/ viernes 12 de julio de 2019

Zona sur, orgullo de Tamaulipas

Existe en la zona conurbada la percepción de que están volviendo los viejos tiempos de la calma, de la tranquilidad y de la paz social...

Los tiempos en que la gente caminaba por las calles del centro de Tampico a altas horas de la noche sin preocuparse de que pudiera ser asaltado o agredido, los tiempos en que las familias permanecían por largas horas nocturnas en el frente de sus casas, platicando los acontecimientos del día o simplemente, disfrutar del fresco después de las largas jornadas calurosas del día.

Después de aquel fatídico mes de abril del 2010 nadie se sintió seguro en esta parte de Tamaulipas, el miedo se apoderó de los habitantes de la zona conurbada y solo por emergencias o por necesidades laborales salían a la calle por la noche.

Los negocios de restaurantes se veían vacíos y no pasaba día sin que se supiera de eventos violentos que ponían en riesgo la vida de los ciudadanos.

Secuestros, asesinatos, balaceras, asaltos y demás hechos criminales se sucedían con harta frecuencia, sin que las autoridades federales, estatales o municipales tuvieran la capacidad de enfrentar al crimen organizado.

Todo se debió a una fallida estrategia surgida de la administración federal de Felipe Calderón Hinojosa que con la acción del ejército le pegó de palos al panal del crimen, alborotando a las terribles abejas que en ese entonces se movían con gran cautela, sin meterse con la sociedad civil.

Hoy por hoy, a pesar de que en nuestro estado aún existen algunas zonas conflictivas, la calma ha regresado con el beneplácito de la sociedad.

En esta parte del sur tamaulipeco es notoria la disminución de actos delictivos de alto impacto y sin que se pueda decir que se han terminado, al menos los registros son de poca incidencia.

Pero además, los alcaldes de las tres ciudades conurbadas, Alma Laura Amparán Cruz en Altamira, Adrián Oseguera Kernion en Madero y Jesús Nader Nasrallah en Tampico, están aprovechando esa calma para iniciar una era de trabajo arduo y constructivo que le está dando un nuevo rostro a este ya de por sí hermoso girón de la geografía tamaulipeca.

Tampico brilla con nueva luz, Madero surge al turismo nacional y extranjero y Altamira se transforma con millonarias inversiones fabriles e importantes obras urbanas, la gente tiene trabajo y la inseguridad se ha convertido en asunto del pasado.

Ahora bien, no podría pensarse que todo esto se está logrando sin la participación federal y estatal. El gobernador del estado, Francisco García Cabeza de Vaca, ha venido a esta zona de los tres municipios hermanos con tanta frecuencia que ya se le considera ciudadano de la zona conurbada.

En cada visita Cabeza de Vaca ha dejado su huella en obras de importancia social y la promesa de que seguirá visitándonos, porque quiere ver a esta parte del estado convertida en un polo de desarrollo orgullo de Tamaulipas y en un vergel digno de sus habitantes.

P.D.- Zona sur del estado, el Ave Fénix de Tamaulipas.

e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com

Existe en la zona conurbada la percepción de que están volviendo los viejos tiempos de la calma, de la tranquilidad y de la paz social...

Los tiempos en que la gente caminaba por las calles del centro de Tampico a altas horas de la noche sin preocuparse de que pudiera ser asaltado o agredido, los tiempos en que las familias permanecían por largas horas nocturnas en el frente de sus casas, platicando los acontecimientos del día o simplemente, disfrutar del fresco después de las largas jornadas calurosas del día.

Después de aquel fatídico mes de abril del 2010 nadie se sintió seguro en esta parte de Tamaulipas, el miedo se apoderó de los habitantes de la zona conurbada y solo por emergencias o por necesidades laborales salían a la calle por la noche.

Los negocios de restaurantes se veían vacíos y no pasaba día sin que se supiera de eventos violentos que ponían en riesgo la vida de los ciudadanos.

Secuestros, asesinatos, balaceras, asaltos y demás hechos criminales se sucedían con harta frecuencia, sin que las autoridades federales, estatales o municipales tuvieran la capacidad de enfrentar al crimen organizado.

Todo se debió a una fallida estrategia surgida de la administración federal de Felipe Calderón Hinojosa que con la acción del ejército le pegó de palos al panal del crimen, alborotando a las terribles abejas que en ese entonces se movían con gran cautela, sin meterse con la sociedad civil.

Hoy por hoy, a pesar de que en nuestro estado aún existen algunas zonas conflictivas, la calma ha regresado con el beneplácito de la sociedad.

En esta parte del sur tamaulipeco es notoria la disminución de actos delictivos de alto impacto y sin que se pueda decir que se han terminado, al menos los registros son de poca incidencia.

Pero además, los alcaldes de las tres ciudades conurbadas, Alma Laura Amparán Cruz en Altamira, Adrián Oseguera Kernion en Madero y Jesús Nader Nasrallah en Tampico, están aprovechando esa calma para iniciar una era de trabajo arduo y constructivo que le está dando un nuevo rostro a este ya de por sí hermoso girón de la geografía tamaulipeca.

Tampico brilla con nueva luz, Madero surge al turismo nacional y extranjero y Altamira se transforma con millonarias inversiones fabriles e importantes obras urbanas, la gente tiene trabajo y la inseguridad se ha convertido en asunto del pasado.

Ahora bien, no podría pensarse que todo esto se está logrando sin la participación federal y estatal. El gobernador del estado, Francisco García Cabeza de Vaca, ha venido a esta zona de los tres municipios hermanos con tanta frecuencia que ya se le considera ciudadano de la zona conurbada.

En cada visita Cabeza de Vaca ha dejado su huella en obras de importancia social y la promesa de que seguirá visitándonos, porque quiere ver a esta parte del estado convertida en un polo de desarrollo orgullo de Tamaulipas y en un vergel digno de sus habitantes.

P.D.- Zona sur del estado, el Ave Fénix de Tamaulipas.

e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com