El pasado tres de Mayo, celebramos el día de la libertad de expresión, la cual también se le conoce como libertad de pensamiento, libertad de opinión, libertad de prensa y libertad de información.
No obstante valdría la pena preguntarnos si es lo mismo libertad de expresión y de información.
La primera se refiere a la manifestación de las ideas, mientras la segunda a la difusión de información por cualquier medio.
En los artículos sexto y séptimo de nuestra constitución política de los Estados Unidos Mexicanos se establece lo referente a la libertad de expresión que en forma sucinta establecen:… la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, si no en el caso de que ataque a la moral, vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público... El derecho a la información será garantizado por el Estado... es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas por cualquier medio.
El derecho a la información, libertad de prensa y libertad de expresión son tres conceptos jurídicos que tienen rasgos en común pero no son conceptos equivalentes. Hoy el derecho a la información se considera un derecho humano autónomo distinto del derecho a la libertad de expresión y de la libertad de prensa. De acuerdo a lo anterior queda claro que la libertad de expresión no es un derecho absoluto pero es un derecho preferente siempre y cuando trate de información de interés público.
Lo anterior, empero, no nos protege de ninguna forma de la mentira disfrazada como verdad o a la mezcla de verdad con mentira, donde la mentira es el fondo y la verdad es la forma. Por ello estamos pasando a la era de la desinformación: con la expansión de las redes digitales se ha presentado el lado obscuro de las de las redes sociales: la divulgación masiva de noticias falsas. La revista Mexicana de ciencias penales, del Instituto Nacional De Ciencias Penales publicó un artículo titulado Fake News implicaciones jurídicas, derechos humanos y acceso a la justicia lo que es preocupación de todos los juristas.
Ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha seguido la doctrina española sobre los alcances y límites de esta libertad. En el entorno nacional vemos cómo se multiplican las noticias sobre la presente crisis sanitaria, que no se sabe cuándo es realidad y cuándo es mentira, y por ello no lleva en estos momentos a buscar la unidad, la paz, la conciliación de todos los Mexicanos para superar esta contingencia, seguir las indicaciones de nuestras autoridades en materia de salud. Ya habrá tiempo para la política.
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