/ sábado 19 de mayo de 2018

Tampico hermoso "y la política"

Ante la inminencia de la elección, según dicen de casi 15 mil funcionarios públicos...

Entre alcaldes, diputados, senadores, gobernadores y presidente, me dio por reflexionar sobre los pensamientos de don Benito Juárez, uno de los más grandes estadistas de todos los tiempos, orgullosamente mexicano, y del que muchos candidatos están poniendo como ejemplo en sus discursos de campaña.

Entre las muchas y brillantes reflexiones del Benemérito, especialmente me llama la atención una de ellas que cobra tremenda vigencia en estos tiempos en la cual hace un llamado a la honradez, capacidad y responsabilidad del funcionario público.

"Bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a capricho, sino con sujeción a la leyes. No pueden improvisar fortunas. Ni entregarse al ocio o a la disipación. Sino consagrarse al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala".

Como ya se dijo, este pensamiento cobra impresionante actualidad por los turbulentos y corruptos compartimientos de ciertos servidores públicos, que no han sabido respetar y acatar las reglas de servicio y honradez que exige la función pública.

Ante la inminencia de la elección, según dicen de casi 15 mil funcionarios públicos...

Entre alcaldes, diputados, senadores, gobernadores y presidente, me dio por reflexionar sobre los pensamientos de don Benito Juárez, uno de los más grandes estadistas de todos los tiempos, orgullosamente mexicano, y del que muchos candidatos están poniendo como ejemplo en sus discursos de campaña.

Entre las muchas y brillantes reflexiones del Benemérito, especialmente me llama la atención una de ellas que cobra tremenda vigencia en estos tiempos en la cual hace un llamado a la honradez, capacidad y responsabilidad del funcionario público.

"Bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a capricho, sino con sujeción a la leyes. No pueden improvisar fortunas. Ni entregarse al ocio o a la disipación. Sino consagrarse al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala".

Como ya se dijo, este pensamiento cobra impresionante actualidad por los turbulentos y corruptos compartimientos de ciertos servidores públicos, que no han sabido respetar y acatar las reglas de servicio y honradez que exige la función pública.