Pelé, Maradona, Messi, Chivas, América, Real Mdrid y Barcelona siempre serán amados u odiados.
Lo dicho, más tardas en dedicar un elogio, que el elogiado te quede mal. Ayer afirmaba que los equipos que más se divertían jugando eran: América, Monterrey y Cruz Azul, y que en eso se cifraba su éxito, y ¿que ocurrió? Pues que la Máquina nos ofreció un juego más triste que el que exhibió cuando perdió la final ante el América. Algo tendrá que hacer Pedro Caixinha para alegrar a su Máquina, pues parece que su mal está progresando al grado que Elías Hernández y el joven Roberto Alvarado, que son la pimienta del equipo, cada día que pasa están entristeciendo más su juego, perdiendo así los cementeros la única gracia que les adorna.
Es necesario que el portugués se dé cuenta de que al ritmo atortugado con que juega su Máquina no llegará a ninguna parte. Resulta desesperante ver cómo cuando los defensores azules al recuperar el balón para entregarlo a los organizadores, estos lo paran para conducirlo caminando al estilo de Tigres, pero si bien es cierto que tampoco Tigres es un portento de velocidad, la rapidez mental de sus jugdores es superior a la de los cementeros y no se diga la rapidez física, pues cualquier delantera supera en ese rango a los elefantes Marcone y Caraglio.
Al comentar ayer que los equipos importantes contaban con dos jugadores titulares por posición, no pensé que Cruz Azul no tuviera con quién suplir a Marcone y a Baca y ahora me doy cuenta de que ellos con Corona y Aguilar representan todo el poder de la Máquina, y mientras no encuentren con quién cubrir eficazmente esos puestos continuará el sufrimiento. Ante la falta de apoyo, Elías Hernández desaparece tristemente, igual sucede con Roberto Alvarado, quien no teniendo aún suficiente como para echarse el equipo al hombro, acaba igual que Elías, perdido. Alguien ha de decirle a Caixinha que se autoanalice, porque estoy seguro de que son muchos los que, como yo, no alcanzamos a ver ese juego que él vio y que dice que fue muy bien jugado por sus muchachos.
Al abrirse la jornada dominguera, el Toluca, sin Sambueza, Quiñones ni Vega, sus tres mejores cartas con las que ya no contará, consiguió su segunda victoria al derrotar al Puebla 2-0 con goles del argentino Santiago García, defensa central que al minuto 42 de juego se encontró con un rechace corto de un defensa, para fusilar la meta poblana y poner el marcador en ventaja para los diablos demonios. Al minuto 61, Triberio anotó el que hubiera sido su cuarto gol del torneo, pero cuando el tanto había subido ya al marcador del estadio, el VAR dijo que no valía, y se anuló. Pero de todos modos Juan te llamas, al 81' Canelo puso el dos a cero definitivo. Toluca, primer lugar con dos jugados dos ganados.
El Real Madrid, ante el placer y los bienes del Barcelona y el Atlético de Madrid, contempla sus carencias con mayor amargura. Hoy ha salido ante el Betis de Guardado y de Lainez, alineando a 8 suplentes: Keylor Navas, Nacho, Sergio Reguilon, Valverde, Vinicius, Cristo González, Dani Ceballos y Braim Díaz. Se habían jugado 13 minutos, cuando Luka Modric tomó un rechace en la media luna, para sacar un potente zurdazo que se incrustó en la portería bética.
Pasaron los minutos con llegadas frecuentes por ambos lados, hasta que finalmente Canales logró hacer el gol de la igualada, esto fue a los 67 minutos, continuando las acciones sin que ninguno de los dos equipos bajara la guardia, hasta que Vinicius fue derribado antes de entrar al área contraria, para que se marcara tiro libre directo que cobró Dani Ceballos con un chanflazo raso fuerte y al poste, para sorprender al portero que quiso adivinar, siendo engañado para poner arriba a los merengues. Buen juego, para el que un empate hubiera sido lo justo. Y continúa la mala suerte merengue, Karim Benzemá tuvo que abandonar el juego por posible fractura en una de sus manos.
Acostumbrado al constante sube y baja en los asuntos bursátiles, Florentino Pérez seguramente ve la situación de su Real Madrid como un mal momento que no ha de ser eterno, discernimiento resultante del enorme colchón formado por la Casa Blanca del futbol, en donde su enorme palmarés conforma una gran reserva de glorias acumuladas, suficientes para permanecer en la cumbre por muchos años, 33 Ligas en donde ningún equipo ha logrado al menos 30, más 13 orejonas en donde ningún otro ha conseguido al menos 10. La envidia no viene sola, pues siempre está acompañada por el odio y es claro que, de momento, esta serpiente, que es una pasión muy extendida, que nunca quiere mostrarse, se encubre, se niega pero siempre sale a flote. En todos los equipos y sus seguidores se encuentra incubado el germen de la envidia, mismo que tarda más en desarrollarse en los equipos que, habiendo atesorado glorias, están lejos de ser mordidos por tal serpiente. Chesterfield dijo que la gente odia a aquellos que le hacen sentir su propia inferioridad.
Hasta pronto amigo.
