/ domingo 15 de diciembre de 2019

Todo lo que necesitamos es un corazón valeroso para no espantarnos ante lo que son solo vanas sombras


Primer regalo navideño... No sin pasar apuros, el Monterrey ha sido capaz de sacar el resultado jugando no como Rayado. Vaya paquete que le ha tocado a Mohamed que, aunque el compromiso más importante es el que se está jugando, no puede dejar de pensar en el Liverpool, así, partiendo de la premisa de que es más fácil destruir que construir, ha optado por renunciar de momento al alegre y vertiginoso estilo atacante del Monterrey, para dar paso a otro más pausado, de pase corto y al pie, que no es el juego que los identifica.

Así, pensando en los rabanitos (Liverpool), la tarea del Turco, consiste en que sus muchachos se olviden que existe no solo el Liverpool, sino también que se olviden del América, para que se concentren en el Al-Sadd Sports Club, que era el único equipo en el mundo, que en ese momento podía ganarles, pero además, no bastaba solo con ganar, sino que deberían hacerlo esforzándose lo menos posible y, ¿cómo se logra esto? Pues valiéndose del juego sencillo de toque corto y al pie, algo inusual para los Rayados.

El caso es que en ese estilo de juego, los qataris aventajaron al Monterrey con mucho, y que el porcentaje de posesión fue muy superior al de Rayados. A partir de esto, sería fácil afirmar que Al Sadd es mejor equipo que el Monterrey, sin darnos cuenta de que todo se debía a la inteligencia de Mohamed, quien maquillando la verdadera cara de su equipo, se exponía valientemente a correr el riesgo de que al concederle tanto espacio a sus desconoicidos rivales, estos lograran tomar ventaja.

Pero, finalmente, el Monterrey nos ha demostrado que tiene variantes, así en esta ocasión nos ha mostrado una cara distinta de la que le conocíamos. Ha esperado en su área al enemigo, aprovechando los espacios libres que deja en su afán por hacer goles. Es así como en una llegada regiomontana, Leonel Vangioni ha soltado un tremendo bombazo desde los límites del área para que el balón vaya a estrellarse en la intersección de poste y travesaño, yéndose al fondo de la cabaña qatari para mover el marcador en favor del Monterrey.

El juego continuó bajo la misma tónica, Monterrey replegado y Al Sadd fiel a lo suyo, tejiendo interminables series de pases, hasta que Gabi, el excapitán del Atlético de Madrid y, el jugador más experimentado del equipo local, al encontrarse por la banda en el medio campo, retrasó el balón, que Rogelio Funes Mori, atento, anticipó al portero, lo sacó del arco para fusilarlo con tiro raso y pegado a su cuerpo, para hacer inútil la estirada del portero, quien vio caer por segunda vez su portería. Aumentando la diferencia 2-0 , terminando así la primera parte.

Aunque estoy seguro de que no existe entrenador que desprecie el marcador 2-0 en su favor, es bueno atender las consejas que señalan que el 2-0 es el marcador más peligroso, pero como tomar providencias contra un rival que se niega a prestarnos el balón y, aunque la ventaja es importante, nos preocupa las constantes llegadas fallidas de los árabes, que en el cobro de un tiro libre lejano pegado a la banda derecha, que es cazado por Bounedha, quien solamente lo roza, para sorprender al “Trapito” que solo lo ve pasar.

Con esto, el Al-Sadd se revitaliza y asedia la puerta mexicana, sin acertar a superar a Montes y Sánchez, hasta que en el minuto 77, Gallardo quitó un balón en mediocampo e inició una veloz carrera acompañado por la izquierda por Funes Mori y por derecha Carlos Rodríguez, a quien asiste con pase que lo deja para rematar con potente disparo que casi rompe las redes y así ampliar la ventaja. De veras que este gol fue un descanso para todos, incluyéndonos a los mirones, que no pudimos contener un largo suspiro de descanso.

Los qataris lejos de amilanarse volvieron a lo suyo. El tiempo normal había terminado y el árbitro otorgó seis minutos extra que nos parecieron eternos, pues al 99, Abdelkarim, defensa izquierdo, en una arremetida, soltó un verdadero cañonazo que venció a Barovero para el 2-3, terminando así el juego. Monterrey jugó con: Barovero, Medina, Montes, Sánchez, Vangioni, Rodríguez, González, Pabón, Gallardo, Pizarro y Funes Mori. Entraron en la segunda parte, Layún, José María Basanta y Maximiliano Meza, D.T. Antonio Mohamed... Al-Sadd Sports Club: Saad Al-Sheeb, Pedreo Miguel Correia, Baualem Kohozuki, Tarek Salman, Abdjri, Gabi, Hassan Al-Heldos, Nam Tae-Hee, Akram Afif, B. Bounedjah. Todos los Rayados cumplieron, pero Montes, Sánchez, Vangioni, Carlos Rodríguez, Jonathan González y Gallardo estuvieron superiores.

