#Especial | "La Familia Burrón" retrato de la sociedad mexicana

LOS INTEGRANTES

La familia Burrón estaba integranda por Borolas Tapuche, Regino Burrón, los hijos biológicos: Regino Chico y Matuca, además de Fóforo, un niño adoptado que no por eso era discriminado. A de su perrito Wilson.

“La Familia Burrón” fue una de las historietas que desde 1948 y hasta agosto del 2009 retrató la realidad de muchas familias mexicanas de clase media.

Con pintorescos dibujos, un lenguaje muy peculiar y “ocurrencias” que solo podrían ser autoría de Don Gabriel Vargas (+), quien supo conquistar a niños, jóvenes y adultos, fomentando en ellos el hábito de la lectura.

Círculos

El Sol de Tampico y El Metro, unidos en la promoción cultural desde hace 16 años

Aunque salió de circulación hace más de 10 años, la sociedad del sur tamaulipeco guarda con cariño y nostalgia en su memoria a la divertida familia integrada por cinco carismáticos personajes.

En entrevista para EL SOL DE TAMPICO, Juan José García Rodríguez, apasionado seguidor de las aventuras de Los Burrón, recordó algunos de sus mejores momentos y cómo se vivió el adiós de esta emblemática historia.

¿Cómo fue su primer acercamiento con estas historietas?

“De niño como a los nueve años, estoy hablando cronológicamente del año 63 ó 64 que ya tenía la facilidad de leer. Me llamaba la atención el dibujo porque era un chamaco, pero conforme fui creciendo me atrajeron los textos y temas que hasta la fecha tienen vigencia.

Don Gabriel Vargas manejaba entre risas algunas cuestiones que no debían ser tomadas a la ligera: la cuestión de la ecología y la existencia de los marcianos. Esos son dos temas de los que más se grabaron en mi memoria, pero Don Gabriel a través de Borolas abordaba el hecho de que se podía sembrar comida en el techo de los hogares y mostró de lo que una madre es capaz de hacer para subsistir. Él le da un papel preponderante a la mujer en su obra porque la hace la protagonista de la historieta y aun así preservó la imagen de una familia unida y tradicional.

Alrededor de ellos gira una serie de personajes que, seguramente, Don Gabriel Vargas supo retratar porque él es originario de Tulancingo, Hidalgo, ubicado en una parte donde cambia la vegetación y existen terrenos áridos. Pienso que de ahí viene el nombre de muchos de los escenarios como San Cirindango de las Iguanas, cosas que solo a él se le pudieron ocurrir a partir de sus vivencias”.

¿Quiénes integraban esta icónica familia?

“Los principales eran: Borolas Tapuche, Regino Burrón; los hijos biológicos: Regino Chico y Matuca y Fóforo, un niño adoptado que no por eso era discriminado. Además del perrito Wilson. Ellos vivían en una vecindad en el Callejón del Cuajo #8”.

¿En Tampico dónde los podíamos encontrar o cómo es que se distribuía esta revista?

“La creaban en la Ciudad de México y se distribuía principalmente donde bajaba el avión. En Tampico ya había aeropuerto, por lo que se repartían semanalmente en cualquier puesto de revistas, inclusive en la calle”.

¿Qué era lo que más atraía a leer esta publicación?

“Los temas y el léxico que utilizaba: las palabras que empleaba, palabras que nadie imaginaba. En pláticas entre Regino y Borolas decían frases como “te pegaste en la de hueso”, o sea en la cabeza. En una ocasión, ella se fue a tomar una radiografía y fue tal su miedo que intentó sacarse el esqueleto, porque no quería tener la muerte adentro, ¿de dónde nacía tanto ingenio? Quién sabe. Por su parte, a los niños les llamaban “pirrinpinplines”, a los besos les decían “quicos”, hasta la fecha me pregunto cómo se le ocurrieron tantas cosas”.

¿En qué año dejó de circular esta revista?

“En el 2009, en el número 1616 de agosto de ese año. Hubo dos épocas, cuando nace la revista y hasta el 78. Y del 78 al 2009 hay una segunda época.

Por ahí hay quienes en el internet tienen la colección completa, quién sabe cuánto querrán por esos ejemplares, pero es un tesoro.

Eso debería rescatarlo una universidad o una escuela privada, porque sería un documento impresionante debido a que retrata a la sociedad del siglo pasado”.

¿Cómo vivió Tampico la despedida de la Familia Burrón?

“Ellos publicaron una revista donde en la portada se veía a la familia en un cementerio y le están echando la tierra a la historieta y llorando.

En el público hubo tristeza, como cuando se acababa una serie o un buen programa de televisión, era una revista que circuló casi 70 años y estábamos acostumbrados a verla cada semana”.

¿Cuánto costaba la revista?

“En sus orígenes 20 centavos, pero con las devaluaciones yo llegué a verla en 630 pesos”.

¿Qué valores o actitudes se podrían rescatar de estas historias?

“El trabajo, la honestidad y la rectitud porque en la trama Regino Burrón es un hombre dedicado a ejercer el noble oficio de la peluquería y aún sabiendo que su esposa descendía de una familia pudiente, “multichorromillonaria” como dirían ellos, nunca pidió que lo mantuvieran. También en ella, en Borolas, destaca la perseverancia, el esfuerzo y la lucha de sus ideales”, expresó el entrevistado por EL SOL DE TAMPICO.

Finalmente, concluyó recordando que La Familia Burrón nació de una apuesta machista, cuando un amigo de Don Gabriel Vargas le dijo que no era capaz de crear una historieta donde la mujer fuera protagonista y al mes, su publicación ya era un éxito que distribuía dos millones de ejemplares en nuestro país.

En este sentido, García Rodríguez remarcó que para muchos, esta publicación fue una motivación para acercarse a la lectura, por lo que la sociedad del sur de Tamaulipas continúa recordándola con cariño y afecto a casi 73 años de que su primera edición salió a la luz.