables para la sociedad masculina de la época.

En mi transitar no pude evitar contemplar con tristeza a mi vecino el Edificio en ruinas del Hospital Civil; la enorme mole despintada y descascarada se yergue sobre la calle Altamira, olvidado por todos, sin que autoridad alguna decida arreglarlo o demolerlo. El misterio de pertenencia ya fue resuelto, el Gobierno del Estado es el dueño.

No hace mucho, se publicó una convocatoria en donde se llamaba a la ciudadanía tampiqueña decidiera que hacer con el inmueble, las opiniones fueron muchas y muy variadas, remodelación, construcción de un jardín, museo, biblioteca y hasta concesionar un café o demolerlo y darle paso a un centro comercial.

Otro intento de arreglo fue una publicación de un arquitecto cuyo nombre no recuerdo y algún funcionario de obras públicas del Estado, en donde se hablaba de un corredor cultural entre las ruinas del hospital y la Casa de la Cultura, incluyendo la Placita de los Repobladores, el Auditorio Municipal y la Plaza de la Cruz Roja. Este ambicioso proyecto nunca pude entenderlo.

Mientras esto no suceda, la enorme y ruinosa mole representa un peligro para la ciudadanía, que despreocupadamente transita por sus banquetas, la mayoría escueleros de planteles vecinos, a simple vista pueden verse los marcos sueltos de las ventanas, de los pisos de arriba, próximos a derrumbarse.

A través de estas líneas, hacemos un llamado de atención a la Unidad de Protección Civil siempre preocupada por prevenir accidentes, que tome decisiones al respecto antes de que ocurra una desgracia como es costumbre.

“A niño ahogado pozo tapado”

La contaminación continúa aceleradamente, es necesario la vacunación y observar en forma estricta las medidas prescritas por salubridad, no sé si estamos en semáforo, rojo o morado; pero debemos, insisto, en cuidarnos y cuidar a los demás.

Regresando de la Oficina de Catastro en el Palacio Municipal, subí por Altamira desde la calle Colón y vinieron los recuerdos, la calle de las Florerías, la calle Altomonte, la de Artesanos donde mucho tiempo atrás del Sol de Tampico, se encontraba el cine Politeama y finalmente la esquina de Altamira y Amargura (dulzura) que llevaba directamente al Barrio de la Unión lugar de placeres inconfesables para la sociedad masculina de la época.

En mi transitar no pude evitar contemplar con tristeza a mi vecino el Edificio en ruinas del Hospital Civil; la enorme mole despintada y descascarada se yergue sobre la calle Altamira, olvidado por todos, sin que autoridad alguna decida arreglarlo o demolerlo. El misterio de pertenencia ya fue resuelto, el Gobierno del Estado es el dueño.

No hace mucho, se publicó una convocatoria en donde se llamaba a la ciudadanía tampiqueña decidiera que hacer con el inmueble, las opiniones fueron muchas y muy variadas, remodelación, construcción de un jardín, museo, biblioteca y hasta concesionar un café o demolerlo y darle paso a un centro comercial.

Otro intento de arreglo fue una publicación de un arquitecto cuyo nombre no recuerdo y algún funcionario de obras públicas del Estado, en donde se hablaba de un corredor cultural entre las ruinas del hospital y la Casa de la Cultura, incluyendo la Placita de los Repobladores, el Auditorio Municipal y la Plaza de la Cruz Roja. Este ambicioso proyecto nunca pude entenderlo.

Mientras esto no suceda, la enorme y ruinosa mole representa un peligro para la ciudadanía, que despreocupadamente transita por sus banquetas, la mayoría escueleros de planteles vecinos, a simple vista pueden verse los marcos sueltos de las ventanas, de los pisos de arriba, próximos a derrumbarse.

A través de estas líneas, hacemos un llamado de atención a la Unidad de Protección Civil siempre preocupada por prevenir accidentes, que tome decisiones al respecto antes de que ocurra una desgracia como es costumbre.

“A niño ahogado pozo tapado”

La contaminación continúa aceleradamente, es necesario la vacunación y observar en forma estricta las medidas prescritas por salubridad, no sé si estamos en semáforo, rojo o morado; pero debemos, insisto, en cuidarnos y cuidar a los demás.