Con sus conocimientos en tecnología, diseño y amor por la fantasía, Ángel Vázquez se ha vuelto un creador de objetos, figuras y hasta armaduras por medio de impresiones en 3D, que ofrece a los entusiastas de los juegos de rol y cosplay.
Ángel, a través de su negocio AFVC 3D, ofrece servicios de impresión en tercera dimensión, un proceso donde, por medio de una computadora y mucha paciencia, elabora desde muñecos, máscaras samurái y hasta cascos enteros.
Llevar la fantasía a la realidad
En juegos de rol populares como Dungeons & Dragons, el lore de las historias lleva a conocer criaturas como dragones, duendes, sirenas o caballeros. El trabajo de Ángel es utilizar su habilidad en diseño para poder traer desde la imaginación al mundo real a estos personajes.
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Parte del trabajo de Ángel no solo va en el ámbito digital, ya que el artesano también necesita de un talento para la pintura para darles detalles impresionantes. “Es resina fotosensible en una máquina la que va haciendo el modelo. Una vez impreso, hay que pulirlo y detallarlo para que quede limpio”, explicó el entrevistado.
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Las figuras y diversos objetos que Ángel realiza son hechos en su mayoría por pedido, y es que estos requieren de un nivel avanzado de diseño y customización para cada cliente.
No se trata de darle un clic a una computadora y ya, hay todo un proceso artesanal detrás. “Aunque en la computadora yo le ponga las mejores características o los mejores diseños, siempre va a tener errores y es ahí donde yo tengo que hacerle las modificaciones para que quede perfecto”, detalló.
Hasta lo más pequeño puede tardar horas
La paciencia es otro de los factores a tomar en cuenta para el artesano en 3D, ya que hasta la más pequeña impresión puede llegar a tardar como mínimo 3 horas y las más elaboradas pueden requerir hasta 11 horas.
“Las piezas pequeñas, como para Dungeons & Dragons, pueden llegar a tardar 3 horas en imprimirse, y otras piezas 6 horas, y otras 9, y a veces hasta tengo que hacer varias impresiones que se llevan un tiempo considerable”.
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Pero el tiempo o lo complicado no es ningún problema para Ángel Vázquez, que como joven emprendedor sigue aprendiendo y mejorando para darles más vida a sus obras en impresión 3D y brindar un mejor servicio a quienes lo necesiten.