/ jueves 9 de mayo de 2019

Una muerte honrada, es mejor que una vida vergonzosa

Ni Ajax ni Barcelona tienen de qué avergonzarse.

Quiera Dios que las finales del futbol mexicano se parezcan a las de la Champions League. Después de la hazaña del Liverpool, remontando un, hasta ese momento visto como imposible 0-3 y, precismente contra el que era considerado mejor equipo del mundo, dejando claro que lo que habíamos visto una semana antes en Barcelona, no era sino uno de tantos marcadores mentirosos pues no reflejan lo que ocurrió sobre el terreno de juego y, lo que ocurrió fue que el Liverpool no jugó para merecer un tres a cero y, que el cero no representaba la relidad de lo que ocurrió, pues si el gol rojo no llegó, fue por causas de los imponderables que suelen presentarse de cuando en cuando.

Para colmo de la mala suerte, Mohamed Salah tuvo que abandonar el juego lesionado y, el brasileño Firminho, titular en el centro de ataque, por la misma causa tampoco vio acción, como tmpoco lo han hecho hoy, lo que da más valor a la merecida victoria con la que dejaron fuera al gran Barcelona, a quienes se les había concedido el deseo de que sus odiados rivales del Real Madrid fueran eliminados por un Ajax que nos ha dejado sorprendidos por la forma tan fácil que resolvió el problema que significaban los merengues, ya sin ellos en la línea, todo el camino para llegar a la orejona era miel sobre ojuelas.

Pero el Liverpool tenía otros planes y, con decición inglesa eliminaron primero al Barcelona y, ahora sus paisanos del Tottenham, del soprendente Pochettino que tanto ha querido Juventino Pérez vestir de merengue, hizo lo propio con otra demostración inglesa de poderío, venciendo a un bien organizado y tocador de primera Ajax, que ha sido la gran sorpresa. Semejante a Jurgent Klopp, que ha de hacer magia para suplir a Salah y a Firminho, a quieneas se había agregado el belga Vertonghen, que jugó cinco minutos en el partido de ida, Mauricio Pochettino ha de inventar fórmulas para hacer que la tremenda capacidad goleadora del dueño de la punta de lanza del Tottenham, Jarry Kane, sea suplida por alguien que todos lo sabemos, no podrá definir a la hora buena como lo hace Kane.

El juego Ajax Tottenham inició con muy malos augurios para los ingleses, pues al minuto 5 ya tenían el primer gol en contra, anotado con un testerazo bien colocado por Matthijs Light (defensa central) y, más tarde al minuto 35, Hakim Zivich con un zurdazo potente y rinconero, aumenta a tres la diferencia global. Mirando la desenvoltura de los holandeses y, con tres goles de diferencia, no había quien apostara por el Tottenham, que sin desesperarse y con una paciencia ejemplar hicieron el primero por conducto de Lucas Moura, quien se hizo el propósito de enmendar todo lo que no pudo concretar Dele Alli, que una y otra vez erraba frente a gol, hasta que Moura, estando frente a gol, le quitó el balón para vencer a Onana y así acortar distancia.

Esto ocurrió en el minuto 54 y al 58 nuevamente Moura, que estaba encendido, es asistido por Dele que parece haber aprendido la lección y, Moura contundente, anota cuando Onana suelta el balón. Después viene un disparo al poste por parte de los holandeses, llegamos al final y parece imposible que en 5 minutos se haga lo que no fue posible en 90, pero entonces Dele entrega a Moura que controla y cruza fuerte para sentenciar el juego justo en el minuto 96 decretándose lo que parecía imposible. Bien por Pochettino y compañía y bien por el Ajax que casi lo logra.

Y nos volvemos a nuestra realidad esperando que se parezca lo más posible a lo que hemos estado viendo en la Champions League. Los Tigres, con Gignac recuperado, irrumpen en el Miguel Hidalgo tratando de imponer condiciones en territorio ajeno y, muy pronto la suerte los traiciona y, el “Chaca” Rodríguez, en una acción desafortunada, le pega el balón en las piernas estando frente a gol, para que se vaya a introducir en la meta defendida por Nahuel Guzmán, meta que es la suya y que le cuesta el gol en contra.

Igual que reacciona un tigre herido, los universitarios se van al frente y, al minuto 21, de la misma forma en la que cayeron en desventaja, un desvío deja quieto a Blanco para decretarse otro autogol. El partido sin embargo se desarrolla con frecuentes ataques alternos pero constantes, prometiendo que veremos una mejor segunda parte.

Pues no, la segunda parte se dio con la misma tónica de la primera y, aunque todos los jugadores se esforzaron, queda claro que al menos hoy hemos comprobado que aún estamos muy lejos del nivel europeo. Es imposible que habiendo parado durante cuatro meses, en dos semanas estemos listos para empresas difíciles, tal es el caso de Gignac, que estando listo para hacer lo posible, le está resultando mucho hacer lo que parece imposible, tal como lo ha hecho en otras ocasiones. Uno a uno con ventaja para Tigres, que en su casa buscará avanzar, lo cual es muy posible.

