A través de la música se generan sentimientos, con melodías entran por el oído y permancen en el corazón; son sentimientos que Diego Ignacio y Jorge Ortega Del Ángel comparten al tocar el violín juntos.
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Con 12 y 10 años de trayectoria musical, estos dos jóvenes estudiantes forman parte de la Camerata Cortinas, han encontrado en la música el arte que les permite unirse y combinar sus cualidades.
“Mi gusto por la música surgió a raíz de mis papás, ellos me adentraron en el mundo de la música desde muy chico, mediante clases individuales de violín, y a medida que iba creciendo empezaba a tener cada vez más interés, siendo al final una de mis cosas favoritas”, comparte Jorge, el mayor de los hermanos.
Por otro lado, ver a Jorge tomando clases inspiró a Diego, ya que escucharlo al tocar le parecía interesante y divertido, “fue así como le pedí a mis padres que me inscribieran también en las mismas clases”, recordó.
Ellos explican que estar juntos en un escenario despierta sentimientos de fraternidad y familiaridad, que al concluir cada presentación les permite entablar una charla en donde comentan a fondo y sin filtros su participación.
“Ha sido una experiencia de convivencia, al poder compartir nuestros puntos de vista. El tener la posibilidad de interpretar canciones con mi hermano es todo un desafío, al momento de juntar toda una obra, pero es una experiencia que nos permite opinar de manera recíproca sobre el trabajo que hacemos y tener un lazo de hermandad más fuerte”, explicó Jorge.
Entre las piezas que Diego más recuerda haber interpretado junto a su hermano están "L'estro Armónico" de Vivaldi, "Concierto para dos violines" y recientemente presentaron el "Concerto Grosso" de Vivaldi también.
“Tocar junto a él me ha dejado la oportunidad de compartir un espacio con mi hermano, trabajar en equipo, expresar libremente mi habilidad artística y sensibilidad en la música, con la guía de un director crítico que te conduce por el camino para mejorar”, describió Diego.
Actualmente Jorge estudia la carrera de Ingeniería en Biotecnología, mientras que a Diego le faltan dos semestres de preparatoria y se prepara para estudiar la Ingeniería Aeroespacial.
