Como todas las vacaciones, llegaron las de Semana Santa, y así como llegaron se fueron. La realidad superó las expectativas de nuestras autoridades, la playa tuvo lleno completo; la hotelería de Altamira, Madero y Tampico fue superada ampliamente; aproximadamente 10 kilómetros de playa, desde las escolleras al cable, repleto de bañistas asoleándose.
La zona conurbada Tampico, Madero y Altamira, y yo le añadiría Pueblo Viejo y La Ribera, deberían declararse “Zona Turística”. Sin embargo, al parecer las autoridades nada añaden a la belleza natural de estos hermosos lugares.
En Altamira tenemos una Playa Tesoro tan escondida que no se sabe llegar. Madero, que es el responsable de la playa, pocos hoteles, nada de diversión, una playa en cierta forma descuidada, un faro hermoso olvidado, conforman la expectativa para el turista. No hemos aprendido de los vecinos, “en donde se forma un charco, construyen un hotel”.
Por lo que hace a Tampico, la bellísima Laguna del Carpintero pertenece a “Juancho”, nadie puede meter un remo sin su permiso. La Ribera del Tamesí en Altamira, con su famosa Iglesia del tiempo de la Colonia, no es muy conocida.
No sé si me haga entender, pero los tres municipios Altamira, Tampico y Madero unidos a La Ribera y Pueblo Viejo, podrían convertirse en una hermosa y pujante Zona Turística (o tal vez con algún truco, quien sabe).
“En Ciudad Madero, donde la brisa nos da de frente,
Su playa se llenó de gente”..