Hasta pronto amigo.

Ni Ajax ni Barcelona tienen de qué avergonzarse.

Quiera Dios que las finales del futbol mexicano se parezcan a las de la Champions League. Después de la hazaña del Liverpool, remontando un, hasta ese momento visto como imposible 0-3 y, precismente contra el que era considerado mejor equipo del mundo, dejando claro que lo que habíamos visto una semana antes en Barcelona, no era sino uno de tantos marcadores mentirosos pues no reflejan lo que ocurrió sobre el terreno de juego y, lo que ocurrió fue que el Liverpool no jugó para merecer un tres a cero y, que el cero no representaba la relidad de lo que ocurrió, pues si el gol rojo no llegó, fue por causas de los imponderables que suelen presentarse de cuando en cuando.

Para colmo de la mala suerte, Mohamed Salah tuvo que abandonar el juego lesionado y, el brasileño Firminho, titular en el centro de ataque, por la misma causa tampoco vio acción, como tmpoco lo han hecho hoy, lo que da más valor a la merecida victoria con la que dejaron fuera al gran Barcelona, a quienes se les había concedido el deseo de que sus odiados rivales del Real Madrid fueran eliminados por un Ajax que nos ha dejado sorprendidos por la forma tan fácil que resolvió el problema que significaban los merengues, ya sin ellos en la línea, todo el camino para llegar a la orejona era miel sobre ojuelas.

Pero el Liverpool tenía otros planes y, con decición inglesa eliminaron primero al Barcelona y, ahora sus paisanos del Tottenham, del soprendente Pochettino que tanto ha querido Juventino Pérez vestir de merengue, hizo lo propio con otra demostración inglesa de poderío, venciendo a un bien organizado y tocador de primera Ajax, que ha sido la gran sorpresa. Semejante a Jurgent Klopp, que ha de hacer magia para suplir a Salah y a Firminho, a quieneas se había agregado el belga Vertonghen, que jugó cinco minutos en el partido de ida, Mauricio Pochettino ha de inventar fórmulas para hacer que la tremenda capacidad goleadora del dueño de la punta de lanza del Tottenham, Jarry Kane, sea suplida por alguien que todos lo sabemos, no podrá definir a la hora buena como lo hace Kane.

El juego Ajax Tottenham inició con muy malos augurios para los ingleses, pues al minuto 5 ya tenían el primer gol en contra, anotado con un testerazo bien colocado por Matthijs Light (defensa central) y, más tarde al minuto 35, Hakim Zivich con un zurdazo potente y rinconero, aumenta a tres la diferencia global. Mirando la desenvoltura de los holandeses y, con tres goles de diferencia, no había quien apostara por el Tottenham, que sin desesperarse y con una paciencia ejemplar hicieron el primero por conducto de Lucas Moura, quien se hizo el propósito de enmendar todo lo que no pudo concretar Dele Alli, que una y otra vez erraba frente a gol, hasta que Moura, estando frente a gol, le quitó el balón para vencer a Onana y así acortar distancia.

Esto ocurrió en el minuto 54 y al 58 nuevamente Moura, que estaba encendido, es asistido por Dele que parece haber aprendido la lección y, Moura contundente, anota cuando Onana suelta el balón. Después viene un disparo al poste por parte de los holandeses, llegamos al final y parece imposible que en 5 minutos se haga lo que no fue posible en 90, pero entonces Dele entrega a Moura que controla y cruza fuerte para sentenciar el juego justo en el minuto 96 decretándose lo que parecía imposible. Bien por Pochettino y compañía y bien por el Ajax que casi lo logra.

Y nos volvemos a nuestra realidad esperando que se parezca lo más posible a lo que hemos estado viendo en la Champions League. Los Tigres, con Gignac recuperado, irrumpen en el Miguel Hidalgo tratando de imponer condiciones en territorio ajeno y, muy pronto la suerte los traiciona y, el “Chaca” Rodríguez, en una acción desafortunada, le pega el balón en las piernas estando frente a gol, para que se vaya a introducir en la meta defendida por Nahuel Guzmán, meta que es la suya y que le cuesta el gol en contra.

Igual que reacciona un tigre herido, los universitarios se van al frente y, al minuto 21, de la misma forma en la que cayeron en desventaja, un desvío deja quieto a Blanco para decretarse otro autogol. El partido sin embargo se desarrolla con frecuentes ataques alternos pero constantes, prometiendo que veremos una mejor segunda parte.

Pues no, la segunda parte se dio con la misma tónica de la primera y, aunque todos los jugadores se esforzaron, queda claro que al menos hoy hemos comprobado que aún estamos muy lejos del nivel europeo. Es imposible que habiendo parado durante cuatro meses, en dos semanas estemos listos para empresas difíciles, tal es el caso de Gignac, que estando listo para hacer lo posible, le está resultando mucho hacer lo que parece imposible, tal como lo ha hecho en otras ocasiones. Uno a uno con ventaja para Tigres, que en su casa buscará avanzar, lo cual es muy posible.

Hasta pronto amigo.