/ lunes 1 de marzo de 2021

Verba luminis | La Semana Santa… Aspectos jurídicos del juicio a Jesucristo…

Conforme a las Escrituras, Jesús llegó a Betania 6 días antes de la Pascua para pasar algún tiempo con sus amigos Martha, María y Lázaro. Allí María ungió los pies de Jesús con un costoso perfume como un acto de humildad.

Esa tierna expresión indica la devoción de María y su disposición a servirle. El domingo, primer día de la semana Jesús entró en Jerusalén montado en un asno, cumpliendo así una antigua profecía (Zac 9:9) La multitud le dio la bienvenida con exclamaciones de ¡Hosanna! Que significa un título mesiánico como el enviado del Señor, el venidero Rey de Israel. El lunes siguiente Jesús volvió al templo y encontró el atrio de los gentiles lleno de mercaderes y cambistas sacando buenas utilidades del cambio de monedas judías por monedas paganas. Jesús los echó del templo con una especie de látigo en lo que se denomina la purificación del templo. Jesús evadió todo tipo de subterfugios, enseñó en parábolas y les habló a sus discípulos sobre los acontecimientos futuros, incluso sobre su próxima muerte. El jueves, en un aposento alto Jesús se preparó así mismo y preparó a los discípulos para su muerte. Él le dio a la cena pascual un nuevo significado, el pedazo de pan y la copa de vino representaron su cuerpo que iba a ser sacrificado y su sangre que iba a ser derramada. Lavó los pies de sus apóstoles y después de cantar un himno, salieron él y sus discípulos al huerto de Getsemaní donde Jesús oró en agonía sabiendo lo que estaba por sucederle.

Jesús es arrestado en el Monte de los Olivos, es conducido primero con Annás y luego más noche con Caifás. Es presentado ante el sanedrín para la primera fase del proceso donde es encontrado culpable de muerte y es encomendado al procurador Poncio Pilato, funcionario romano. Es interrogado por primera vez por dicho procurador, que lo envía Herodes quien lo interroga y regresa a Pilatos. El viernes por la mañana es regresado al tribunal del procurador romano, es nuevamente interrogado y luego condenado a muerte por lo que es conducido al lugar de la crucifixión llamado Gólgota. En consecuencia son dos procesos diferentes uno religioso y otro político basado en el derecho romano. Los dos juicios contra Jesús fueron ilegales y en consecuencia injustos, los judíos acusaron y presionaron, los romanos sentenciaron y crucificaron. Es evidente que Jesús fue víctima de dos sistemas jurídicos en el que se violaron las normas procesales más elementales y en evidencia se transgredieron los derechos fundamentales que el acusado tendría para su defensa. Jesús murió por delitos que no cometió en un procedimiento totalmente aberrante e injusto, ¿Pudo ser apelada la sentencia de muerte contra Jesús?, ¿Fue legal su arresto? La Semana Santa nos trae a reflexión no solo aspectos religiosos, sino también aspectos legales que demuestran los vicios y las faltas de garantías procesales reconocidas en su época: En suma, Jesús fue sometido en forma arbitraria a un arresto por delitos no comprobados, el juicio se apoyó en testigos falsos, Poncio Pilatos tuvo hasta tres oportunidades para absolverlo, la sentencia contra Jesús no fue apelada… pero el Hijo de Dios vino a dar su vida por nosotros en una cruz para la salvación de la humanidad

cesar.fentanesbanda@gmail.com

Conforme a las Escrituras, Jesús llegó a Betania 6 días antes de la Pascua para pasar algún tiempo con sus amigos Martha, María y Lázaro. Allí María ungió los pies de Jesús con un costoso perfume como un acto de humildad.

Esa tierna expresión indica la devoción de María y su disposición a servirle. El domingo, primer día de la semana Jesús entró en Jerusalén montado en un asno, cumpliendo así una antigua profecía (Zac 9:9) La multitud le dio la bienvenida con exclamaciones de ¡Hosanna! Que significa un título mesiánico como el enviado del Señor, el venidero Rey de Israel. El lunes siguiente Jesús volvió al templo y encontró el atrio de los gentiles lleno de mercaderes y cambistas sacando buenas utilidades del cambio de monedas judías por monedas paganas. Jesús los echó del templo con una especie de látigo en lo que se denomina la purificación del templo. Jesús evadió todo tipo de subterfugios, enseñó en parábolas y les habló a sus discípulos sobre los acontecimientos futuros, incluso sobre su próxima muerte. El jueves, en un aposento alto Jesús se preparó así mismo y preparó a los discípulos para su muerte. Él le dio a la cena pascual un nuevo significado, el pedazo de pan y la copa de vino representaron su cuerpo que iba a ser sacrificado y su sangre que iba a ser derramada. Lavó los pies de sus apóstoles y después de cantar un himno, salieron él y sus discípulos al huerto de Getsemaní donde Jesús oró en agonía sabiendo lo que estaba por sucederle.

Jesús es arrestado en el Monte de los Olivos, es conducido primero con Annás y luego más noche con Caifás. Es presentado ante el sanedrín para la primera fase del proceso donde es encontrado culpable de muerte y es encomendado al procurador Poncio Pilato, funcionario romano. Es interrogado por primera vez por dicho procurador, que lo envía Herodes quien lo interroga y regresa a Pilatos. El viernes por la mañana es regresado al tribunal del procurador romano, es nuevamente interrogado y luego condenado a muerte por lo que es conducido al lugar de la crucifixión llamado Gólgota. En consecuencia son dos procesos diferentes uno religioso y otro político basado en el derecho romano. Los dos juicios contra Jesús fueron ilegales y en consecuencia injustos, los judíos acusaron y presionaron, los romanos sentenciaron y crucificaron. Es evidente que Jesús fue víctima de dos sistemas jurídicos en el que se violaron las normas procesales más elementales y en evidencia se transgredieron los derechos fundamentales que el acusado tendría para su defensa. Jesús murió por delitos que no cometió en un procedimiento totalmente aberrante e injusto, ¿Pudo ser apelada la sentencia de muerte contra Jesús?, ¿Fue legal su arresto? La Semana Santa nos trae a reflexión no solo aspectos religiosos, sino también aspectos legales que demuestran los vicios y las faltas de garantías procesales reconocidas en su época: En suma, Jesús fue sometido en forma arbitraria a un arresto por delitos no comprobados, el juicio se apoyó en testigos falsos, Poncio Pilatos tuvo hasta tres oportunidades para absolverlo, la sentencia contra Jesús no fue apelada… pero el Hijo de Dios vino a dar su vida por nosotros en una cruz para la salvación de la humanidad

cesar.fentanesbanda@gmail.com