/ domingo 20 de diciembre de 2020

Verba luminis | Una Navidad diferente… 

Dentro de unos días celebraremos el acontecimiento más importante de la humanidad: El nacimiento de Jesús, nuestro Señor y Salvador, el hijo de Dios o Dios mismo encarnado de una virgen que llegó a este mundo a traernos el evangelio del amor, la paz, el perdón, la misericordia, la reconciliación y la vida eterna.

Este año, la Navidad será diferente: sin aglomeraciones, con las calles semivacías, con ausencias de seres queridos que lamentablemente fallecieron durante esta pandemia, hogares enlutados, familias que celebrarán la Navidad a distancia, sin las grandes mesas, hijos que no podrán acompañar a sus padres, sin fiestas, y todo esto debido a la contingencia sanitaria, que nuestras autoridades de Salud no han podido controlar.

En estas circunstancias, debemos preguntarnos: ¿Cuál es el verdadero espíritu de la Navidad?, ¿Cómo podemos contribuir a festejar la noche más venturosa del nacimiento del Niño Jesús? La navidad debe ser una oportunidad de que reine en nuestro corazón y en nuestras familias el amor, la paz, la misericordia, las obras de caridad hacia los necesitados, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, cobijar al que tiene frío, consolar al triste, a los ancianos olvidados y a los niños de la calle que no tienen más hogar que un lugar abandonado, y por compañía a otros niños igual de desamparados que ellos.

Pero debemos tener un gran gozo en nuestros corazones, ya que Dios no nos abandona. Una vez más celebramos el nacimiento de nuestro salvador que es Cristo el Señor, y sigue siendo la señal: hallaréis al niño envuelto en pañales acostado en un pesebre y deben sonar en nuestros oídos y corazones la alabanza: …Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres… Porque un niño nos es nacido y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz y su reino no tendrá fin.

Este es el verdadero espíritu de la Navidad: El amor, el perdón y la paz. Les deseo feliz Navidad y que elevemos la mente y el corazón a Dios, Padre Todopoderoso, y a nuestro Señor Jesucristo que se haga su voluntad y que el Niño Jesús nazca en el corazón de todas las personas de buena voluntad. Feliz Navidad.

E-mail:

cesar.fentanesbanda@gmail.com

Dentro de unos días celebraremos el acontecimiento más importante de la humanidad: El nacimiento de Jesús, nuestro Señor y Salvador, el hijo de Dios o Dios mismo encarnado de una virgen que llegó a este mundo a traernos el evangelio del amor, la paz, el perdón, la misericordia, la reconciliación y la vida eterna.

Este año, la Navidad será diferente: sin aglomeraciones, con las calles semivacías, con ausencias de seres queridos que lamentablemente fallecieron durante esta pandemia, hogares enlutados, familias que celebrarán la Navidad a distancia, sin las grandes mesas, hijos que no podrán acompañar a sus padres, sin fiestas, y todo esto debido a la contingencia sanitaria, que nuestras autoridades de Salud no han podido controlar.

En estas circunstancias, debemos preguntarnos: ¿Cuál es el verdadero espíritu de la Navidad?, ¿Cómo podemos contribuir a festejar la noche más venturosa del nacimiento del Niño Jesús? La navidad debe ser una oportunidad de que reine en nuestro corazón y en nuestras familias el amor, la paz, la misericordia, las obras de caridad hacia los necesitados, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, cobijar al que tiene frío, consolar al triste, a los ancianos olvidados y a los niños de la calle que no tienen más hogar que un lugar abandonado, y por compañía a otros niños igual de desamparados que ellos.

Pero debemos tener un gran gozo en nuestros corazones, ya que Dios no nos abandona. Una vez más celebramos el nacimiento de nuestro salvador que es Cristo el Señor, y sigue siendo la señal: hallaréis al niño envuelto en pañales acostado en un pesebre y deben sonar en nuestros oídos y corazones la alabanza: …Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres… Porque un niño nos es nacido y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz y su reino no tendrá fin.

Este es el verdadero espíritu de la Navidad: El amor, el perdón y la paz. Les deseo feliz Navidad y que elevemos la mente y el corazón a Dios, Padre Todopoderoso, y a nuestro Señor Jesucristo que se haga su voluntad y que el Niño Jesús nazca en el corazón de todas las personas de buena voluntad. Feliz Navidad.

E-mail:

cesar.fentanesbanda@gmail.com