A pesar de la terrible pandemia que nos azota al parecer interminable, las autoridades preocupadas por los efectos económicos, políticos y sociales del maldito virus, han implementado una serie de horarios para diferentes actividades, sin tomar en cuenta que lo primero es la salud y la atención médica de la ciudadanía, debiendo exigir a ésta el cumplimiento estricto de las medidas de protección a las que a muchos no parece interesarles.
Los últimos ediles maderenses muy especialmente la actual, se les ha visto muy agitados y preocupados en convertir la playa de Ciudad Madero en un centro turístico de primer orden, efectivamente hay razón, la Playa de Miramar donde la brisa nos da de frente es una de las más bellas del Golfo, teniendo además un indiscutible lugar en la historia de nuestra región.
A partir del auge petrolero, Miramar cobra vida, surgen famosos y bellos balnearios que fueron salones de reunión y escaparate de la sociedad porteña, para lucir sus galas (como dato curioso, a las damas de la época no les estaba permitido bañarse en la playa, únicamente lo hacían los hombres y los niños), Muchos de estos lugares fueron muy conocidos y visitados. El Villa Del, el Pedro Colón, El Pikiu (en la escollera) del Sr. Camino y el Casino Miramar, construido por Alijadores, sin duda el más lujoso de la playa con amplia terraza frente al mar y un puente de madera, rematado por un quisco donde los visitantes paseaban.
La prohibición del juego en México, no fue el úbico factor de la decadencia de nuestra hermosa playa, 2 ó 3 ciclones contribuyeron a dejarla en ruinas, que jamás fueron levantadas nuevamente por las autoridades.
Al parecer como anteriormente dije, hoy Miramar quiere resugir y recobrar su antiguo esplendor, construyendo hoteles y clubes playeros, volviendo a ser el orgullo de nuestra zona conurbada.
Sacado de la revista Así es Tampico.
