/ lunes 25 de enero de 2021

Verba luminis | El mexicano frente al SARS-CoV-2

¿Por qué aumentan los números de contagios y los fallecimientos en nuestro país a causa del virus SARS-CoV-2? Porque no se acatan las disposiciones oficiales, de uso del cubrebocas, la sana distancia, lavarse las manos, el uso del gel antibacterial, quedarse en casa. ¿Por qué las personas siguen reuniéndose en fiestas, con sus familiares y amigos, se observan convivencias en lugares públicos abarrotados de gente sin sana distancia ni respeto por ninguna norma de cuidado? Lejos de cualquier ideología o de politizar el tema, muchos médicos lo estuvieron recomendando, pero aun así la gran mayoría de las personas hace caso omiso a sus indicaciones.

Analizando a la luz de pensadores mexicanos como Samuel Ramos autor del libro “El perfil del hombre y la cultura en México” y a Octavio Paz, en su obra “El laberinto de la soledad” podemos extraer la psicología del mexicano, y que según estos autores lo que más resalta a primera vista es la desconfianza. El mexicano es desconfiado. Tal actitud es previa a todo contacto con los hombres y las cosas. Exista o no fundamento para tenerla. Se trata de una desconfianza irracional que emana de lo más íntimo del ser. Es casi su sentido primordial de la vida. Aun cuando los hechos no se justifiquen, no hay nada en el universo que el Mexicano no vea y juzgue a través de su desconfianza. El mexicano desconfía de todo y de todos, de los hombres, de las mujeres, de las autoridades, etc. Su desconfianza no se circunscribe al género humano, se extiende a cuanto existe y sucede, niega todo sin razón alguna porque él es la negación personificada. Aún hay personas que niegan que la pandemia exista.

Otro aspecto para comprender el mecanismo de la mente Mexicana es analizar la gran masa que pertenece a una categoría social en donde el individuo es resultante de las reacciones para ocultar un sentimiento de inferioridad, en donde afirma “La vida no vale nada” y es tal su desconfianza de sí mismo que produce una anormalidad de funcionamiento psíquico, sobre todo en la percepción de la realidad. Esta percepción anormal consiste en una desconfianza injustificada de los demás, viviendo en un continuo temor de ser descubierto e imagina que el primer recién llegado es su enemigo y desconfía de todo hombre que se le acerque.

Lo anteriormente expresado, nos puede hacer llegar a comprender que México necesita conquistar mediante la acción disciplinada de un auténtico pensamiento nacional, su verdad o conjunto de verdades. Los mexicanos somos creativos, inteligentes hombres de acción, mujeres de talento reconocidos científicamente aún en otros países, y este es un momento por la crisis que atravesamos en que nos descubramos interiormente y seamos hombres y mujeres capaces de pensar en nuestro país, en los demás, en nosotros mismos. Solo así podremos avanzar. Ese es el reto. Quédese en casa.

cesar.fentanesbanda@gmail.com

¿Por qué aumentan los números de contagios y los fallecimientos en nuestro país a causa del virus SARS-CoV-2? Porque no se acatan las disposiciones oficiales, de uso del cubrebocas, la sana distancia, lavarse las manos, el uso del gel antibacterial, quedarse en casa. ¿Por qué las personas siguen reuniéndose en fiestas, con sus familiares y amigos, se observan convivencias en lugares públicos abarrotados de gente sin sana distancia ni respeto por ninguna norma de cuidado? Lejos de cualquier ideología o de politizar el tema, muchos médicos lo estuvieron recomendando, pero aun así la gran mayoría de las personas hace caso omiso a sus indicaciones.

Analizando a la luz de pensadores mexicanos como Samuel Ramos autor del libro “El perfil del hombre y la cultura en México” y a Octavio Paz, en su obra “El laberinto de la soledad” podemos extraer la psicología del mexicano, y que según estos autores lo que más resalta a primera vista es la desconfianza. El mexicano es desconfiado. Tal actitud es previa a todo contacto con los hombres y las cosas. Exista o no fundamento para tenerla. Se trata de una desconfianza irracional que emana de lo más íntimo del ser. Es casi su sentido primordial de la vida. Aun cuando los hechos no se justifiquen, no hay nada en el universo que el Mexicano no vea y juzgue a través de su desconfianza. El mexicano desconfía de todo y de todos, de los hombres, de las mujeres, de las autoridades, etc. Su desconfianza no se circunscribe al género humano, se extiende a cuanto existe y sucede, niega todo sin razón alguna porque él es la negación personificada. Aún hay personas que niegan que la pandemia exista.

Otro aspecto para comprender el mecanismo de la mente Mexicana es analizar la gran masa que pertenece a una categoría social en donde el individuo es resultante de las reacciones para ocultar un sentimiento de inferioridad, en donde afirma “La vida no vale nada” y es tal su desconfianza de sí mismo que produce una anormalidad de funcionamiento psíquico, sobre todo en la percepción de la realidad. Esta percepción anormal consiste en una desconfianza injustificada de los demás, viviendo en un continuo temor de ser descubierto e imagina que el primer recién llegado es su enemigo y desconfía de todo hombre que se le acerque.

Lo anteriormente expresado, nos puede hacer llegar a comprender que México necesita conquistar mediante la acción disciplinada de un auténtico pensamiento nacional, su verdad o conjunto de verdades. Los mexicanos somos creativos, inteligentes hombres de acción, mujeres de talento reconocidos científicamente aún en otros países, y este es un momento por la crisis que atravesamos en que nos descubramos interiormente y seamos hombres y mujeres capaces de pensar en nuestro país, en los demás, en nosotros mismos. Solo así podremos avanzar. Ese es el reto. Quédese en casa.

cesar.fentanesbanda@gmail.com