/ sábado 9 de enero de 2021

Tampico hermoso | Pandemia


Pan-demia: del griego “pan todo, demos pueblo” “todo el pueblo”

La primera vez que tuve conocimiento de este maldito virus fue en una reunión cafetera cuando uno de los compañeros nos dijo: “¿ya saben que van a cerrar los cafés, los negocios y los centros de trabajo? -¡Ya párale! le dijimos, ¿A qué te refieres?, ¡Ah no se han dado cuenta!, nos reviró, ¡nos está azotando una pandemia muy contagiosa!

Al día siguiente otro amigo del mismo grupo llega con la terrible noticia, hay que ponerse guantes, tapabocas y no nos acerquemos, ahí les traje unos para que los usen, son desechables.

Esto para mí fue el inicio de lo que después vendría: alarma, incertidumbre, desconocimiento de lo que estaba pasando. Cierre de comercios, desempleo, suspensión de clases, cambio de costumbres, no salir de casa de ser posible a pesar del aburrimiento.

Esto sucedía, aunque no lo parece hace ya casi un año; un año desde que supimos de ese castigo. Empezaron las noticias televisivas, la prensa y los chismes, a propagar diferentes versiones de la infección que azotaba la tierra.

En nuestro Tampico hermoso ya se sabe que un trabajador del corredor industrial proveniente de algún exótico país venía contagiado, se le atiende de emergencia en un hospital.

De la lejana China, Taiwán, Corea o ya no sé exactamente dónde, se deja saber por un científico la existencia del “mortal virus”, no se le presta atención, aunque después se le premia por su investigación.

En algún país del Asia construyen un hospital en diez días, las noticias se suceden en forma alarmante, el imperio se ve amenazado, es uno de los países más contagiados, nuestro México sufre el ataque del virus y de ahí las noticias no paran.

Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Rusia, la lejana Australia, en fin el mundo entero está alarmado sufren el padecimiento de esta, repito “maldita enfermedad,” pareciera que estamos en tiempos antiguos, que obligaron al faraón a pedirle a Moisés que le parara con las plagas.

Estamos ya en año nuevo, dejando atrás un año que quedará grabado en nuestras mentes y que jamás olvidaremos, que nos ha obligado a un cambio de nuestra vida cotidiana.

APARECE LA VACUNA

Ya llegó a nuestro país, se está aplicando, sin embargo, como dicen los que nos gobiernan no bajemos la guardia, tápate la boca, guarda la distancia, no salgas de casa.

Estamos ya en año nuevo, dejando atrás un año que quedará grabado en nuestras mentes y que jamás olvidaremos


Pan-demia: del griego “pan todo, demos pueblo” “todo el pueblo”

La primera vez que tuve conocimiento de este maldito virus fue en una reunión cafetera cuando uno de los compañeros nos dijo: “¿ya saben que van a cerrar los cafés, los negocios y los centros de trabajo? -¡Ya párale! le dijimos, ¿A qué te refieres?, ¡Ah no se han dado cuenta!, nos reviró, ¡nos está azotando una pandemia muy contagiosa!

Al día siguiente otro amigo del mismo grupo llega con la terrible noticia, hay que ponerse guantes, tapabocas y no nos acerquemos, ahí les traje unos para que los usen, son desechables.

Esto para mí fue el inicio de lo que después vendría: alarma, incertidumbre, desconocimiento de lo que estaba pasando. Cierre de comercios, desempleo, suspensión de clases, cambio de costumbres, no salir de casa de ser posible a pesar del aburrimiento.

Esto sucedía, aunque no lo parece hace ya casi un año; un año desde que supimos de ese castigo. Empezaron las noticias televisivas, la prensa y los chismes, a propagar diferentes versiones de la infección que azotaba la tierra.

En nuestro Tampico hermoso ya se sabe que un trabajador del corredor industrial proveniente de algún exótico país venía contagiado, se le atiende de emergencia en un hospital.

De la lejana China, Taiwán, Corea o ya no sé exactamente dónde, se deja saber por un científico la existencia del “mortal virus”, no se le presta atención, aunque después se le premia por su investigación.

En algún país del Asia construyen un hospital en diez días, las noticias se suceden en forma alarmante, el imperio se ve amenazado, es uno de los países más contagiados, nuestro México sufre el ataque del virus y de ahí las noticias no paran.

Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Rusia, la lejana Australia, en fin el mundo entero está alarmado sufren el padecimiento de esta, repito “maldita enfermedad,” pareciera que estamos en tiempos antiguos, que obligaron al faraón a pedirle a Moisés que le parara con las plagas.

Estamos ya en año nuevo, dejando atrás un año que quedará grabado en nuestras mentes y que jamás olvidaremos, que nos ha obligado a un cambio de nuestra vida cotidiana.

APARECE LA VACUNA

Ya llegó a nuestro país, se está aplicando, sin embargo, como dicen los que nos gobiernan no bajemos la guardia, tápate la boca, guarda la distancia, no salgas de casa.

Estamos ya en año nuevo, dejando atrás un año que quedará grabado en nuestras mentes y que jamás olvidaremos