Hasta pronto amigo.


Primer regalo navideño... No sin pasar apuros, el Monterrey ha sido capaz de sacar el resultado jugando no como Rayado. Vaya paquete que le ha tocado a Mohamed que, aunque el compromiso más importante es el que se está jugando, no puede dejar de pensar en el Liverpool, así, partiendo de la premisa de que es más fácil destruir que construir, ha optado por renunciar de momento al alegre y vertiginoso estilo atacante del Monterrey, para dar paso a otro más pausado, de pase corto y al pie, que no es el juego que los identifica.

Así, pensando en los rabanitos (Liverpool), la tarea del Turco, consiste en que sus muchachos se olviden que existe no solo el Liverpool, sino también que se olviden del América, para que se concentren en el Al-Sadd Sports Club, que era el único equipo en el mundo, que en ese momento podía ganarles, pero además, no bastaba solo con ganar, sino que deberían hacerlo esforzándose lo menos posible y, ¿cómo se logra esto? Pues valiéndose del juego sencillo de toque corto y al pie, algo inusual para los Rayados.

El caso es que en ese estilo de juego, los qataris aventajaron al Monterrey con mucho, y que el porcentaje de posesión fue muy superior al de Rayados. A partir de esto, sería fácil afirmar que Al Sadd es mejor equipo que el Monterrey, sin darnos cuenta de que todo se debía a la inteligencia de Mohamed, quien maquillando la verdadera cara de su equipo, se exponía valientemente a correr el riesgo de que al concederle tanto espacio a sus desconoicidos rivales, estos lograran tomar ventaja.

Pero, finalmente, el Monterrey nos ha demostrado que tiene variantes, así en esta ocasión nos ha mostrado una cara distinta de la que le conocíamos. Ha esperado en su área al enemigo, aprovechando los espacios libres que deja en su afán por hacer goles. Es así como en una llegada regiomontana, Leonel Vangioni ha soltado un tremendo bombazo desde los límites del área para que el balón vaya a estrellarse en la intersección de poste y travesaño, yéndose al fondo de la cabaña qatari para mover el marcador en favor del Monterrey.

El juego continuó bajo la misma tónica, Monterrey replegado y Al Sadd fiel a lo suyo, tejiendo interminables series de pases, hasta que Gabi, el excapitán del Atlético de Madrid y, el jugador más experimentado del equipo local, al encontrarse por la banda en el medio campo, retrasó el balón, que Rogelio Funes Mori, atento, anticipó al portero, lo sacó del arco para fusilarlo con tiro raso y pegado a su cuerpo, para hacer inútil la estirada del portero, quien vio caer por segunda vez su portería. Aumentando la diferencia 2-0 , terminando así la primera parte.

Aunque estoy seguro de que no existe entrenador que desprecie el marcador 2-0 en su favor, es bueno atender las consejas que señalan que el 2-0 es el marcador más peligroso, pero como tomar providencias contra un rival que se niega a prestarnos el balón y, aunque la ventaja es importante, nos preocupa las constantes llegadas fallidas de los árabes, que en el cobro de un tiro libre lejano pegado a la banda derecha, que es cazado por Bounedha, quien solamente lo roza, para sorprender al “Trapito” que solo lo ve pasar.

Con esto, el Al-Sadd se revitaliza y asedia la puerta mexicana, sin acertar a superar a Montes y Sánchez, hasta que en el minuto 77, Gallardo quitó un balón en mediocampo e inició una veloz carrera acompañado por la izquierda por Funes Mori y por derecha Carlos Rodríguez, a quien asiste con pase que lo deja para rematar con potente disparo que casi rompe las redes y así ampliar la ventaja. De veras que este gol fue un descanso para todos, incluyéndonos a los mirones, que no pudimos contener un largo suspiro de descanso.

Los qataris lejos de amilanarse volvieron a lo suyo. El tiempo normal había terminado y el árbitro otorgó seis minutos extra que nos parecieron eternos, pues al 99, Abdelkarim, defensa izquierdo, en una arremetida, soltó un verdadero cañonazo que venció a Barovero para el 2-3, terminando así el juego. Monterrey jugó con: Barovero, Medina, Montes, Sánchez, Vangioni, Rodríguez, González, Pabón, Gallardo, Pizarro y Funes Mori. Entraron en la segunda parte, Layún, José María Basanta y Maximiliano Meza, D.T. Antonio Mohamed... Al-Sadd Sports Club: Saad Al-Sheeb, Pedreo Miguel Correia, Baualem Kohozuki, Tarek Salman, Abdjri, Gabi, Hassan Al-Heldos, Nam Tae-Hee, Akram Afif, B. Bounedjah. Todos los Rayados cumplieron, pero Montes, Sánchez, Vangioni, Carlos Rodríguez, Jonathan González y Gallardo estuvieron superiores.

Hasta pronto amigo.