/ sábado 26 de marzo de 2022

Tampico hermoso | "Vámonos a la playa"

Unánime clamor familiar en el verano, esto significaba desempolvar la carpa, el asador, las cubetas, palas, salvavidas de los niños y preparar el menú playero, carne asada, barbacoa o simplemente tortas.

Podría ser un sábado, pero generalmente un domingo. Nuestro máximo paseo no era como se presenta ahora, su imagen era muy distinta. El acceso a la playa era único, para tampiqueños y turistas. Entrabas a Madero por la Primero de Mayo, el centro, pasando por el Hospital Civil, la refinería, la Barra y el faro, directamente a la escollera, con su hotel balneario “El Pedro Colón”.

El otro acceso era a la par de la vía, pasando la Marina hasta la playa. Enseguida el Casino Miramar con un puente sobre el mar. Después de asolearnos todo el día, empezaba la recogida, carpas, sillas, palas, cubetas, toallas, asador, conchitas y niños y conseguir petróleo para quitarse las manchas que la refinería tiraba.

Y el gran final!! Se atascó el carro, hay que sacarlo.

A unos cuantos metros del agua, por esta entrada, se encontraba y ahí sigue, un puesto de comida de nombre “El Ven Acá”, en donde conocí a mis grandes amigos de toda la vida don Rubén Lara y Doña Sara Palomero, así como a sus hijos Blanca, Elvia y el Güero en donde saboreé los mejores pescados fritos que he comido en mi vida.

Las cosas han cambiado, hoy tenemos un orgulloso boulevard (avenida Tamaulipas) que pasa por la Unidad Deportiva y el Parque Bicentenario en donde hay una enorme jaula llena de pericos y uno que otro pavorreal.

Unánime clamor familiar en el verano, esto significaba desempolvar la carpa, el asador, las cubetas, palas, salvavidas de los niños y preparar el menú playero, carne asada, barbacoa o simplemente tortas.

Podría ser un sábado, pero generalmente un domingo. Nuestro máximo paseo no era como se presenta ahora, su imagen era muy distinta. El acceso a la playa era único, para tampiqueños y turistas. Entrabas a Madero por la Primero de Mayo, el centro, pasando por el Hospital Civil, la refinería, la Barra y el faro, directamente a la escollera, con su hotel balneario “El Pedro Colón”.

El otro acceso era a la par de la vía, pasando la Marina hasta la playa. Enseguida el Casino Miramar con un puente sobre el mar. Después de asolearnos todo el día, empezaba la recogida, carpas, sillas, palas, cubetas, toallas, asador, conchitas y niños y conseguir petróleo para quitarse las manchas que la refinería tiraba.

Y el gran final!! Se atascó el carro, hay que sacarlo.

A unos cuantos metros del agua, por esta entrada, se encontraba y ahí sigue, un puesto de comida de nombre “El Ven Acá”, en donde conocí a mis grandes amigos de toda la vida don Rubén Lara y Doña Sara Palomero, así como a sus hijos Blanca, Elvia y el Güero en donde saboreé los mejores pescados fritos que he comido en mi vida.

Las cosas han cambiado, hoy tenemos un orgulloso boulevard (avenida Tamaulipas) que pasa por la Unidad Deportiva y el Parque Bicentenario en donde hay una enorme jaula llena de pericos y uno que otro pavorreal.