/ lunes 26 de abril de 2021

Verba luminis | Los libros y la cultura

El pasado 23 de Abril celebramos el Día Internacional del Libro, lo cual nos lleva a meditar y reflexionar la importancia de los libros tanto en nuestro desarrollo personal, social y cultural. Cultura y democracia constituye un binomio inseparable.

También educación y cultura deben ser una misma cosa, y la lectura es una habilidad sobre la cual descansa en enorme medida la posibilidad de estudio y de aprendizaje de cualquier persona sin que importe la manera en que su desempeño se especialice. Es solo a través de la cultura y de la educación que el ser humano exprese y reafirma sus aspiraciones, encuentran los principios y valores que norman su vida social, fortalecen conductas y principios de convivencia tolerancia y capacidad de comprensión de la diversidad. La vida democrática de una sociedad no puede darse si no a través del conocimiento de su historia, de sus valores, de su identidad cultural.

Considero que se fomente la formación del gusto y la costumbre de leer, incrementar los programas de bibliotecas y salas de lectura a fin de crear el hábito de la lectura. Esta debe ser una disciplina constante, además del gusto y placer por la lectura debe aprenderse la gramática y redactar correctamente, pues toda gramática que no tenga por fin ejercer el idioma con cierta habilidad no cumple su función. También reitero que la formación y la recreación culturales son un punto de encuentro de la familia y de la sociedad que no se debería desaprovechar. Son también un indicador elocuente de los niveles de calidad de vida.

Debemos meditar que actualmente el libro como instrumento esencial del aprendizaje y la cultura se encuentra en las nuevas tecnologías como el internet y la era digital, una nueva manera de adquirir conocimiento sobre todo en los niños y jóvenes, y que actualmente la lectura que es decisión, disciplina, ejercicio vital encuentra un serio adversario, pero nada se compara para quienes hemos obtenido el hábito de la lectura, que es gran parte la vida de un escritor en que los grandes autores de todos los tiempos forman inevitablemente una fuerza de seducción que a través de los libros convierte su lectura en uno de los placeres más incomparables que se puedan dar. Los libros, el placer de leer forman parte de la personalidad de un individuo y de la sociedad. Un libro que recomiendo su lectura es la Biblia independientemente de cualquier creencia religiosa, porque aparte enseña estilo; la influencia más clara en mi prosa son precisamente producto de las lecturas del Antiguo Testamento, los libros de los profetas y los salmos y también el nuevo testamento y los evangelios. La Biblia como literatura es incomparable, recoge ese terreno maravilloso, en que leer y releer constantemente se encuentra con creaciones del más alto potencial poético, literario e histórico. Todo eso encuentra en la Biblia, lectura siempre recomendable. A propósito del Día Internacional del Libro, el cual debemos rescatar ante las nuevas tecnologías. Ese es el reto.

cesar.fentanesbanda@gmail.com

El pasado 23 de Abril celebramos el Día Internacional del Libro, lo cual nos lleva a meditar y reflexionar la importancia de los libros tanto en nuestro desarrollo personal, social y cultural. Cultura y democracia constituye un binomio inseparable.

También educación y cultura deben ser una misma cosa, y la lectura es una habilidad sobre la cual descansa en enorme medida la posibilidad de estudio y de aprendizaje de cualquier persona sin que importe la manera en que su desempeño se especialice. Es solo a través de la cultura y de la educación que el ser humano exprese y reafirma sus aspiraciones, encuentran los principios y valores que norman su vida social, fortalecen conductas y principios de convivencia tolerancia y capacidad de comprensión de la diversidad. La vida democrática de una sociedad no puede darse si no a través del conocimiento de su historia, de sus valores, de su identidad cultural.

Considero que se fomente la formación del gusto y la costumbre de leer, incrementar los programas de bibliotecas y salas de lectura a fin de crear el hábito de la lectura. Esta debe ser una disciplina constante, además del gusto y placer por la lectura debe aprenderse la gramática y redactar correctamente, pues toda gramática que no tenga por fin ejercer el idioma con cierta habilidad no cumple su función. También reitero que la formación y la recreación culturales son un punto de encuentro de la familia y de la sociedad que no se debería desaprovechar. Son también un indicador elocuente de los niveles de calidad de vida.

Debemos meditar que actualmente el libro como instrumento esencial del aprendizaje y la cultura se encuentra en las nuevas tecnologías como el internet y la era digital, una nueva manera de adquirir conocimiento sobre todo en los niños y jóvenes, y que actualmente la lectura que es decisión, disciplina, ejercicio vital encuentra un serio adversario, pero nada se compara para quienes hemos obtenido el hábito de la lectura, que es gran parte la vida de un escritor en que los grandes autores de todos los tiempos forman inevitablemente una fuerza de seducción que a través de los libros convierte su lectura en uno de los placeres más incomparables que se puedan dar. Los libros, el placer de leer forman parte de la personalidad de un individuo y de la sociedad. Un libro que recomiendo su lectura es la Biblia independientemente de cualquier creencia religiosa, porque aparte enseña estilo; la influencia más clara en mi prosa son precisamente producto de las lecturas del Antiguo Testamento, los libros de los profetas y los salmos y también el nuevo testamento y los evangelios. La Biblia como literatura es incomparable, recoge ese terreno maravilloso, en que leer y releer constantemente se encuentra con creaciones del más alto potencial poético, literario e histórico. Todo eso encuentra en la Biblia, lectura siempre recomendable. A propósito del Día Internacional del Libro, el cual debemos rescatar ante las nuevas tecnologías. Ese es el reto.

cesar.fentanesbanda@gmail.com