Para nosotros, empezaba en la calle “Olmo”, vecina del cementerio, no faltaban los comentarios de los aparecidos en la noche, aunque al parecer no molestaban a los vecinos que vivíamos muy a gusto, esquina con Hidalgo y Paseo Bellavista, de los más amigos y conocidos que recuerdo, la familia Gutiérrez Zamora, mi querido maestro don Renato, y sus hijos compañeros de andanzas por la colonia, Renato, Héctor, Hugo y Diana.
Como si lo estuviera viendo al Sr. De León de la Talabartería “El Fuerte”, pasaba a caballo vestido de charro, a guardar su montura en la Olmo. La familia Valenzuela nos dio a la bella Sonia como reina de carnaval.
Ya casi para llegar a la avenida Hidalgo, los Guerrero, Oscar, Jorge y Eduardo, gran amigo y compañero de escuela (Tec). Ya en la esquina con avenida Hidalgo la familia del Dr. García, y enfrente los Luengas, recordando con mucho respeto al Lic. Enrique, jurista de los mejores.
La familia Mañueco Guzmán, originaria de Pánuco, Alberto compañero de escuela, terminó trágicamente en el terremoto del ’85 cuando su amigo Director del PRI lo esperaba con el cargo de Diputado.
Cuidémonos, la pandemia no se ha ido, continúa intensamente, respetemos las recomendaciones de salud, tapaboca, distancia y, si no es absolutamente necesario, “no salgas de tu casa, entiéndelo don Necio”, la solución a esta maldición bíblica somos nosotros, con nuestra conducta, cuidémonos, respetémonos.
