/ lunes 20 de abril de 2020

Verba Luminis | Gobernar es saber escuchar...

Una sociedad democrática se revela, en esencia, por el respeto a la pluralidad, gobernar, empieza con saber escuchar los planteamientos de los distintos sectores de la sociedad para después, en el ejercicio de la administración, poder instrumentar soluciones y aplicar los recursos necesarios a las demandas del propio pueblo.

Así la Constitución federal Mexicana, en su doble aspecto de ley fundamental del Estado federal y de estatuto nacional común a los estados que lo integran, contiene preceptos que afirman nuestros principios fundamentales. El sistema federal es la base de la organización política y social en México. Así el Gobierno de la República se nutre de la opinión de los segmentos de la sociedad. Al Presidente de la República le toca la difícil y delicada tarea de armonizar los intereses de todos los mexicanos teniendo como guía el interés general de la nación.

Estos son momentos difíciles para México. No deben existir liderazgos autoritarios o iluminados, y ahora el Gobierno de la Republica, que debiera nutrirse de la opinión de los segmentos de la sociedad, pareciere que prefiere dejar pasar a actuar. La presidencia es un ejercicio de aprendizaje permanente.

El derecho a equivocarse le asiste, pero no así el derecho a no cumplir la propia responsabilidad. Es preferible rectificar que empecinarse en medidas ineficaces o que han sido rebasadas por las circunstancias.

Empero, México ha podido salir adelante en tanto hemos aprendido a sumar esfuerzos, y en esta hora más, que nunca, los mexicanos debemos comprobar que por encima de los intereses particulares están los intereses de la República y los intereses de la nación. Esta crisis económica, derivada de la pandemia sanitaria que ha provocado temor e incertidumbre, empieza a germinar también el surgimiento de la discordia entre clases y grupos, en sentimientos de abandono, desánimo, tendencias que corroen la unidad necesaria para la vida en común y el esfuerzo colectivo.

El Presidente de la República parece no escuchar y se ha convertido en un árbitro de intereses en estos momentos que el derecho a la protección a la salud es esencial, por lo que debe exigirse en todo momento servir al país con entrega total y responsabilidad institucional. Como sociedad nos corresponde impulsar los valores familiares y sociales que nos lleven a enfrentar esta crisis en un clima de conciliación y de unidad. Debemos afrontar la realidad sabiendo que contamos con cimientos más sólidos que nunca. Hay mejores bases para el futuro; este dependerá de nuestro esfuerzo.

cesar.fentanesbanda

Una sociedad democrática se revela, en esencia, por el respeto a la pluralidad, gobernar, empieza con saber escuchar los planteamientos de los distintos sectores de la sociedad para después, en el ejercicio de la administración, poder instrumentar soluciones y aplicar los recursos necesarios a las demandas del propio pueblo.

Así la Constitución federal Mexicana, en su doble aspecto de ley fundamental del Estado federal y de estatuto nacional común a los estados que lo integran, contiene preceptos que afirman nuestros principios fundamentales. El sistema federal es la base de la organización política y social en México. Así el Gobierno de la República se nutre de la opinión de los segmentos de la sociedad. Al Presidente de la República le toca la difícil y delicada tarea de armonizar los intereses de todos los mexicanos teniendo como guía el interés general de la nación.

Estos son momentos difíciles para México. No deben existir liderazgos autoritarios o iluminados, y ahora el Gobierno de la Republica, que debiera nutrirse de la opinión de los segmentos de la sociedad, pareciere que prefiere dejar pasar a actuar. La presidencia es un ejercicio de aprendizaje permanente.

El derecho a equivocarse le asiste, pero no así el derecho a no cumplir la propia responsabilidad. Es preferible rectificar que empecinarse en medidas ineficaces o que han sido rebasadas por las circunstancias.

Empero, México ha podido salir adelante en tanto hemos aprendido a sumar esfuerzos, y en esta hora más, que nunca, los mexicanos debemos comprobar que por encima de los intereses particulares están los intereses de la República y los intereses de la nación. Esta crisis económica, derivada de la pandemia sanitaria que ha provocado temor e incertidumbre, empieza a germinar también el surgimiento de la discordia entre clases y grupos, en sentimientos de abandono, desánimo, tendencias que corroen la unidad necesaria para la vida en común y el esfuerzo colectivo.

El Presidente de la República parece no escuchar y se ha convertido en un árbitro de intereses en estos momentos que el derecho a la protección a la salud es esencial, por lo que debe exigirse en todo momento servir al país con entrega total y responsabilidad institucional. Como sociedad nos corresponde impulsar los valores familiares y sociales que nos lleven a enfrentar esta crisis en un clima de conciliación y de unidad. Debemos afrontar la realidad sabiendo que contamos con cimientos más sólidos que nunca. Hay mejores bases para el futuro; este dependerá de nuestro esfuerzo.

cesar.fentanesbanda