/ sábado 22 de febrero de 2020

Tampico Hermoso | Y su historia

En antiguas publicaciones sobre hechos relevantes de nuestra ciudad desde su fundación encontré lo siguiente:

El 02 de noviembre de 1824, se vota una ley que concede a Tampico el carácter de puerto de altura y un decreto del presidente Guadalupe Victoria en donde concede la gracia a Tampico de receptoría marítima abierta al comercio extranjero. Los primeros barcos en llegar al nuevo puerto, “el pailebot elisa” y “la goleta francisca”.

En el año de 1829, desembarca en Cabo Rojo el brigadier Barradas pretendiendo restaurar el dominio español en nuestro país, siendo derrotado por el general Sant Anna.

En 1832, se abre un canal para comunicar la Laguna del Carpintero con el río Pánuco, ese canal no es otro que el de La Cortadura. También de recordarse aunque no sea agradable, las epidemias que atacaron nuestro puerto “cólera-morbus” y “la fiebre amarilla”, a pesar de esto, nuestro puerto contaba con una población de 8 mil habitantes.

En 1895 se construyen las escolleras, quedando el tráfico expedido para buques de mayor calado, hasta los muelles, el primero en atracar fue el “Yumuri”. Hacia el año de 1900, se recibe la novedad del “tranvía de mulas”, por todos los rumbos de la ciudad; asimismo continúan las obras de saneamiento y relleno de la zona conocida como el Cascajal. Desde la calle Espartal (hoy Aquiles Serdán) hasta la vía del ferrocarril; zona que toda era laguna y que reducía el casco de la ciudad que llegaba hacia el poniente hasta donde ahora se encuentra la “Prevo”.

En 1910, se celebra jubilosamente el centenario de la Independencia. Formándose un comité para varias obras, la plaza de toros, el campo de beisbol en los llanos del Golfo. Las casas fueron pintadas y remozadas por el ayuntamiento. Tampico recibe centenares de personas de la región que presenciaron las rumbosas fiestas.

Desde luego no podemos dejar de mencionar el “auge petrolero” que puso a Tampico Hermoso en el mapa mundial.

Los tranvías eléctricos se inician en 1913, con la línea “Tampico-Miramar”, es verdaderamente una lástima por las razones que fueran, que se haya suprimido este tradicional y hermoso paseo que prestaba un servicio de pasaje y además turístico atrayendo a nuestro puerto no pocos visitantes.

No se me antoja mala idea, que don Jesús que todo lo puede, con el apoyo de cámaras de comercio, industrias, empresarios, y emprendedores hombres de empresa, revivieran una línea de tranvías como complemente turístico para nuestra Laguna del Carpintero y el Canal de La Cortadura.

El primer automóvil lo trajeron unos jóvenes de apellidos García, dueños de una agencia de bicicletas en la calle Altamira entre Olmos y Benito Juárez. Tampoco podemos olvidar los famosos ciclones del ’33 y del ’55, que devastaron en dos ocasiones nuestra ciudad, evidenciando la solidaridad y la unión de sus habitantes en la desgracia. Esperamos que las generaciones futuras aparte del Whatsapp, Facebook, aprendan de esta unidad regional, pensando siempre en la prosperidad y en el futuro de nuestro puerto.

En antiguas publicaciones sobre hechos relevantes de nuestra ciudad desde su fundación encontré lo siguiente:

El 02 de noviembre de 1824, se vota una ley que concede a Tampico el carácter de puerto de altura y un decreto del presidente Guadalupe Victoria en donde concede la gracia a Tampico de receptoría marítima abierta al comercio extranjero. Los primeros barcos en llegar al nuevo puerto, “el pailebot elisa” y “la goleta francisca”.

En el año de 1829, desembarca en Cabo Rojo el brigadier Barradas pretendiendo restaurar el dominio español en nuestro país, siendo derrotado por el general Sant Anna.

En 1832, se abre un canal para comunicar la Laguna del Carpintero con el río Pánuco, ese canal no es otro que el de La Cortadura. También de recordarse aunque no sea agradable, las epidemias que atacaron nuestro puerto “cólera-morbus” y “la fiebre amarilla”, a pesar de esto, nuestro puerto contaba con una población de 8 mil habitantes.

En 1895 se construyen las escolleras, quedando el tráfico expedido para buques de mayor calado, hasta los muelles, el primero en atracar fue el “Yumuri”. Hacia el año de 1900, se recibe la novedad del “tranvía de mulas”, por todos los rumbos de la ciudad; asimismo continúan las obras de saneamiento y relleno de la zona conocida como el Cascajal. Desde la calle Espartal (hoy Aquiles Serdán) hasta la vía del ferrocarril; zona que toda era laguna y que reducía el casco de la ciudad que llegaba hacia el poniente hasta donde ahora se encuentra la “Prevo”.

En 1910, se celebra jubilosamente el centenario de la Independencia. Formándose un comité para varias obras, la plaza de toros, el campo de beisbol en los llanos del Golfo. Las casas fueron pintadas y remozadas por el ayuntamiento. Tampico recibe centenares de personas de la región que presenciaron las rumbosas fiestas.

Desde luego no podemos dejar de mencionar el “auge petrolero” que puso a Tampico Hermoso en el mapa mundial.

Los tranvías eléctricos se inician en 1913, con la línea “Tampico-Miramar”, es verdaderamente una lástima por las razones que fueran, que se haya suprimido este tradicional y hermoso paseo que prestaba un servicio de pasaje y además turístico atrayendo a nuestro puerto no pocos visitantes.

No se me antoja mala idea, que don Jesús que todo lo puede, con el apoyo de cámaras de comercio, industrias, empresarios, y emprendedores hombres de empresa, revivieran una línea de tranvías como complemente turístico para nuestra Laguna del Carpintero y el Canal de La Cortadura.

El primer automóvil lo trajeron unos jóvenes de apellidos García, dueños de una agencia de bicicletas en la calle Altamira entre Olmos y Benito Juárez. Tampoco podemos olvidar los famosos ciclones del ’33 y del ’55, que devastaron en dos ocasiones nuestra ciudad, evidenciando la solidaridad y la unión de sus habitantes en la desgracia. Esperamos que las generaciones futuras aparte del Whatsapp, Facebook, aprendan de esta unidad regional, pensando siempre en la prosperidad y en el futuro de nuestro puerto.