/ sábado 6 de agosto de 2022

Tampico hermoso | Juancho

En repetidas ocasiones se ha comentado y se sigue comentando en los medios y por los que visitan la hermosa Laguna del Carpintero lo siguiente: “Juancho ya no es una diversión para el turismo, la familia de Juancho ha crecido inmoderadamente y sin control”, convirtiéndose, aunque no lo queramos aceptar en un peligro para propios y extraños.

Muchas soluciones se han propuesto, sin embargo, ninguna parece ser la adecuada y este delicado y peligroso asunto continúa pudiéndose convertir en cualquier momento escenario de una tragedia.

Los visitantes turistas se agrupan en el llamado “cocodrilero” con familias, tirándole cosas a los animales (saurios), creyéndolos que son lo mismo que un perro.

El problema es serio y difícil, el cocodrilo es una especie protegida, no se le puede matar y menos usarlo de cartera, mas sí creo que si se pueda controlar su reproducción y exhibición, enviando el exceso de población en lugares en donde tienen espacios especiales. Recuperando de esa manera nuestra laguna para muchas actividades acuáticas que podrían ejercitarse en el espacio lagunario de que disponemos.

Sin embargo, después de todo hay quienes sostienen que los “cocos” pueden ser domesticados, por ahí hay una historia que yo me sé, de una familia muy conocida e importante en la ciudad de Mérida, que tenían un cocodrilo en la casa como si fuera un perro, la casa se le conocía como “la casa del cocodrilo”, cuando la familia termina, se lo llevan a un circo en donde se supo que había muerto de tristeza sin comer.

En repetidas ocasiones se ha comentado y se sigue comentando en los medios y por los que visitan la hermosa Laguna del Carpintero lo siguiente: “Juancho ya no es una diversión para el turismo, la familia de Juancho ha crecido inmoderadamente y sin control”, convirtiéndose, aunque no lo queramos aceptar en un peligro para propios y extraños.

Muchas soluciones se han propuesto, sin embargo, ninguna parece ser la adecuada y este delicado y peligroso asunto continúa pudiéndose convertir en cualquier momento escenario de una tragedia.

Los visitantes turistas se agrupan en el llamado “cocodrilero” con familias, tirándole cosas a los animales (saurios), creyéndolos que son lo mismo que un perro.

El problema es serio y difícil, el cocodrilo es una especie protegida, no se le puede matar y menos usarlo de cartera, mas sí creo que si se pueda controlar su reproducción y exhibición, enviando el exceso de población en lugares en donde tienen espacios especiales. Recuperando de esa manera nuestra laguna para muchas actividades acuáticas que podrían ejercitarse en el espacio lagunario de que disponemos.

Sin embargo, después de todo hay quienes sostienen que los “cocos” pueden ser domesticados, por ahí hay una historia que yo me sé, de una familia muy conocida e importante en la ciudad de Mérida, que tenían un cocodrilo en la casa como si fuera un perro, la casa se le conocía como “la casa del cocodrilo”, cuando la familia termina, se lo llevan a un circo en donde se supo que había muerto de tristeza sin comer.