/ domingo 7 de junio de 2020

Tramoya | La buena actitud

En la película Mejor imposible está el siguiente diálogo entre la actriz Lupe Ontiveros, quien interpreta a Nora, una trabajadora doméstica que le pide ayuda al incómodo vecino Melvin Udall, encarnado por Jack Nicholson, para sacar a pasear al perro de su expatrón.

Nora: - A las dos será buena hora, tenga la llave por si estuviera dormido (su exjefe que acaba de salir del hospital); abra las cortinas al entrar, así verá la hermosa obra de Dios y se dará cuenta que hasta cosas como estas son para bien. Melvin: -¿Dónde le enseñaron a hablar así, en Panamá en algún bar de marinos ebrios o es el último día que podrá beber de su whisky? Vaya a otra parte con sus locuras, ya cada quien tiene su vida (azotándole la puerta en las narices).

Muchas veces la falta de actitud y de tolerancia hacia los semejantes da al traste con las relaciones interpersonales, el no tener una buena actitud hacia la vida es la causante de crear en nuestra mente innumerables escenas caóticas que después trasladamos a los actos cotidianos. Por fortuna existen personas que, pese a soportar fuertes problemas, sobrellevan su existencia de una manera serena, ofreciendo a la vida la mejor de las sonrisas, ¿Qué tendrá en común ese conglomerado de personas? La respuesta es sencilla, logran descubrir, pese a la tormenta que oscurece sus vidas, el halo de luz que proporcionan las mejores cosas de la vida.

Existen dos maneras de observar el mundo: a través de la actitud positiva o de tener una mente negativa; con la primera tienes la elección de transformar tu universo personal, tú eres el dueño del cómo reaccionar a las situaciones que suceden. En la segunda, nunca pasa nada, nunca se arregla nada, sólo sobrevienen quejas, preocupaciones, amarguras. Se dice que la liebre es más rápida que una tortuga, pero ésta no se frustra por ser lenta, sabe que su virtud radica en conocer mejor el camino. Gracias a aceptar su lentitud (defecto) tiene más tiempo para conocer al detalle las maravillas del bosque. Acepta las cosas que no puedas cambiar, afronta tus virtudes y defectos, no te compares con nadie, trabaja arduamente en el único individuo que puedes cambiar...tú.

La buena actitud tiene poder, aunque tu barco naufrague nunca te sientas derrotado, compórtate como un triunfador, mientras continúes en este planeta la vida siempre estará dispuesta a otorgarte una segunda oportunidad. No existen los fracasos, todo es aprendizaje, continúa esforzándote en lograr tu meta, mientras empieza a disfrutar el éxito interno, empieza a actuar como un ganador, Norman Vincent Peale (1898-1993), creador de la teoría del pensamiento positivo, tiene una sabia cita: “Trabajando arduamente ganarás un día”. Trabaja fuerte, con el corazón, recuerda que nuestra actitud determina nuestro comportamiento. Trabaja en tu imagen, concéntrate en lo que quieres proyectar, para esto tienes que conocerte interiormente, amarte a ti mismo, con todos tus defectos físicos, mientras más te ames más fácil podrás generar una actitud positiva. Puedes salir a la calle, con el mejor pantalón, la camisa más cara, el reloj de moda, el saco más moderno, pero nunca dejes en casa la actitud de éxito, esa enmarca tu rostro. También nunca dejes de valorarte, tú eres la persona más importante, créetela, véndesela al mundo, entre más te valores de esa misma manera te valorará el mundo.

En la película Jerry Maguire (también llamada Amor y Desafío) Tom Cruise es un representante de estrellas deportivas caído en desgracia, cuyo único cliente, Rod Tidwell (Cuba Gooding Jr.) no logra despuntar en el torneo de futbol americano, hasta que una noche, Jerry le ofrece un consejo: -Te diré porqué aún no tienes tus diez millones de dólares asegurados, eres un jugador a sueldo, tú juegas con la cabeza, no con el corazón. En tu vida personal eres corazón, pero cuando estás en el campo piensas en lo que no conseguiste, buscas a quién culpar, quién hizo una mala jugada, quién tiene el contrato que tú no tienes, quién no te quiere y, ¿sabes una cosa amigo?, eso no inspira al público, eso no inspira a las personas, ya cierra la boca, juega bien, juega con el corazón, entonces yo te mostraré el "kwan" (dinero) y esa es la verdad-.

Cuando consigas tener una magnífica actitud ofrécela al servicio de los demás, la tarea más bondadosa es ayudar a otros a conseguir sus metas. Eligiendo la actitud positiva puedes lograr mejorar las condiciones que existan a tu alrededor.

La señora Smith rondaba los ochenta años, era viuda, sus hijos como no podían cuidarla decidieron enviarla a un asilo de ancianos.

Una diligente enfermera la recibió en la puerta del lugar; mientras la conducía a la habitación que habían dispuesto para ella, le describía las diferentes partes de la gran casa.

Antes de entrar a la recámara, la enfermera le comentó: -Su cama es muy cómoda, además tiene una gran ventana que asoma a un hermoso jardín.

La señora Smith respondió

-¡Me encanta!

La asistente interrumpiendo le dijo: -Sra. Smith, todavía no termino de decirle qué más hay en su cuarto.

- No importa -agregó la anciana-. El que me guste dónde voy a dormir no depende cómo estén acomodados los muebles, es cómo ordeno mis pensamientos.

