Con repostería de vanguardia y técnicas francesas modernas, un joven chef busca conquistar el puerto de Tampico y para lograrlo emprendió un viaje que lo llevó hasta el otro lado del mundo.
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El chef Emmanuel Ferral apuesta por ofrecer a los tampiqueños una serie de postres diferentes, algunos que incluso requieren de una preparación de tres días ya que utiliza mousses, sabores a partir de frutas naturales y acabados con chocolate atomizado para efecto aterciopelado.
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“Es repostería de vanguardia en la zona de Tampico, más moderna, que la gente conozca, salir de lo clásico. La gente allá paga experiencias”, explicó a EL SOL DE TAMPICO.
La experiencia de disfrutar los postres del chef tampiqueño inicia con la mirada: brillan, parecen frutas reales, están hechos tan a detalle que intriga conocer de cómo están elaborados y, sobre todo, su sabor.
“Investigando, checando recetas, técnicas de vanguardia y tomé cursos de cocina molecular, ahí me fui armando un rompecabezas de cómo hacer este tipo de platillos”, dijo.
“Son técnicas novedad, técnica espejo, en chocolatería, el concepto de la forma, la mimetización del producto”, añadió el chef de 30 años.
CONQUISTA DEL PAN MEXICANO EN AUSTRALIA
Para ofrecer esta modernidad, Emmanuel tuvo que expandir sus límites personales y de aprendizaje por lo que en abril de 2017 se lanzó a la ciudad de Melbourne, Australia.
Debido a que en dicho país existen comunidades mexicanas, Emmanuel tuvo la idea de hornear el tradicional pan mexicano que terminó por convertirse en la locura de los festivales.
“Lo ofrecí en un grupo de mexicanos, la gente enseguida me hizo pedidos, el primer día vendí como 300 dólares, el segundo y 500 y todo lo hacía en mi día de descanso. La gente sabía, decían ‘el chico que vende pan mexicano’ y se esparcía, no sé, como pandemia, como pan caliente, literal’”, recordó.
Las festividades de Día de Muertos y Día de Reyes eran especiales por la gran cantidad de pedidos que recibía con hasta dos meses de anticipación; temporada en la que llegaba a ganar dos mil 400 dólares en tres días.
“Por la rosca de Reyes y el pan de muerto a veces no dormía en tres días. Salía del trabajo a hornear, descansaba dos horas, me iba al trabajo y así, me pedían en Tasmania, en Sídney, sí era mucho. A los japoneses, los coreanos y los australianos les gustaba mucho el pan”, relató.
“Empecé con la más emblemática que es la concha y luego después metí en los festivales rebanada de mantequilla, cochinitos, ojo de buey, a las conchas les puse varios colores, bísquets”.
SU REGRESO A TAMAULIPAS
La pandemia, que vino a cambiarlo todo, hizo que Emmanuel Ferral decidiera volver a su tierra y ofrecer en Tamaulipas lo aprendido por el mundo.
“La pandemia se vio muy duro, cerró todo, se quedó sin empleo mucha gente y me dio miedo por mi familia, dije ‘estoy al otro lado del mundo, no sea que me vaya a ir alguien’, cuando pude compré vuelos y me los cancelaron tres veces”, recordó.
Los postres y platillos de Emmanuel se movilizan a través de sus redes sociales y algunas tiendas de la zona, por lo que considera que este tipo de cocina de vanguardia seguirá creciendo, justo como “el pan caliente” se movilizó en Australia.
“Me gustó mucho, se aprecia mucho el talento, la comida mexicana y la repostería, todo aquel que sea repostero allá lo aprecian mucho, a cualquier chef mexicano que esté allá lo aprecian por el conocimiento”, finalizó.