Más allá de la religión que se profese, del culto, de la devoción o fe, más allá de los detalles de aquello en lo que se crea, lo más importante es creer. Convivimos en un mundo que año tras año va dejando a un lado muchos buenos valores. Y en donde ministros e instituciones religiosas encuentran hoy en el uso de las nuevas tecnologías un único escaparate vigente para exponer su religión, pero cuidado, no toda plegaria es fe.
Toda institución religiosa establecida en México requiere un registro ante la Secretaría de Gobernación, y luego de cumplir algunos requisitos puede iniciar operaciones, hoy día existen más de 6 mil registradas, sin embargo, ante el constante declive social muchas de ellas han encontrado en el uso de la tecnología un nuevo campo de oportunidades para difundir su mensaje, cosa que en lo personal, me parece muy apropiado a nuestros tiempos, entender que el paradigma de la nueva comunicación no los excluye, sino por el contrario, los necesita.
Sin importar cuál sea el culto, todos tienen como común denominador, la regulación y difusión de los constructos sociales, del fomento a los valores y el bien de la sociedad. Y muchas de ellas encuentran en Internet una forma de difundir todas sus creencias. En el caso de la Iglesia Cristiana cuenta desde hace tiempo con el portal www.iglesia.net como una de sus principales plataformas, y es pionera en la transmisión en vivo de sus eventos y ceremonias, así como del uso de videotecas, publicaciones digitales y podcasts. Otro buen ejemplo es www.iglesiacristianaicem.org.mx
En el caso particular del Judaísmo, es una religión que a pesar de su antigüedad ha sabido asimilar de manera muy rápida la era del información, y se perfila no solo como una de las más activas en la red en este nuevo siglo, sino también de las que más difunden a través de plataformas digitales. Por ejemplo www.diariojudio.com la que presenta un portal muy desarrollado con temas de interés general y la participación de toda su comunidad en México.
La Iglesia Mormona tiene su portal en www.churchofjesuschrist.org y a pesar de ser notablemente más sobrio que las antes mencionadas promueve información puntual de sus actividades, y cuenta también con notable presencia en facebook® y twitter®.
En el caso de la religión más extendida en México y América Latina, los católicos han sufrido un verdadero crisma en cuanto a tecnología se refiere, y ya desde el pontificado de Juan Pablo II tenían presencia en Redes Sociales, y hoy, en la figura de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco I, la presencia del mensaje se ha incrementado por toda la red. Utilizando el poder de twitter®, tiene cuentas personalizadas oficiales en varios idiomas y con @pontifex_es promueve su mensaje entre los hispanoparlantes. En el portal www.vaticanocatolico.com existe mucha información y acercamiento digital.
Otras muchas iglesias, también están volteando a ver en la carretera de la información la oportunidad de integrar plataformas para la difusión de sus mensajes, los cuales, amigo lector, mientras estén acordes a los principios de civilidad y promoción de los valores sociales, creo seguramente al igual que usted, que merecen respeto y son bienvenidos, sobre todo para las nuevas generaciones.
Mucho de ello ha logrado consolidar un verdadero “bloque de tráfico” de personas que usan plataformas, redes, e incluso app’s para poder profesar su fe, sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, y como suele ocurrir en muchos casos con las tendencias sociales, existen también grupos que se aprovechan de la masividad de la red para promover dogmas y mensajes contrarios a los valores sociales.
Fundamentalismo, neonazismo, satanismo, e incluso anarquismo son comunes entre los que navegan zonas de internet como la Deep Web, en donde pseudorreligiones promueven sus mensajes entre mentes poco preparadas y ávidas de encontrar grupos de inclusión en su vida.
Es ahí donde el papel como padres y mentores es fundamental para proteger a nuestros hijos sobre lo que miran en la red. De todos ellos, el más peligroso sin duda, es el mensaje que convoca a los jóvenes a unirse a sectas que promueven la obediencia absoluta a un líder, y terminan ejerciendo violencia psicológica, social y hasta financiera a una persona.
No hay más que promover lo que se aprende siempre anteponiendo el sentido común. “Las crueldades y los obstáculos de este planeta, que cambia velozmente, no cederán ante dogmas obsoletos y consignas agotadas.” Robert Kennedy.
Nos vemos en la Red.
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