La buena actitud tiene poder, aunque tu barco naufrague nunca te sientas derrotado, compórtate como un triunfador, mientras continúes en este planeta la vida siempre estará dispuesta a otorgarte una segunda oportunidad

En la película Mejor imposible está el siguiente diálogo entre la actriz Lupe Ontiveros, quien interpreta a Nora, una trabajadora doméstica que le pide ayuda al incómodo vecino Melvin Udall, encarnado por Jack Nicholson, para sacar a pasear al perro de su expatrón.

Nora: - A las dos será buena hora, tenga la llave por si estuviera dormido (su exjefe que acaba de salir del hospital); abra las cortinas al entrar, así verá la hermosa obra de Dios y se dará cuenta que hasta cosas como estas son para bien. Melvin: -¿Dónde le enseñaron a hablar así, en Panamá en algún bar de marinos ebrios o es el último día que podrá beber de su whisky? Vaya a otra parte con sus locuras, ya cada quien tiene su vida (azotándole la puerta en las narices).

Muchas veces la falta de actitud y de tolerancia hacia los semejantes da al traste con las relaciones interpersonales, el no tener una buena actitud hacia la vida es la causante de crear en nuestra mente innumerables escenas caóticas que después trasladamos a los actos cotidianos. Por fortuna existen personas que, pese a soportar fuertes problemas, sobrellevan su existencia de una manera serena, ofreciendo a la vida la mejor de las sonrisas, ¿Qué tendrá en común ese conglomerado de personas? La respuesta es sencilla, logran descubrir, pese a la tormenta que oscurece sus vidas, el halo de luz que proporcionan las mejores cosas de la vida.

Existen dos maneras de observar el mundo: a través de la actitud positiva o de tener una mente negativa; con la primera tienes la elección de transformar tu universo personal, tú eres el dueño del cómo reaccionar a las situaciones que suceden. En la segunda, nunca pasa nada, nunca se arregla nada, sólo sobrevienen quejas, preocupaciones, amarguras. Se dice que la liebre es más rápida que una tortuga, pero ésta no se frustra por ser lenta, sabe que su virtud radica en conocer mejor el camino. Gracias a aceptar su lentitud (defecto) tiene más tiempo para conocer al detalle las maravillas del bosque. Acepta las cosas que no puedas cambiar, afronta tus virtudes y defectos, no te compares con nadie, trabaja arduamente en el único individuo que puedes cambiar...tú.

La buena actitud tiene poder, aunque tu barco naufrague nunca te sientas derrotado, compórtate como un triunfador, mientras continúes en este planeta la vida siempre estará dispuesta a otorgarte una segunda oportunidad. No existen los fracasos, todo es aprendizaje, continúa esforzándote en lograr tu meta, mientras empieza a disfrutar el éxito interno, empieza a actuar como un ganador, Norman Vincent Peale (1898-1993), creador de la teoría del pensamiento positivo, tiene una sabia cita: “Trabajando arduamente ganarás un día”. Trabaja fuerte, con el corazón, recuerda que nuestra actitud determina nuestro comportamiento. Trabaja en tu imagen, concéntrate en lo que quieres proyectar, para esto tienes que conocerte interiormente, amarte a ti mismo, con todos tus defectos físicos, mientras más te ames más fácil podrás generar una actitud positiva. Puedes salir a la calle, con el mejor pantalón, la camisa más cara, el reloj de moda, el saco más moderno, pero nunca dejes en casa la actitud de éxito, esa enmarca tu rostro. También nunca dejes de valorarte, tú eres la persona más importante, créetela, véndesela al mundo, entre más te valores de esa misma manera te valorará el mundo.

En la película Jerry Maguire (también llamada Amor y Desafío) Tom Cruise es un representante de estrellas deportivas caído en desgracia, cuyo único cliente, Rod Tidwell (Cuba Gooding Jr.) no logra despuntar en el torneo de futbol americano, hasta que una noche, Jerry le ofrece un consejo: -Te diré porqué aún no tienes tus diez millones de dólares asegurados, eres un jugador a sueldo, tú juegas con la cabeza, no con el corazón. En tu vida personal eres corazón, pero cuando estás en el campo piensas en lo que no conseguiste, buscas a quién culpar, quién hizo una mala jugada, quién tiene el contrato que tú no tienes, quién no te quiere y, ¿sabes una cosa amigo?, eso no inspira al público, eso no inspira a las personas, ya cierra la boca, juega bien, juega con el corazón, entonces yo te mostraré el "kwan" (dinero) y esa es la verdad-.

Cuando consigas tener una magnífica actitud ofrécela al servicio de los demás, la tarea más bondadosa es ayudar a otros a conseguir sus metas. Eligiendo la actitud positiva puedes lograr mejorar las condiciones que existan a tu alrededor.

La señora Smith rondaba los ochenta años, era viuda, sus hijos como no podían cuidarla decidieron enviarla a un asilo de ancianos.

Una diligente enfermera la recibió en la puerta del lugar; mientras la conducía a la habitación que habían dispuesto para ella, le describía las diferentes partes de la gran casa.

Antes de entrar a la recámara, la enfermera le comentó: -Su cama es muy cómoda, además tiene una gran ventana que asoma a un hermoso jardín.

La señora Smith respondió

-¡Me encanta!

La asistente interrumpiendo le dijo: -Sra. Smith, todavía no termino de decirle qué más hay en su cuarto.

- No importa -agregó la anciana-. El que me guste dónde voy a dormir no depende cómo estén acomodados los muebles, es cómo ordeno mis pensamientos.

La buena actitud tiene poder, aunque tu barco naufrague nunca te sientas derrotado, compórtate como un triunfador, mientras continúes en este planeta la vida siempre estará dispuesta a otorgarte una segunda oportunidad