Desde que tengo memoria los presidentes electos por el Partido Acción Nacional y avalados por la soberanía local...
Con su voto para que administren los poderes públicos de nuestra ciudad y puerto de Tampico hemos tenido resultados positivos con obras trascendentes y un manejo honesto de los recursos públicos.
Así fue durante la administración de Diego Alonso Hinojosa, un hombre vertical, de carácter fuerte, no violento, y que en algunas ocasiones recuerdo, como si fuera ayer, en medio del calor del verano haciendo campaña en busca de la presidencia municipal bajo el sol con una bandera panista que cargaba sobre los hombros invitando a los que lo quisieran escuchar en las inmediaciones del parque Méndez de esta ciudad. Su triunfo fue absoluto, contundente y preparó la memoria colectiva de los tampiqueños para que en lo futuro eligiera candidatos de la oposición que surgieron de la sociedad civil bajo las siglas del PAN en contra de los consentidos o favoritos del poder oficial que giraba en torno del gobernador priista en el estado.
Después vivimos la administración de Arturo Elizondo, un panista y empresario tampiqueño de grandes vuelos que ha creado empresas que son timbre de orgullo a nivel nacional y que además siempre ha conservado la sencillez del empresario que sabe escuchar y que después de un diálogo inteligente toma siempre las decisiones que más le convienen a la colectividad.
Sin duda que Tampico le merece un reconocimiento a Arturo Elizondo por ser el promotor e impulsor del embellecimiento de los entornos que existen en la laguna del Carpintero. Fue sin duda el primer empresario político que vislumbró en ese pulmón que significa la laguna del Carpintero y que la impulsó hasta convertirla en el sitio de convivencia y esparcimiento que es ahora.
Jesús Nader, a quien popularmente los tampiqueños llamamos Chucho Nader, está sin duda poniendo en alto la bandera del partido que lo postuló y rebasando de forma democrática el contacto con su pueblo que le permite realizar una mejor administración con mayor sensibilidad humana de la que carecieron sus anteriores compañeros de partido cuando gobernaron esta ciudad que tanto queremos.
Afortunadamente para bien de los tampiqueños y la zona conurbada Chucho Nader tiene una excelente relación con el gobernador del estado, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien al igual que Chucho milita en el Partido Acción Nacional y bajo estas siglas derrotó al priismo imperial para ser alcalde de su ciudad natal Reynosa, Tamaulipas, y posteriormente convertirse en el gobernador del estado que democráticamente fue electo por todos los tamaulipecos con una enorme diferencia de votos del candidato priista, quien por cierto nunca hemos vuelto a saber de él. No cabe duda que las derrotas pesan en el ánimo y en el espíritu de los contendientes.
Chucho Nader tiene como proyecto principal en su administración gobernar con honestidad los recursos públicos de los tampiqueños. Su forma de ser solemne y fraternal nos hace olvidar aquellos desplantes llenos de comicidad con que alcaldes anteriores querían sostenerse en el ánimo popular, sin realizar obras y manejando como si fuera propio en favor de sus consentidos el recurso público que es de todos los tampiqueños y que debe estar sujeto a una estricta distribución en pro de las soluciones a las necesidades que más agobian a la ciudad.
En síntesis podemos afirmar tres temas que sobresalen del gobierno de Chucho Nader: honradez en el manejo de los recursos públicos, ausencia de eventos que giren en torno de su persona para fortalecer un proyecto político. Limpieza absoluta en el primer cuadro de la ciudad y una iluminación que no existía antes en algunas colonias y que en el colmo del incumplimiento del mandato que les fue conferido a los alcaldes anteriores hubo algunas veces que el centro de la ciudad, o sea la zona cero, estuvo en tinieblas.
Por otra parte no veo protagonismos políticos y sí encuentro una sensatez propia de una personalidad madura que sabe que nada es para siempre y que el pueblo de Tampico está muy atento a cualquier desviación de los recursos públicos de nuestra ciudad.
Puedo afirmar sin ambages porque veo la realidad de mi ciudad, que muy a pesar del dolor tan grande que debe llevar en su corazón el alcalde de Tampico no ha disminuido el ritmo de trabajo ni el compromiso que tiene con su ciudad de entregarla cuando concluya su mandato en condiciones superiores como la encontró.
Por lo pronto le hizo justicia a un tampiqueño que por mucho tiempo llenó de alegría al pueblo de México, me refiero a ese galán, actor y comediante que fue Mauricio Garcés, quien tiene en Tampico sus orígenes familiares, que hoy ven con verdadera alegría que en Tampico sabemos reconocer a nuestros valores y artistas nacionales. Bienvenido Mauricio Garcés a tu casa.
