Con la meta bien puesta y el talento en la sangre, Fortachin un niño de Tampico que busca hacer un espacio entre las grandes ligas del entretenimiento como payaso, siendo este su mayor amor y pasión, oficio heredado de su padre, el payaso Fortachón quien ve en él un prometedor futuro del que ya está siendo testigo.
En su visita a las instalaciones de El Sol de Tampico, ambos payaso compartieron con nosotros un poco de lo que ha sido su proyecto en conjunto como “Los Tampayazos”, mismo que les ha llevado a recorrer varias parte de la república mexicana mostrando su talento.
¡Un payaso nato!
Conversando con el padre del pequeño, Paulino Corona, narró la anécdota de como su hijo Paulino Corona Jr. "Fortachin" tomó la iniciativa de formar parte de los shows que su padre hacía y como él mismo fue creando su personaje.
“A cualquier persona se le podría hacer difícil por su edad, pero él desde los dos años que no hablaba bien, él me lo dijo entre jugando “oye papi, quiero ser artista de estos de la nariz roja” y le empece a notar aptitudes” comentó su padre.
De manera orgullosa, se asombra del talento de su pequeño, toda vez que “Fortachin” destaca por sí mismo gracias a la improvisación y conexión con la gente.
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“Es muy ocurrente, siempre saca algo que me deja de “oye eso no estaba en el guion” pero él es ocurrente por sí mismo y le gusta hacerlo”, dijo el señor Corona.
Me gusta mucho hacer reír a los niños
Por su parte, Fortachin explicó que para él es una alegría causar risas y dar un buen momento a la gente, en especial con los niños, “Me gusta cuando hago reír a los niños, verlos felices, mi papá trabaja conmigo y eso es muy divertido”.
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La realidad es que Fortachin cuenta para su corta edad con un repertorio de talento, pues no solo hace rutinas de comedia con su padre, baila y canta, esto último al realizar covers de los artistas en tendencia como Bad Bunny.
Pequeño y profesional
Su padre recalcó que algo que ha buscado inculcar a su hijo es la disciplina y profesionalismo que conlleva la profesión, cosas que ve reflejadas en sus ganas de hacer las cosas bien y tomarse seriamente su trabajo.
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“En donde estemos, show o tele, él ya sabe cuando tiene que ponerse en personaje, a donde voltear y saber a donde hablar”, destacó su padre.
Es así que corre por sus venas sangre de artista y la meta puesta en las grandes ligas para el pequeño Fortachin, un payasito de Tampico que encontró en esta profesión su máximo anhelo, desde los dos años de edad.
