/ miércoles 31 de enero de 2018

Vivir para contarlo

Hay personas que parecen tener mala o buena suerte, según se vea. Es el caso de un ciudadano de Cuba, individuo que afirma haber recibido la descarga de un rayo ocho veces y estar sin lesiones de gravedad o expuesto a secuelas de alguna incapacidad manifiesta.

Al isleño le gustaría saber el motivo de su desgracia y aclarar por qué en repetidas ocasiones logró salir indemne de las mencionadas descargas eléctricas. Cada vez que ve relámpagos y cae la lluvia vive momentos de terror, por lo que se encomienda al Supremo Creador y a la providencia para que lo protejan del inclemente fenómeno que lo acecha.

La electricidad es un fluido enigmático. Solo individuos como Edison o Tesla lo han llegado a entender un poco. Pero en torno a este asunto, como en otros del universo, es más lo que ignoramos que lo que sabemos.

La leyenda urbana dice que hace años en pleno cotejo futbolero de una liga profesional de África, extrañamente la descarga de miles de voltios de un rayo dejó tendidos a los integrantes de una sola escuadra. Mientras tanto, el otro equipo atestiguaba la escena, incrédulos.

La alternativa para el hombre pararrayos de Cuba es ir con los brujos de Catemaco, Veracruz, para que lo liberen del mal fario que lo persigue. Solo que los magos costeños deben hallarse ocupados en la misión de realizar en este instante conjuros mágicos, limpias, salaciones y otras yerbas con motivo de la lucha electoral que se presenta muy reñida en nuestro territorio, tanto que los dueños de Banorte -una de las principales instituciones bancarias del país-, sorpresivamente declararon que “no hay nada para nadie”, lo que evidencia la manera en que se desarrollan las pre campañas políticas y los niveles de popularidad de las principales figuras politicas.

De regreso al tema de hoy, la historia de mala fortuna del cubano es compartida por un individuo de Oklahoma, City, quien alega haber recibido el impacto de siete rayos… y vive para contarlo.



Hay personas que parecen tener mala o buena suerte, según se vea. Es el caso de un ciudadano de Cuba, individuo que afirma haber recibido la descarga de un rayo ocho veces y estar sin lesiones de gravedad o expuesto a secuelas de alguna incapacidad manifiesta.

Al isleño le gustaría saber el motivo de su desgracia y aclarar por qué en repetidas ocasiones logró salir indemne de las mencionadas descargas eléctricas. Cada vez que ve relámpagos y cae la lluvia vive momentos de terror, por lo que se encomienda al Supremo Creador y a la providencia para que lo protejan del inclemente fenómeno que lo acecha.

La electricidad es un fluido enigmático. Solo individuos como Edison o Tesla lo han llegado a entender un poco. Pero en torno a este asunto, como en otros del universo, es más lo que ignoramos que lo que sabemos.

La leyenda urbana dice que hace años en pleno cotejo futbolero de una liga profesional de África, extrañamente la descarga de miles de voltios de un rayo dejó tendidos a los integrantes de una sola escuadra. Mientras tanto, el otro equipo atestiguaba la escena, incrédulos.

La alternativa para el hombre pararrayos de Cuba es ir con los brujos de Catemaco, Veracruz, para que lo liberen del mal fario que lo persigue. Solo que los magos costeños deben hallarse ocupados en la misión de realizar en este instante conjuros mágicos, limpias, salaciones y otras yerbas con motivo de la lucha electoral que se presenta muy reñida en nuestro territorio, tanto que los dueños de Banorte -una de las principales instituciones bancarias del país-, sorpresivamente declararon que “no hay nada para nadie”, lo que evidencia la manera en que se desarrollan las pre campañas políticas y los niveles de popularidad de las principales figuras politicas.

De regreso al tema de hoy, la historia de mala fortuna del cubano es compartida por un individuo de Oklahoma, City, quien alega haber recibido el impacto de siete rayos… y vive para contarlo.